La plaga de las alergias
El 21,3% de los espa?oles las sufren y su aumento se asocia con un exceso de higiene
M¨¢s de una quinta parte de los espa?oles son al¨¦rgicos a algo y, seg¨²n los datos de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica (SEAIC), esa tendencia va en aumento. El panorama empieza a ser preocupante: los ¨²ltimos estudios revelan que dentro de 13 a?os la mitad de la poblaci¨®n padecer¨¢ esta enfermedad: 'Se prev¨¦ que en el a?o 2015, el 50% de los espa?oles habr¨¢n sufrido alg¨²n problema al¨¦rgico', recoge el ¨²ltimo Libro Blanco de la SEAIC. Afecta ya a 7.720.000 personas, es decir, un 21,3% de la poblaci¨®n espa?ola es al¨¦rgica, seg¨²n los datos correspondientes a este mismo a?o. Eso supone un incremento de m¨¢s de tres puntos con respecto a 2000, cuando las estad¨ªsticas recog¨ªan que esta enfermedad la padec¨ªan un 18% de los espa?oles. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
Los estudios revelan que gran parte de los al¨¦rgicos se automedica sin tener diagn¨®stico
'El sistema inmune no tiene con qu¨¦ luchar, dada la higiene, y ataca a elementos inocuos'
Los aproximadamente 650 alerg¨®logos que hay en Espa?a dedican actualmente gran parte de sus esfuerzos a averiguar qu¨¦ hay en el origen de estos trastornos y del incremento de su prevalencia. No en vano, el congreso que se celebrar¨¢ en Madrid del 28 de octubre al 2 de noviembre pr¨®ximos lleva ese lema: '?Por qu¨¦ aumenta la prevalencia de la alergia?'. La presidenta de la SEAIC y jefa del servicio de alergias del hospital Cl¨ªnico de Madrid, Consuelo Mart¨ªnez C¨®cera, va a¨²n m¨¢s lejos y plantea si 'no ser¨¢n las enfermedades al¨¦rgicas la epidemia del siglo XXI'.
Sorprendentemente, aunque hay varias teor¨ªas, una de las principales explicaciones a este fen¨®meno es la que tiene que ver con la higiene. 'Nuestro sistema inmune est¨¢ preparado para luchar, pero no encuentra con qui¨¦n', explica el doctor Tom¨¢s Chivato, miembro del Comit¨¦ de Aerobiolog¨ªa y responsable del servicio de alergias del hospital Universitario del Aire. 'Las sociedades occidentales desarrolladas est¨¢n casi esterilizadas. Y no es que eso sea malo, simplemente no hay microbios, ni g¨¦rmenes, ni par¨¢sitos, ni sustancias extra?as a las que el organismo se vea obligado a hacer frente. La consecuencia, seg¨²n esta teor¨ªa higi¨¦nica, es que el organismo reacciona contra un elemento de su entorno natural, en principio, inocuo', agrega.
Ese comportamiento es el que da nombre a la enfermedad: 'alergia', que quiere decir 'da?o fuera de lugar' y fue diagnosticada por primera vez hace menos de un siglo, en 1906. Se trata, por tanto, de una enfermedad moderna y asociada a las sociedades desarrolladas, en las que el nivel de vida determina el contacto con unas sustancias y no con otras muchas. De ah¨ª que el n¨²mero de elementos potencialmente al¨¦rgicos -t¨¦cnicamente, 'alergenos': el polvo, el polen, el l¨¢tex, algunos metales, algunos animales, algunos alimentos y frutas tropicales...- tambi¨¦n aumente, al tiempo que se cambian los modos de vida. Todos ellos son elementos que han pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana y que antes se encontraban fuera de ella o, simplemente, m¨¢s alejados.
'No hay ni?os al¨¦rgicos en las sociedades de pa¨ªses subdesarrollados africanos, por ejemplo', dice la doctora Mart¨ªnez C¨®cera. 'El sistema inmune de esos ni?os est¨¢ trabajando a tope porque tiene que luchar contra multitud de sustancias nocivas que ingieren y con las que entran en contacto por el ambiente en el que viven: aguas contaminadas, alimentos en mal estado... Las c¨¦lulas de su sistema inmunol¨®gico tienen elementos de sobra contra los que enfrentarse, al contrario que en las sociedades occidentales'.
Aun siendo ¨¦sta la explicaci¨®n m¨¢s reiterada por los especialistas sobre la actuaci¨®n del sistema defensivo humano, lo que resulta todav¨ªa inexplicable es el comienzo de la patolog¨ªa: qu¨¦ es lo que desencadena, en un momento determinado, la enfermedad; por qu¨¦ hay un antes (sin alergia) y un despu¨¦s (con ella).
