'El tiempo justo para apagar el gas de la cocina'

'Era la hora punta y los locales se encontraban casi llenos. Pod¨ªa haber sido un desastre'. Enrique Castillo, trabajador del As de Oros, uno de los restaurantes de la playa de Gandia ubicados en las proximidades del lugar donde ETA coloc¨® el coche bomba, descargaba ayer la tensi¨®n acumulada la noche anterior. En el momento del aviso de la bomba, un centenar de personas disfrutaba de la cena en el interior del recinto. 'En cuanto lleg¨® la polic¨ªa, salimos dejando todo como estaba. Nos dio el tiempo justo de apagar el gas de la cocina', se?alaba ayer Castillo.

La pizzer¨ªa Il Borsalino, situada frente al coche bomba, se encontraba abarrotada minutos antes de la medianoche. Hab¨ªa unas 120 personas en su interior. En el pub contiguo, el Pink Panther, una veintena de personas, entre ellas el propietario y nueve camareros, preparaban el local para la hora de mayor afluencia de p¨²blico, un poco m¨¢s tarde. Todos fueron desalojados a toda prisa.

Algunos vecinos, seg¨²n se supo ayer, permanecieron en las viviendas del edificio situado frente al coche porque, pl¨¢cidamente dormidas, no escucharon la alerta policial. Despertaron con la explosi¨®n y sufrieron roturas de ventanas en el interior de sus viviendas, pero no hubo que lamentar ning¨²n da?o personal. Apenas alg¨²n ara?azo.

La playa de Gandia, a 50 kil¨®metros de Valencia, registraba una inusual actividad el s¨¢bado por la noche. Numerosos vecinos de la localidad hab¨ªan escapado del bullicio de las fallas en el casco urbano. Lo mismo que cientos de turistas y vecinos de Valencia, que aprovecharon el fin de semana para hacer una escapada.

Josefa Frau, alcaldesa de Gandia, coment¨® ayer en relaci¨®n a los terroristas: 'Quiz¨¢s quieren que la vida se pare en este pa¨ªs, pero no lo van a conseguir'. Y anunci¨® que la actividad festiva continuar¨ªa 'con normalidad'.