Interpelaci¨®n parlamentaria
El 8 de marzo, y a petici¨®n de la oposici¨®n, compareci¨® el conseller Manuel Taranc¨®n en las Cortes para responder en nombre del Gobierno a una pregunta cuyo enunciado es mucho m¨¢s claro y contundente que la previsible y escurridiza respuesta: ?por qu¨¦ solamente un uno por ciento de los puestos de trabajo de la Administraci¨®n de la Generalitat requieren un determinado grado de conocimiento del valenciano para ser ocupados? De esta comparecencia, la prensa escrita del d¨ªa siguiente destac¨® el ofrecimiento de Taranc¨®n de un modelo de lengua 'propio y cient¨ªfico' que supere la confrontaci¨®n entre 'talibanes' de uno y otro signo, el secesionismo y el catalanismo. Curiosamente, casi todo el mundo se olvid¨® de la pregunta y se trag¨® la respuesta.
Es normal, por habitual, que los debates parlamentarios se parezcan a partidos de tenis con escas¨ªsimas jugadas maestras y a¨²n con menores resultados en lo tocante al ejercicio real de control del Gobierno por la oposici¨®n. Tenemos la impresi¨®n de que si el parlamentarismo al uso tuviese que ser la escuela donde aprender la profesi¨®n dedicarse a la pol¨ªtica, las deserciones superar¨ªan la falta de vocaciones. Para bien y para mal, son otros los est¨ªmulos. Pero volvamos a los hechos: en aquella ocasi¨®n, el control parlamentario fue burlado con toda premeditaci¨®n y, adem¨¢s, el Gobierno impuso el tema del que le interesaba hablar, la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua, al tiempo que aprovech¨®, una vez m¨¢s, para presentar de forma t¨¢cita su candidato a presidirla: Manuel Taranc¨®n. Lo cierto es que, al desaparecer de hecho la pregunta, se desvaneci¨® tambi¨¦n la tarea de oposici¨®n y control sobre el Gobierno, o al menos as¨ª lo reflej¨® la prensa, la m¨¢s afecta al r¨¦gimen y tambi¨¦n la otra.
Con todo y con eso, todo tuvo su inter¨¦s y ligaz¨®n: la interpelaci¨®n original y la oportunista intervenci¨®n del representante del Consell. Conviene advertir, adem¨¢s, que nada de lo sucedido fue producto de la improvisaci¨®n.
En primer lugar, a la pregunta de por qu¨¦ la Administraci¨®n valenciana deja de lado el conocimiento del valenciano, deber¨ªa haber contestado el conseller concernido, el de Justicia y Administraciones P¨²blicas, Carlos Gonz¨¢lez Cepeda. Las razones por las que no se cumple la Ley de Uso y Ense?anza del Valenciano despu¨¦s de dieciocho a?os de vigencia -de los que doce han sido presididos por gobierno socialistas y el resto por populares- son, por s¨ª mismas, potencialmente interesantes, tanto desde un punto de vista pol¨ªtico como socio-ling¨¹¨ªstico. Pero lo que ten¨ªa m¨¢s inter¨¦s, si cabe, era saber que piensa hacer el gobierno actual de ahora en adelante, aunque Gonz¨¢lez Cepeda lo tuviese que explicar necesariamente en castellano.
Al fin y al cabo, aunque no figure en el diario de sesiones de las Cortes, no ha faltado la respuesta ?por qu¨¦ habr¨ªa de ser precisamente un gobierno popular el que cambiara el rumbo de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica seguida en la Administraci¨®n desde hace casi veinte a?os? ?Por qu¨¦ Gonz¨¢lez Cepeda habr¨ªa de mostrar m¨¢s aptitudes para la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que los conselleres que lo han precedido o el mismo Eduardo Zaplana? ?Por qu¨¦ hablar de pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica cuando se puede hablar, con total actualidad, de lo que son capaces de hacer los 'talibanes' con la cultura? Y ya, por fin ?no es Manuel Taranc¨®n el conseller competente para hablar de cultura y, por tanto, de talibanes? He aqu¨ª la magia del filibusterismo parlamentario.
El 8 de marzo, el Gobierno envi¨® a las Cortes al candidato a presidir una Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua donde no se hablar¨¢ nunca de pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. En palabras de Taranc¨®n, un modelo de lengua 'extra?o' para la poblaci¨®n (el que avala l'Institut d'Estudis Catalans, ahora con sede en Castell¨®n, l'Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana y la universidad de todo el mundo; el que congrega todos los a?os decenas de miles de personas en las Trobades por la lengua: el que aprenden en paz m¨¢s de 132.000 alumnos de las ense?anzas b¨¢sicas y en el que se publican centenares de libros todos los d¨ªas desde hace 70 a?os) es lo que crea rechazo social al uso del valenciano. ?sta debe ser tambi¨¦n la respuesta a la pregunta: no ha de extra?ar a nadie que no se hable valenciano en la Administraci¨®n porque, si se hablara y se hablara bien, podr¨ªa crear m¨¢s rechazo social a la lengua. L¨¢stima de interpelaci¨®n parlamentaria.
Vicent Esteve es maestro de Educaci¨®n Primaria y sindicalista del STEPV.
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