Media poblaci¨®n ser¨¢ al¨¦rgica a mediados de siglo
El descenso de infecciones, la contaminaci¨®n y la vida urbana son los factores predisponentes
Las previsiones apuntan a que el desarrollo de las alergias va a adquirir en los pa¨ªses occidentales proporciones epid¨¦micas en este nuevo siglo por su naturaleza expansiva, que no contagiosa. Aunque se han descrito casos de anafilaxia (la m¨¢s grave de las reacciones al¨¦rgicas) por picadura de abejas y avispas en la civilizaci¨®n milenaria del antiguo Egipto, la verdadera expansi¨®n de los procesos al¨¦rgicos se produjo en la segunda mitad del siglo XX.
Los factores ambientales mejor conocidos son: una menor tasa de infecciones pat¨®genas y saprofitas (no causan enfermedad); la contaminaci¨®n ambiental, sobre todo por motores diesel; el tabaquismo; una alimentaci¨®n menos rica en grasas poliinsaturadas (no elevan el colesterol) y los microclimas de hogares aislados t¨¦rmicamente, que a menudo no tienen la ventilaci¨®n natural adecuada y propician la proliferaci¨®n de ¨¢caros y hongos ambientales, muy alerg¨¦nicos.
No pueden olvidarse los factores gen¨¦ticos, cada vez m¨¢s conocidos. En los ¨²ltimos cinco a?os han sido identificados m¨¢s de una docena de genes implicados en la respuesta al¨¦rgica y localizados principalmente en los cromosomas 5, 6, 11, 12 y 14.
Predisposici¨®n gen¨¦tica
Antonio Nieto Garc¨ªa, especialista del servicio de Alergolog¨ªa Infantil del hospital La Fe de Valencia, explica que es necesario no separar los factores ambientales de los gen¨¦ticos: 'Siempre hemos de partir de unos factores gen¨¦ticos predisponentes, y cuando ¨¦stos no son elevados se requiere una gran carga alerg¨¦nica ambiental para que se presente la reacci¨®n al¨¦rgica. Por el contrario, cuando existe una alta predisposici¨®n gen¨¦tica, es suficiente con que haya una baja carga alerg¨¦nica para que aparezca'.
Nieto a?ade que la teor¨ªa de la higiene, que establece una relaci¨®n doble y contradictoria entre patolog¨ªas al¨¦rgicas e infecciosas, sostiene que se est¨¢ constatando epidemiol¨®gicamente que ciertas infecciones pueden actuar en determinados momentos de la vida como agentes desencadenantes de enfermedades al¨¦rgicas (por ejemplo, un problema infeccioso respiratorio que origine asma), al tiempo que se observa que la aparici¨®n de algunas infecciones en la primera infancia puede desempe?ar un papel protector frente al desarrollo de estos procesos.
Investigaciones epidemiol¨®gicas realizadas en Jap¨®n y los pa¨ªses del norte de Europa han demostrado que hab¨ªa una relaci¨®n inversa entre tuberculosis y alergopat¨ªas. Tambi¨¦n se ha comprobado en modelos animales en laboratorio que se da una menor tasa de reacciones al¨¦rgicas en los ratones sometidos a diversas infecciones que en el grupo de ratones que hab¨ªa estado preservado frente a ellas.
'Es como si las respuestas inmunes', dice Nieto, 'frente a infecciones y alergenos fuesen antag¨®nicas y, expresado de una manera gr¨¢fica, como si el sistema inmunol¨®gico se preocupara menos de los agentes alerg¨¦nicos cuando est¨¢ ocupado combatiendo ciertos agentes infecciosos'.
Un estudio realizado en Suecia y publicado en The Lancet en 1998 revel¨® que los ni?os sometidos a una educaci¨®n y crianza occidentales convencionales (vacunaci¨®n masiva, uso regular de antibi¨®ticos) ten¨ªan una mayor tasa de procesos al¨¦rgicos que un grupo de ni?os criados a la manera antropos¨®fica (menores tasas de vacunaci¨®n, menor empleo de antibi¨®ticos, consumo de alimentos fermentados).
Otros trabajos realizados entre 1999 y 2000 en Finlandia, Suiza y Alemania han demostrado igualmente que los ni?os criados en granjas y en contacto con animales presentaban una menor incidencia de problemas al¨¦rgicos que los ni?os criados en ambientes urbanos. Se suger¨ªa como factor protector el contacto precoz y reiterado con endotoxina bacteriana procedente de los animales de granja.
Antes de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn se pensaba que habr¨ªa m¨¢s enfermedad al¨¦rgica en los pa¨ªses del Este de Europa por la gran poluci¨®n ambiental. Pero se constat¨® que las malas condiciones higi¨¦nicas y la mayor tasa de ciertas infecciones ejerc¨ªan un papel protector frente a las alergias. En palabras de Carlos Lahoz, jefe del servicio de Inmunolog¨ªa de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid, seg¨²n la teor¨ªa de la higiene, nacida del modelo de vida occidental, va creciendo el nivel de ant¨ªgenos o alergenos externos y con ¨¦l las posibilidades de sensibilizaci¨®n.
Los linfocitos cooperantes
Seg¨²n Lahoz, en los linfocitos T (una subpoblaci¨®n de c¨¦lulas inmunol¨®gicas) se distingue un tipo de c¨¦lulas, las T cooperadoras, cuya misi¨®n es activar la respuesta inmune. Estas c¨¦lulas se dividen en dos grupos seg¨²n el tipo de sustancia que producen: Tc1 y Tc2. Los pacientes al¨¦rgicos, seg¨²n Lahoz, se caracterizan por presentar una reacci¨®n inmune tipo Tc2, mientras que los no al¨¦rgicos desarrollan una respuesta Tc1 y en ¨¦stos casos se produce un equilibrio entre las dos poblaciones celulares.
