Rafael Canogar expone medio siglo de pintura en Madrid
Retrospectiva en el Reina Sof¨ªa con 110 obras, desde el informalismo a los soportes de hoy
La exposici¨®n Canogar, cincuenta a?os de pintura distribuye 110 obras en la tercera planta del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, con un eje que divide las piezas entre 1951 y 1975 y otros espacios que enlazan con la obra posterior hasta los t¨ªtulos m¨¢s recientes. La muestra, que forma parte de la programaci¨®n del director anterior, Jos¨¦ Guirao, permanecer¨¢ abierta desde ma?ana y hasta el 28 de mayo.
La intenci¨®n del comisario, el historiador del arte V¨ªctor Nieto Alcaide, es seguir la 'compleja evoluci¨®n' de Canogar, seg¨²n el propio artista, ver las relaciones entre sus diversas etapas y subrayar el periodo informalista de los a?os cincuenta, que junto con otros miembros del grupo El Paso (Saura, Millares, Rivera, Su¨¢rez) es la m¨¢s internacional pero desconocida en Espa?a. Canogar se ha encontrado ahora con telas de coleccionistas y galer¨ªas extranjeras (algunas vistas en la ¨²ltima edici¨®n de Arco) que hab¨ªa perdido la pista; otras son de su propia colecci¨®n. Cuenta que en Espa?a no vend¨ªa nada, mientras manten¨ªa en 1958 un contrato con una galer¨ªa italiana que compraba 25 cuadros al a?o y coleccionistas adquir¨ªan obras a otros compa?eros en la galer¨ªa Juana Mord¨®.
Un grito
'En los a?os 1955 y 1956, como artista joven me interes¨® sobre todo las vanguardias, y me sent¨ª golpeado por el expresionismo abstracto y el informalismo, que ha marcado toda mi obra posterior y la de mi generaci¨®n. Trabajamos en el informalismo unos diez a?os, en un periodo social y pol¨ªtico muy concreto. En Espa?a y en otros pa¨ªses, los artistas informalistas vimos la necesidad de encontrar un lenguaje menos herm¨¦tico y dar la imagen de los deseos de cambio de una sociedad m¨¢s justa y democr¨¢tica. El informalismo hab¨ªa tenido un trasfondo pol¨ªtico, pero el abuso excesivo de ese gesto, de ese grito, terminaba en algo ret¨®rico. Quer¨ªa mantener la vitalidad y la tensi¨®n pero ir al encuentro con el hombre, volver a la figura humana, a una realidad representada en una serie de im¨¢genes donde el hombre cosificado sufre las consecuencias de una sociedad injusta. Hago estas figuras realistas hasta 1975, cuando se entra en un periodo de normalidad y tras sufrir un desgaste tras los ¨¦xitos de las bienales de S?o Paulo y Venecia'.
La etapa actual de Canogar, acad¨¦mico de Bellas Artes desde 1998, arranca de esta fecha y ocupa las ¨²ltimas salas de la exposici¨®n. 'Recupero las armas del pintor y mis obras analizan lo que es la pintura, los soportes, los materiales. Lleno la tela de arriba abajo de signos, de metasignos, pero sin la pasi¨®n del informalismo, dejando la huella del pintor sobre la tela. Sobre esa superficie tuve la necesidad de recuperar la imagen y recurr¨ª, como homenaje que hacemos a otros artistas, a los rostros y m¨¢scaras del escultor Julio Gonz¨¢lez, que derivaron tambi¨¦n en las escenas urbanas'.
En las ¨²ltimas piezas, Canogar utiliza papel que fabrica ¨¦l mismo, al que somete a diversas manipulaciones, y rompe el formato ventana con el cl¨¢sico marco. 'En las grandes planchas de papel quedan referencias a las dos fuerzas del hombre, la parte destructiva y la constructiva, en un espacio tridimensional. Tambi¨¦n reflejan mi pasi¨®n por la arqueolog¨ªa, ya que pueden ser trozos de una realidad, unas ruinas, como las huellas en las paredes de Pompeya. En ese sentido de cercan¨ªa es la necesidad de trabajar siempre con la realidad'.
Perfecci¨®n
Canogar dice que atraviesa un momento 'de inquietud', con el empleo de nuevos materiales, como piedras colgadas de paredes y cristales que rompe y reconstruye, que estos d¨ªas expone en la galer¨ªa Juan Gris, de Madrid, y aparece en la revista Guadalimar. 'El arte ha sido siempre un encuentro con mi propia pintura, que me produce emoci¨®n y deseo de encontrar una imagen perfecta. Los cambios son deseo de perfecci¨®n y de sorpresa, meterme en el proceso de la obra'.
Canogar, en 1982, dec¨ªa en estas p¨¢ginas que las artes pl¨¢sticas era un tema pendiente de la cultura. 'Soy pesimista. Cuando miro atr¨¢s hemos avanzado mucho pero no siempre bien. Valores como la ¨¦tica, la honradez, est¨¢n absolutamente fuera de lugar. El ciudadano est¨¢ desprotegido, el pol¨ªtico se separa de las necesidades pr¨®ximas. Tambi¨¦n se manipula el mercado y la obra de arte'.
Las ¨¦pocas hist¨®ricas de Canogar aparecen actualizadas en el montaje, con un material documental de cartas personales, art¨ªculos, carteles y libros, y en el cat¨¢logo de la retrospectiva, con textos de Javier Tusell, Amparo Serrano de Haro y V¨ªctor Nieto Alcaide, adem¨¢s de una amplia bibliograf¨ªa.
Para llenar un museo
Rafael Canogar tiene una producci¨®n recogida en ordenador de 2.500 pinturas, adem¨¢s de 250 ediciones de obra gr¨¢fica y esculturas p¨²blicas como P¨®rtico (nueve metros de acero cort¨¦n), que se va a montar en una plaza de Alcorc¨®n (Madrid). 'Puedo llenar el Reina Sof¨ªa', dice el artista ante los cuadros que no se han podido mostrar para dar 'm¨¢s aire' a las 110 piezas del montaje dise?ado por Macua y Garc¨ªa Ramos. El comisario de la muestra es V¨ªctor Nieto Alcaide, de 60 a?os, catedr¨¢tico de Historia del Arte en la UNED, autor del libro Canogar, 1957-1997, editado con motivo de la antol¨®gica organizada por la Junta de Castilla-La Mancha. 'Canogar no es un cl¨¢sico al que se le rinde un homenaje, sino un pintor muy vers¨¢til que se relaciona con las vanguardias de los cincuenta y sesenta, que cambia constantemente, pero con un poso com¨²n', declara Nieto Alcaide. Para esta antol¨®gica, el comisario ha preferido insistir en la etapa informalista, la m¨¢s desconocida para las nuevas generaciones, con pinturas que no se expon¨ªan durante el franquismo y se vend¨ªan directamente al extranjero. Hay obras en el Reina Sof¨ªa que el artista no hab¨ªa vuelto a ver desde su creaci¨®n. Nieto destaca los otros campos de experimentaci¨®n, con el realismo cr¨ªtico, la pintura l¨ªrica y la ruptura con el marco.
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