Peter Esterh¨¢zy traza con humor 97 perfiles de mujeres apasionadas

El pr¨ªncipe Peter Esterh¨¢zy (Budapest, 1950) es tan educado en la calle como irreverente en sus libros. Su ¨²ltima obra, Una mujer, que publica ahora Alfaguara en Espa?a, traza 97 perfiles breves y afilados de diferentes mujeres. Perfiles libres y divertidos, de mujeres que odian y aman, mujeres apasionadas, mujeres 'que follan divinamente', mujeres mani¨¢ticas... 'No me interesan especialmente las mujeres', afirma el autor.

Muy r¨¢pido, gracioso y p¨ªcaro, Peter Esterh¨¢zy tiene una conversaci¨®n espl¨¦ndida. Empieza hablando de mujeres y comenta que en Hungr¨ªa hay exactamente las mismas mujeres que en Espa?a. Que, como dijo Enzensberger, en cada pa¨ªs, independientemente de su tama?o, sea el Vaticano o Estados Unidos, hay 3.242 lectores. Y que, probablemente, pase lo mismo con las mujeres.

Luego a?ade que ni ama ni odia a las mujeres. 'Me interesan igual que los hombres y los olivos, pero partiendo del hecho de que soy hombre, hay una ligera asimetr¨ªa entre las mujeres y los olivos'.

Despu¨¦s habla del libro. Afirma que se limita 'a mirar, a ver, a observar, a vivir a las mujeres. No a juzgarlas'. Y que trata sobre 'la pasi¨®n que se manifiesta principalmente en el terreno de los cuerpos'.

S¨®lo que, para Esterh¨¢zy, cuerpo es igual a muerte. 'No es s¨®lo un terreno para la pasi¨®n y la belleza, sino lo que m¨¢s radicalmente nos recuerda que vamos a morir. Cuando alguien habla del cuerpo, habla de la muerte, aunque no nos guste pensar en ello'.

'La pasi¨®n aleja la muerte', contin¨²a. '?sa es la ¨²nica posibilidad vital. Bueno, eso y la literatura, que nos enga?a y nos dice que somos inmortales. Eso est¨¢ en el libro, y por eso hay gente a la que no le gusta'.

Pero el libro es alegre. 'S¨ª, tiene cierta alegr¨ªa pagana. Yo creo que siempre escribo libros divertidos, no puedo negar eso porque mi experiencia b¨¢sica con el cuerpo no ha disminuido con los a?os'.

El humor jud¨ªo

?Cree que existe un humor h¨²ngaro? 'Existe una tradici¨®n de Europa central y del Este seg¨²n la cual se puede ver lo dram¨¢tico desde lo ir¨®nico y lo humor¨ªstico. La m¨¢s bella es la del sentido del humor jud¨ªo en las cafeter¨ªas vienesas. Por otra parte, la tradici¨®n literaria h¨²ngara es m¨¢s bien severa, seria, patriota. Y los h¨¦roes no tienen cuerpo. El cuello les empieza en los zapatos, y encima tienen una cabeza enorme, muy inteligente, llena de pensamientos sobre la patria'.

Tradici¨®n con la que rompe Esterh¨¢zy y el autor de Sin destino, Imre Kert¨¦sz... 'Es muy buen amigo m¨ªo y le quiero mucho. Sin destino rompi¨® con muchas cosas, no s¨®lo con la tradici¨®n h¨²ngara, sino con la forma de hablar sobre el Holocausto. Por eso es tan genial y tan radical. Y por eso irrita a tanta gente. Su manera de ver las cosas, de todos modos, es tr¨¢gica, y yo no comparto ese punto de vista'.

Lo que comparte es el 'criterio perverso' de la frase de Mallarm¨¦ que dice que 'todo existe para acabar siendo un libro'. Y a?ade Esterh¨¢zy: 'La literatura no es que me interese, eso ser¨ªa como decir que me interesa mi madre. S¨®lo me interesa la literatura. La literatura es mi vida. Hace 25 a?os me puse detr¨¢s del escritorio y sigo ah¨ª. Eso, en cierto modo, corroe mi vida, porque todo lo que veo lo tomo como material literario, incluso si tiene que ver conmigo. Eso tal vez puede parecer algo provocador, pero yo no tengo esa intenci¨®n. Yo soy cort¨¦s y bien educado y cedo el sitio a las embarazadas fascistas en el autob¨²s. Pero no me gusta que mis novelas sean bien educadas'.

Dice Peter Esterh¨¢zy que trata de ser honesto escribiendo -'me temo que no hay m¨¢s remedio que utilizar esas grandes palabras'-, pero, desde luego, no sincero -'eso es muy desagradable'-, y agrega que 'tendr¨ªa que beber much¨ªsimo para poder decir en qu¨¦ consiste la literatura. La literatura puede consistir en cualquier cosa, tambi¨¦n en la sinceridad, aunque yo, por mi parte, no valoro mucho la sinceridad personal'.

Sufrir asegura que no sufre. 'Lo que me hace ser escritor es la capacidad de estar fuera y dentro a la vez. Por ejemplo, cuando lloro, mis l¨¢grimas son reales, rid¨ªculas, pero me doy cuenta de que puedo escribir sobre ese hombre que llora y es rid¨ªculo. Y esa mirada tambi¨¦n es real'.