El Gobierno y la oposici¨®n se unen contra la reforma del estatuto colonial de Gibraltar

Mientras el Reino Unido no acepte reanudar ese di¨¢logo interrumpido desde 1997, que naci¨® en 1984 con el llamado acuerdo de Bruselas, Espa?a proseguir¨¢ su pol¨ªtica de firmeza frente a Gibraltar tanto por lo que se refiere a las restricciones de movimientos navales y a¨¦reos como a la exigencia de que la colonia no tenga m¨¢s presencia que la indispensable en organismos internacionales o a las limitaciones de una cooperaci¨®n que, tal y como la plantean Londres y Gibraltar, s¨®lo pretende, dijo el ministro, 'consolidar e incrementar la situaci¨®n de privilegio y excepcionalidad de la colonia a expensas de Espa?a'.

Josep Piqu¨¦ intervino ante la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso a petici¨®n propia y movido, seg¨²n explic¨®, por el deseo de impedir que cale 'la sensaci¨®n de que el proceso de Bruselas est¨¢ muerto' y de 'mandar un mensaje claro a los gibraltare?os' en relaci¨®n con 'los movimientos muy preocupantes hacia la autodeterminaci¨®n entre comillas' que se est¨¢n dando en la colonia al hilo de la reforma de la constituci¨®n.

La intervenci¨®n de ayer del ministro, que retom¨® muchos de los argumentos que expuso el pasado 8 de febrero en el Senado, cuando marc¨® un brusco giro en la pol¨ªtica exclusivamente amistosa hacia Londres que hab¨ªa caracterizado al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hasta ahora, fue muy alabada en los bancos de la oposici¨®n. Esencialmente, Piqu¨¦ record¨® que, seg¨²n el Tratado de Utrecht, Gibraltar debe volver a la soberan¨ªa espa?ola en cuanto deje de ser colonia brit¨¢nica, y afirm¨® que 'incumbe por completo al Reino Unido' la responsabilidad de la falta de resultados del proceso de Bruselas.

El ex comisario europeo Manuel Mar¨ªn, actual portavoz socialista de Exteriores en el Congreso, opin¨® que el intento de establecer un eje Madrid-Londres en el seno de la Uni¨®n Europea mor¨ªa con esta intervenci¨®n del ministro, que le hace 'sentirse muy c¨®modo al PSOE', seg¨²n afirm¨® Rafael Estrella, portavoz para Asuntos Europeos de los socialistas. Ignasi Guardans, por CiU, y otros representantes de Coalici¨®n Canaria y del Partido Andalucista intervinieron para respaldar la pol¨ªtica de firmeza.

Piqu¨¦ constat¨®, por su parte, que el Reino Unido prefiere mantener su base militar en Gibraltar, aun a costa de un contencioso que implica 'un lastre' por el que las relaciones de Espa?a con los brit¨¢nicos 'no alcanzan el nivel de las que mantenemos con otros Estados europeos'.

Un ¨²nico punto de divergencia entre el Gobierno y el PSOE apareci¨® cuando Estrella le pidi¨® al ministro que desarrolle la cooperaci¨®n con Gibraltar a pesar del conflicto. Piqu¨¦ respondi¨® que Espa?a seguir¨¢ bloqueando incluso la construcci¨®n de un cielo europeo ¨²nico mientras Gibraltar obstruya el acuerdo hispano-brit¨¢nico de 1987 para el uso conjunto del aeropuerto y 'sus 85.000 sociedades inscritas' se empe?en en seguir viviendo 'a costa del Campo de Gibraltar'.

'Tireless', sin acuerdo

'Durante 1999 fueron despachados en la Aduana de la Verja, procedentes de Espa?a y con destino a Gibraltar, 23 millones de cajetillas de tabaco y 27 de millones de litros de carburante para autom¨®viles. Este volumen no se corresponde con los cerca de 30.000 habitantes de la colonia', expuso Piqu¨¦ para ilustrar c¨®mo 'el para¨ªso fiscal' gibraltare?o funciona a costa del Campo. 'Antes de la apertura de la Verja', en 1982, a?adi¨®, 'el 60% del presupuesto gibraltare?o proven¨ªa de los gastos militares del Reino Unido. Estos apenas representan hoy un 3%. En 1982, la renta per c¨¢pita era de 3.330 libras esterlinas, hoy la han multiplicado por 5 y est¨¢n pr¨®ximos a las 5.000; es decir, cerca de un tercio superior a la media de Espa?a y m¨¢s del doble de la de Andaluc¨ªa'. 'Somos los primeros en desear el bienestar econ¨®mico de Gibraltar, aunque eso s¨ª, sobre bases sanas', prosigui¨® el ministro.

El clima de entendimiento con la oposici¨®n se rompi¨® totalmente en cuanto se abord¨®, como un debate posterior, el problema del Tireless. Piqu¨¦ rechaz¨® tajantemente todas las peticiones de que el submarino nuclear sea arrancado fuera de puerto y no ofreci¨® ning¨²n dato nuevo. Varios de los interpelantes afirmaron que ten¨ªan la sensaci¨®n de que el ministro que hablaba ahora fuera otro distinto del que minutos antes hab¨ªa reivindicado Gibraltar con tanto aplomo.