Defensa necesita 2.000 inmigrantes al a?o para paliar el d¨¦ficit de tropa

El ministro Federico Trillo-Figueroa anunci¨® la pasada semana que est¨¢ estudiando 'muy seriamente' reclutar inmigrantres como soldados profesionales.

En concreto, el Ministerio de Defensa planea fijar un cupo de plazas para extranjeros en las Fuerzas Armadas, que llegar¨ªa como m¨¢ximo a las 2.000 anuales, 'para paliar el d¨¦ficit de reclutamiento de nacionales', seg¨²n los estudios realizados por la Direcci¨®n General de Reclutamiento y Ense?anza Militar.

El informe considera que la contrataci¨®n de extranjeros no s¨®lo permitir¨ªa 'atenuar el d¨¦ficit de aspirantes' a la tropa profesional y realizar una 'mejor selecci¨®n de los candidatos', sino tambi¨¦n 'mostrar a las Fuerzas Armadas como una instituci¨®n que realiza una integraci¨®n social y profesional' de los inmigrantes.

No obstante, el estudio advierte de que esta medida conlleva algunos riesgos. El primero es que se interprete como una prueba del fracaso del proceso de profesionalizaci¨®n del Ej¨¦rcito y retraiga a los ya escasos candidatos espa?oles. Otro peligro, no menos serio, es la 'posible aparici¨®n de reacciones xen¨®fobas por parte de alg¨²n colectivo dentro o fuera de las Fuerzas Armadas'.

El estudio aboga por establecer dr¨¢sticas limitaciones al reclutamiento de extranjeros. En concreto, el acceso a los ej¨¦rcitos quedar¨ªa reservado a 'ciudadanos de pa¨ªses hispanoamericanos', con quienes se presume que, dada su identidad de 'lengua y religi¨®n' con los espa?oles, 'no deber¨ªa haber problemas significativos de integraci¨®n cultural'.

Residentes legales

Seg¨²n datos del Ministerio del Interior, en diciembre de 1999 resid¨ªan legalmente en Espa?a casi 8.000 dominicanos, peruanos y ecuatorianos de entre 19 y 24 a?os, potenciales aspirantes a ingresar en las Fuerzas Armadas. Esta cifra, con toda seguridad, se ha multiplicado tras la regularizaci¨®n de 140.000 inmigrantes durante el a?o pasado.

En todo caso, las convocatorias de plazas para extranjeros ser¨ªan especiales y limitadas a determinadas unidades 'con personalidad propia, capaces de inculcar a sus componentes tradici¨®n y esp¨ªritu espec¨ªficos'.

As¨ª, se prev¨¦ el ingreso de extranjeros en la Legi¨®n, por el Ej¨¦rcito de Tierra; en la Infanter¨ªa de Marina y en algunas especialidades, como hosteler¨ªa y automoci¨®n, por la Armada; y en las agrupaciones de varias bases a¨¦reas, como las de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid) y Zaragoza, por el Ej¨¦rcito del Aire.

El informe recela de la posibilidad de que los inmigrantes lleguen a ser mayor¨ªa en esas unidades, por lo que limita su presencia a un 30% como m¨¢ximo de los efectivos de tropa de la Legi¨®n o a un 10% de la dotaci¨®n de mariner¨ªa de los buques.

A los extranjeros, que deber¨ªan tener permiso de residencia temporal o permanente en Espa?a, se les someter¨ªa a una prueba cultural adicional e incluso, seg¨²n el informe, 'podr¨ªa considerarse la posibilidad de unas pruebas f¨ªsicas m¨¢s selectivas'.

El certificado de buena conducta ciudadana se sustituir¨ªa, en el caso de los inmigrantes, por un documento de Interior, acreditativo de la falta de antecedentes policiales, a trav¨¦s del Cesid.

Los extranjeros que superasen estas pruebas firmar¨ªan un compromiso inicial con el Ej¨¦rcito de tres a?os, s¨®lo prorrogable por otros tres, si no lograsen la nacionalidad espa?ola.

Seg¨²n el estudio, los inmigrantes s¨®lo podr¨ªan acceder al empleo de soldado o marinero, sin posibilidad de ascenso. En vez de la tradicional jura de bandera, est¨¢ previsto establecer para ellos una 'f¨®rmula espec¨ªfica de jura o promesa de fidelidad'.

Adem¨¢s, deber¨ªan aceptar las normas y obligaciones de la unidad en la que se integren, incluida su posible participaci¨®n en operaciones fuera de Espa?a, algo habitual en la Legi¨®n.

La cautela con la que se contempla el proceso queda en evidencia con la recomendaci¨®n de que el primer a?o se convoquen un m¨¢ximo de 1.000 plazas, aunque las necesidades sean el doble.

El principal incentivo para que los extranjeros se hagan soldados es el acceso a la nacionalidad espa?ola. El estudio prev¨¦ la posibilidad de que el 'informe favorable' del Ej¨¦rcito correspondiente tenga car¨¢cter 'vinculante' para lograrla y que, una vez alcanzada ¨¦sta, se reconozca el tiempo de servicios prestados.

La concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola, regulada por el C¨®digo Civil, corresponde al Ministerio de Justicia. Para obtenerla por raz¨®n de residencia se requieren diez a?os de permanencia en Espa?a, que pueden reducirse a dos para los iberoamericanos.

Seg¨²n una respuesta al diputado socialista Alberto Moragues, las Fuerzas Armadas contaban el pasado 1 de enero con 76.126 soldados y marineros profesionales (68.954 si se excluyen los 7.172 que estaban todav¨ªa en periodo de formaci¨®n), frente a los 85.000 previstos. Aunque durante el a?o pasado ingresaron m¨¢s de 20.000 nuevos soldados, casi 10.000 se dieron de baja, lo que representa el 15% de los que hab¨ªa en enero de 2000.

El reclutamiento de inmigrantes es una de las medidas que prepara Defensa para intentar suplir el d¨¦ficit de aspirantes a la tropa profesional, junto con el env¨ªo de cartas a los 90.000 espa?oles de entre 17 y 27 a?os que residen en el extranjero, el incremento de las retribuciones de los soldados o la mejora de sus condiciones de vida en los cuarteles.