El Reino Unido sacrificar¨¢ cientos de miles de animales sanos por la fiebre aftosa
El pr¨ªncipe de Gales dona 137 millones de pesetas para ayudar a los granjeros afectados
Nick Brown, titular de Agricultura, present¨® el sacrificio de animales sanos como la ¨²nica forma de preservar la seguridad del resto de la ganader¨ªa brit¨¢nica. 'Es una precauci¨®n terrible pero necesaria para evitar que la fiebre siga propag¨¢ndose por todo el territorio nacional', dijo, para explicar despu¨¦s el tipo de animales condenados ahora al sacrificio.
En su mayor¨ªa se trata de ovejas sanas, pero incluidas en un radio de tres kil¨®metros de las granjas ya infectadas. A ¨¦stas hay que a?adir las que hayan estado en contacto con otras sospechosas de incubar la enfermedad en tres grandes mercados ganaderos, as¨ª como las que fueron transportadas por dos vendedores mayoristas antes de que se descubriera el brote.
El ministerio escoc¨¦s de Agricultura se?al¨®, por su parte, que unas '200.000 ovejas criadas junto a zonas infectadas' deb¨ªan morir tambi¨¦n. Dada la magnitud de la operaci¨®n, y sin que los n¨²meros le cuadraran a nadie, la BBC hablaba anoche de unas 300.000 ovejas sanas condenadas. Las televisiones privadas elevaron el c¨¢lculo a un mill¨®n. En cualquier caso, nadie, ni siquiera el Gobierno, descarta que para erradicar la fiebre haya que superar el casi medio mill¨®n de animales destruidos durante la epidemia de 1967.
Durante su comparecencia ante los Comunes, Nick Brown intent¨® tranquilizar a las comunidades rurales afirmando que esperaba levantar las restricciones de paso y acceso a las regiones limpias del virus, si todo iba bien, en el plazo de dos semanas como m¨¢ximo.
La Uni¨®n de Granjeros acept¨® el sacrificio masivo de ovejas como un mal necesario, aunque advirti¨® de que muchos de sus miembros quedar¨ªan en la ruina tras el paso de los tiradores. Brown ha prometido que ser¨¢n compensados sin hablar a¨²n de cantidades concretas. Para varios de los propietarios, que anoche ve¨ªan pastar a sus ovejas sanas en el prado, la decisi¨®n gubernamental resulta excesiva e inaceptable.
Seg¨²n este grupo, no hay pruebas cient¨ªficas que demuestren que sus animales vayan a enfermar ni tampoco que matarlos contribuya a resolver la crisis. Con 500 granjas en cuarentena y la industria tur¨ªstica perdiendo m¨¢s de 100 millones semanales de libras (27.500 millones de pesetas) por falta de clientes que no acuden al campo, el Gobierno ha decidido, sin embargo, que era hora de sellar la suerte del ganado sano.
Mientras el servicio de veterinarios se preparaba para 'patrullar', en palabras del ministro Brown, las granjas con ovejas sanas donde tal vez encuentren las puertas cerradas si el propietario no accede a matar a sus reba?os, el pr¨ªncipe de Gales y el duque de Westminster, efectuaron sendas donaciones para paliar los efectos de la matanza entre los afectados. Con una aportaci¨®n de 500.000 libras (137 millones de pesetas) respectivamente, ambos han hecho p¨²blica su preocupaci¨®n por el estado de ¨¢nimo de los granjeros. Uno de ellos, el gal¨¦s Brian Oakley, de 54 a?os, se ahorc¨® el pasado 2 de marzo en su propia finca al sentirse atrapado por la epidemia. Con una depresi¨®n que estaba siendo tratada desde que la crisis de las vacas locas mermara considerablemente sus ingresos, Oakley hab¨ªa recibido apoyo psicol¨®gico de los Samaritanos, una asociaci¨®n caritativa.
'Es necesario que los granjeros sepan que no est¨¢n solos en este momento tan duro. Hay que evitar que piensen en quitarse la vida', dijo ayer Carlos de Inglaterra, due?o tambi¨¦n de terrenos agr¨ªcolas y ganaderos al explicar las razones de su donativo.
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