Pol¨ªtica de empleo

Trabajo de repartidor en una empresa. Tengo un contrato de cuatro horas y un salario infinitamente inferior al esfuerzo que realizo y que no compensa los gastos que me ocasiona la actividad. Libro tres d¨ªas al a?o, tres, y cuando me dejen en el paro cobrar¨¦ una cantidad miserable. Este a?o ni siquiera me han concedido una beca de comedor para mi hijo. Culpo de esta situaci¨®n a la pol¨ªtica en materia de empleo que inici¨® el Gobierno socialista y que ha superado, con creces, el del PP. Culpo asimismo a unos sindicatos que no han defendido, ni siquiera representado, a los trabajadores. Y culpo a unos accionistas que fusionan empresas destrozando la vida de muchas familias. Todos ellos, como bien puede deducirse, aut¨®ctonos.

En mi empresa hay un colega que se llama Benjam¨ªn, quien, adem¨¢s de estar en una situaci¨®n parecida a la m¨ªa, tiene que aguantar a diario una serie de comentarios jocosos, y a veces muy malintencionados, de alg¨²n compa?ero, que 'no es racista', relacionados con el color de su piel. No debe ser muy sencillo para ¨¦l 'integrarse'. En apariencia, mejor suerte tiene Henry, aunque si yo tuviera la familia dividida entre dos continentes y supiera que el espejismo espa?ol se acaba dentro de tres meses, francamente, no me quedar¨ªan muchas ganas de venir todos los d¨ªas a trabajar. Y, para terminar, hay dos cubanos que me aportan otra forma de ver la vida: no entienden c¨®mo nos pasamos todo el d¨ªa hablando de f¨²tbol en vez de aprovechar el tiempo para..., ustedes ya me entienden. Y tienen que darse con un canto en los dientes: ninguno de ellos es una mujer.-