'Se ha observado', a?ade, 'que el feto recibe est¨ªmulos antig¨¦nicos a trav¨¦s de la madre y que su sistema inmunol¨®gico es capaz de responder a ellos. Se encuentra entonces en situaci¨®n de Tc2. Sin embargo, al nacer recibe los est¨ªmulos antig¨¦nicos ambientales y pasa a situaci¨®n de Tc1 para defenderse de las sustancias externas. Si suprimimos los est¨ªmulos antig¨¦nicos mediante pautas de higiene y de vacunaci¨®n masiva, no se produce el viraje de Tc2 a Tc1 y entonces se producen m¨¢s reacciones al¨¦rgicas'.
Un 30% de los casos no tiene diagn¨®stico
El estudio Allergy: Living & Learning, desarrollado el a?o pasado y pendiente de publicaci¨®n en la revista Allergy, pone de manifiesto que el 30% de los europeos al¨¦rgicos no tiene diagn¨®stico de confirmaci¨®n mediante las pruebas actualmente disponibles. Es decir, casi una tercera parte de la poblaci¨®n europea al¨¦rgica ha sido considerada como tal s¨®lo mediante diagn¨®stico cl¨ªnico de sospecha a partir de los s¨ªntomas. Los primeros resultados de este trabajo epidemiol¨®gico, en el que han participado 7.000 pacientes de Alemania, Austria, Dinamarca, Espa?a, Finlandia, Holanda, Italia, Noruega, Reino Unido y Suecia, ser¨¢n presentados a la comunidad cient¨ªfica el pr¨®ximo mayo en Berl¨ªn, coincidiendo con el congreso de la Sociedad Europea de Alergolog¨ªa e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica. El alerg¨®logo Tom¨¢s Chivato, especialista del hospital Universitario del Aire de Madrid y coordinador en Espa?a del estudio, indica que otros datos aportados por esta investigaci¨®n reflejan que hasta un 60% de los al¨¦rgicos considera que la enfermedad interfiere notablemente en su calidad de vida. 'Hay una tendencia generalizada a minusvalorar los s¨ªntomas de los procesos al¨¦rgicos, cuando vemos que m¨¢s de la mitad de los pacientes expresa sus quejas por el deterioro que estas enfermedades causan en su calidad de vida', admite. Otro dato revela un hecho preocupante: el 10% de los europeos al¨¦rgicos se automedica, principalmente con antihistam¨ªnicos, muchos de los cuales producen somnolencia y sedaci¨®n y pueden ocasionar accidentes de tr¨¢fico y laborales. Como advierte Chivato, el estudio tambi¨¦n demuestra que la asistencia alergol¨®gica es muy desigual seg¨²n los distintos pa¨ªses. Mientras algunos, como Espa?a, Italia, Portugal y Reino Unido, tienen reconocida la especialidad m¨¦dica, otros, como Francia o B¨¦lgica, no han reconocido la alergolog¨ªa como especialidad de pleno derecho. Y Alemania la considera como una subespecialidad de la dermatolog¨ªa. Seg¨²n Consuelo Mart¨ªnez C¨®cera, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica (SEAIC) y jefe del servicio de esta especialidad en el hospital Cl¨ªnico Universitario San Carlos de Madrid, en Espa?a existen unos 450 alerg¨®logos, n¨²mero que representa una tercera parte de las necesidades asistenciales del pa¨ªs y equivale a un especialista por cada 150.000 habitantes, cuando, a juicio de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, deber¨ªa haber un alerg¨®logo por cada 50.000 habitantes. 'La asistencia es muy desigual seg¨²n las diferentes comunidades aut¨®nomas y provincias. En el ¨¢mbito auton¨®mico vemos que Catalu?a y Baleares est¨¢n muy desasistidas en la medicina p¨²blica por esta especialidad. Y en el ¨¢mbito provincial, se ve que Zamora, Soria y Huesca no disponen de un solo especialista en la asistencia p¨²blica', se lamenta Mart¨ªnez C¨®cera. Madrid, Navarra y el Pa¨ªs Vasco son algunas de las comunidades que est¨¢n mejor dotadas en cuanto a n¨²mero de especialistas. Y cada a?o se convocan en todo el territorio nacional unas 40 plazas MIR de formaci¨®n de especialistas, que en su mayor¨ªa, seg¨²n la presidenta de los alerg¨®logos espa?oles, 'ir¨¢n al paro, puesto que no hay plazas de nueva creaci¨®n en la sanidad p¨²blica'. El tiempo medio de lista de espera para esta especialidad, de ¨¢mbito esencialmente hospitalario, se cifra en primera consulta en tres o cuatro meses. Pero en algunos servicios la lista de espera se demora hasta a?o y medio. La mayor¨ªa de los procesos al¨¦rgicos son respiratorios (rinitis, asma, etc¨¦tera). Otro grupo importante lo constituyen las reacciones al¨¦rgicas a alimentos y a f¨¢rmacos. Tambi¨¦n son relevantes por su posible mortalidad las picaduras de abejas y avispas. Las dermatitis de contacto cada vez son m¨¢s prevalentes. El polen y los ¨¢caros del polvo dom¨¦stico son los alergenos inhalantes m¨¢s frecuentes. Les siguen los epitelios de animales y los hongos ambientales. El l¨¢tex de los guantes de goma y el n¨ªquel empleado en bisuter¨ªa son potentes alergenos de contacto.
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