El Barcelona exhibe su voracidad

El Barcelona dej¨® a una distancia sideral al Fuenlabrada en un partido que desmitific¨® esa tendencia a poner el mundo del rev¨¦s que se da en la Copa. Que el Barcelona se presentaba con apetito estaba fuera de toda duda. Hace ocho a?os que no gana este torneo, ha sido apeado prematuramente de la Euroliga y necesita un t¨ªtulo que calme su estado de ansiedad y suavice la presi¨®n sobre el discutido A¨ªto Garc¨ªa Reneses.

Jugar bien y dar espect¨¢culo a lo largo de muchos partidos no ha servido para relativizar esa nueva eliminaci¨®n europea, que lleg¨® antes que nunca. Estos aspectos no tienen demasiado que ver con el partido de ayer. Pero, en el fondo, impl¨ªcitamente, son los que explican la voracidad con la que lo afront¨® el Barcelona.

Ante un Fuenlabrada que se ha encaramado al sexto puesto de la Liga a base de lograr que su limitado potencial haya rendido al 100% de sus posibilidades, el Barcelona se ceb¨® de manera generosa, rozando el centenar de puntos y yendo por todas, tanto en los aspectos que ata?¨ªan al juego como en los que se presentaron inopinadamente cuando se produjeron algunos intercambios de golpes y amagos de gresca. Y eso que para entonces, medidado el tercer cuarto, ya hab¨ªa acumulado una ventaja de 20 puntos.

El Barcelona sali¨® tan concentrado que el Fuenlabrada, en el que Perasovic dio s¨ªntomas de estar lejos de su mejor forma despu¨¦s de haberse recuperado de una lesi¨®n, no tuvo m¨¢s que resignarse a las primeras de cambio. Fran Murcia no pod¨ªa rechistar cuando el bal¨®n le llegaba a Due?as. Gasol no bajaba un ¨¢pice su majestuoso juego por m¨¢s empe?o y m¨²sculo que opusiera Wood. Y s¨®lo falt¨® que Digbeu apareciera para acabar de agotar a Perasovic. El Barcelona no tuvo piedad. No desaceler¨®. Y el Fuenlabrada fue cayendo lenta pero inexorablemente. Y el Barcelona fue ganando todos los parciales. Y cuando Hawkins y Jasikevicius se cansaban, aparec¨ªan Nacho Rodr¨ªguez y Navarro, y cuando lo hac¨ªan Due?as y Gasol, all¨ª estaban Elson y Rentzias.

Pero, aun as¨ª, el Barcelona dej¨® algunas dudas. Por momentos, recibi¨® parciales un tanto extra?os, un 0-7 y un 2-8, y acab¨® perdiendo 20 veces el bal¨®n. Eso y su ensa?amiento crean ciertas inc¨®gnitas sobre su capacidad para evitar perder el hilo en determinados momentos.