La final
Doce a?os despu¨¦s estamos ante otra final Bar?a-Madrid. No ha llovido casi desde entonces. Basta pensar que en aquel ¨²ltimo enfrentamiento jugaba en el Madrid Drazen Petrovic. La verdad es que se echaba de menos, con todos los respetos hacia aquellos equipos que esta docena de a?os se han encargado de que las dos grandes potencias no llegasen juntas al partido decisivo. Adem¨¢s, en esta Copa del Rey, han demostrado estar un par de cuerpos por encima del resto, sobre todo el Bar?a. Los azulgrana han demolido todo lo que se le ha puesto por delante. Cierto es que su camino ha sido m¨¢s sencillo que el del Madrid, pero habr¨ªa que preguntarse si son ellos los culpables de esta aparente sencillez que mostraron, por ejemplo, para convertir al Pamesa en papilla. Lo que m¨¢s atemoriza del Bar?a no es lo que pone en cancha, sino lo que deja en el banquillo. Con la llegada de Hawkins su arsenal es definitivamente impresionante: dos y hasta tres jugadores por puesto, j¨®venes y veteranos, tiradores y pasadores, cabezas cuadradas y jugadores imaginativos, cent¨ªmetros y kilos para dar y regalar, armarios pesados y ¨¢giles gacelas. Y por si esto no fuera suficiente, se han presentado en M¨¢laga en plan reivindicativo, con hambre, escocidos por lo de la Euroliga, por llevar tantos a?os sin ganar esta competici¨®n, porque deben pensar que con todo lo que tienen no puede haber otro resultado que el de su triunfo, lo que les ha convertido en un colectivo que no conoce la compasi¨®n. En algunos aspectos al Madrid le pasa lo mismo. En otras ocasiones, con otros objetivos, observaba la Copa como algo menor, pero la sequ¨ªa prolongada y la eliminaci¨®n ante el Paf han tra¨ªdo un Madrid tremendamente concentrado. No posee los recursos del Bar?a debajo del aro, pero estamos hablando de un partido, de 40 minutos que se presentan apasionantes e imprevisibles como lo fueron los que dieron al Madrid el t¨ªtulo de liga hace unos meses en el Palau. Guste o no (el p¨²blico malague?o se pas¨® las dos semifinales cantando con regularidad 'estamos hasta los ..... del Bar?a y el Madrid'), el baloncesto necesita del enfrentamiento de estos dos conjuntos para atraer la m¨¢xima atenci¨®n. Pues aqu¨ª la tenemos. Ah, y A¨ªto frente a Scariolo.
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