'Uno no nace al¨¦rgico, uno se hace al¨¦rgico', se?ala el doctor Mois¨¦s S¨¢nchez Cano, jefe del servicio de alergia del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid. 'El organismo tiene que contactar con la sustancia varias veces para hacerse sensible a ella. Existe, de antemano, una predisposici¨®n gen¨¦tica ya que se transmite la capacidad de ser al¨¦rgico -si ambos padres son al¨¦rgicos, el hijo tiene un 75% de posibilidades de serlo; si s¨®lo lo es la madre, se reducen las posibilidades al 50%; y si no lo es ninguno de los ascendentes directos, las posibilidades son del 20%, seg¨²n los datos estad¨ªsiticos del Libro Blanco de la SEAIC-, sin embargo, sigue siendo un misterio el porqu¨¦ unas personas desarrollan la enfermedad y otras no. Se cree que tiene que ver tambi¨¦n con el tiempo de exposici¨®n a la sustancia y la cantidad de la misma a la que uno se expone', a?ade.
Adem¨¢s existen edades hipersensibles: la mayor¨ªa de las personas al¨¦rgicas desarrollan la enfermedad a edades tempranas (antes de los 20 a?os), normalmente porque han sufrido alguna infecci¨®n v¨ªrica previa que les ha dejado sensibilizados. Curiosamente, se dan m¨¢s casos en las ciudades que en las zonas rurales, porque el polen de las zonas industrializadas est¨¢ desnaturalizado, debido a la contaminaci¨®n y a las part¨ªculas de diesel que se adhieren a ¨¦l, y es m¨¢s agresivo. Tambi¨¦n se sabe que el que se hace al¨¦rgico a una sustancia tiene m¨¢s posibilidades de reaccionar ante otras muchas.
Un tratamiento adecuado depende de un diagn¨®stico correcto. Los estudios reflejan que un 16,2% de los al¨¦rgicos no ha sido diagnosticados por el m¨¦dico y gran parte de ellos se automedican de forma sistem¨¢tica. 'Muchas veces es puro desconocimiento', dice el doctor Chivato. 'Las pruebas de diagn¨®stico son relativamente sencillas y r¨¢pidas en el caso de las alergias m¨¢s comunes, como la del polen'.
En este caso, por ejemplo, que es el m¨¢s com¨²n por afectar a m¨¢s de un 10% de la poblaci¨®n (v¨¦ase gr¨¢fico) y que puede evolucionar a enfermedades graves como el asma, existen dos clases de tratamientos: el sintom¨¢tico, que trata de paliar la expresi¨®n de la enfermedad (estornudos, picor de ojos y de garganta, lagrimeo, obstrucci¨®n nasal...) con f¨¢rmacos como los antihistam¨ªnicos, que deben su nombre a la histamina, la sustancia que segrega el organismo para defenderse y que provoca todos esos s¨ªntomas. Y luego est¨¢ la inmunoterapia, que intenta erradicar la alergia mediante vacunas. Esta ¨²ltima, a¨²n cuando sea m¨¢s lenta (tarda entre tres y cinco a?os en lograr su objetivo), es la m¨¢s efectiva, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Pero nada va a ser tan eficaz como los llamados m¨¦todos de evitaci¨®n, que consisten simplemente en evitar el contacto con la sustancia que provoca la alergia, una vez que ha sido detectada.
En todo caso, la cuesti¨®n no es balad¨ª: el gasto sanitario anual en Espa?a de alergia supera los 600 millones de euros y, el impacto en la vida laboral de quienes la padecen, supone un coste econ¨®mico cercano a los 100 millones de euros. Son muchos los que creen que la soluci¨®n definitiva a esta plaga, pasa por encontrar el gen o genes que determinan la capacidad de hacerse al¨¦rgico para neutralizarlo. Mientras tanto, las recomendaciones son un buen diagn¨®stico m¨¦dico y un buen tratamiento sintom¨¢tico y preventivo.
Algunas recomendaciones
Para los pol¨ªnicos. Mantener las ventanas cerradas de noche; en coche con las ventanas cerradas; reducir las actividades al aire libre, sobre todo a primeras horas de la ma?ana y a las ¨²ltimas de la tarde; no cortar el cesped ni tumbarse en ¨¦l; y ponerse gafas de sol para salir a la calle.
Para al¨¦rgicos al polvo. Realizar limpiezas frecuentes con aspirador; mantener el dormitorio bien ventilado evitando la humedad; utilizar ropa de cama de fibra sint¨¦tica: nunca lana o plumas; evitar las moquetas y las cortinas.
Para al¨¦rgicos a animales.Mantener el animal fuera de la casa o s¨®lo en una habitaci¨®n; nunca en el dormitorio del al¨¦rgico; lavar al alnimal y a sus cosas semanalmente. Es suficiente con agua.
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