Los abusos a monjas reabren el debate sobre el sexo en la Iglesia cat¨®lica
Misioneros espa?oles interpretan que las denuncias de violaci¨®n se refieren al clero africano
'Estoy sorprendido, porque fui misionero en ?frica occidental de 1974 a 1994 y nunca o¨ª de violaciones', dice Juan P¨¦rez Charl¨ªn, provincial de los Misioneros de ?frica-Padres Blancos,orden hermana de las Hermanas Misioneras de Nuestra Se?ora de ?frica, de la que es superiora Marie McDonald, autora de uno de los informes. 'Pero no dudo de lo que se cuenta, porque son testimonios de monjas. No excluyo historias personales de sacerdotes diocesanos africanos que hayan tenido sexo con mujeres, rara vez con religiosas. Indudablemente hay que plantearse que el celibato no es un valor en gran parte de ?frica, donde el valor por excelencia es la familia y tener muchos hijos'.
P¨¦rez Charl¨ªn recuerda que a partir de 1971 diversos obispados de ?frica central solicitan al Vaticano que se permita ordenarse a personas casadas. 'No ser¨ªa nuevo en la Iglesia: ya ha existido, y sigue existiendo en las iglesias cat¨®licas orientales'. No cree que pueda hablarse de una cultura africana que menosprecie a la mujer. 'All¨ª hay sociedades matriarcarles y matrilineales, y otras donde la mujer no cuenta', se?ala. Y matiza: 'Hablamos de un continente con un 30% de cristianos, y cristianos no significa cat¨®licos. Un continente donde lo urgente es la democracia, la justicia, los derechos humanos'.
El informe de McDonald afirma que el celibato y/o la castidad no son valores en varios pa¨ªses examinados, y que la posici¨®n de la mujer en la sociedad y en la Iglesia hace que 'una monja se vea a s¨ª misma como inferior, alguien que debe servir y obedecer. Es comprensible que una monja vea imposible rehusar si un sacerdote le pide favores sexuales. Esos hombres son s¨ªmbolos de autoridad que deben ser obedecidos'.
Manuel de Unciti, te¨®logo y dirigente de Obras Misionales Pontificias, estima que la denuncia 'es muy grave, y as¨ª lo reconoce el Vaticano'. Y, aunque se manifiesta 'sorprendido', admite que 'runr¨²n siempre ha habido'. De Unciti supone que los informes se centran principalmente en el 'clero local diocesano', y sugiere: 'Es dif¨ªcil para una persona pasar de ciertas concepciones culturales al celibato, que no disfruta de mucho aprecio en ?frica'.
Grave problema sexual
El te¨®logo Enrique Miret Magdalena es tajante: 'El problema sexual es grave en el mundo clerical'. Y cita estudios recientes de soci¨®logos cat¨®licos: 'En EE UU, s¨®lo el 2% de los sacerdotes cumple el celibato. El 50%, s¨®lo relativamente. De esa mitad, un tercio es homosexual. Si eso pasa all¨ª, ?qu¨¦ no pasar¨¢ en ?frica?
Los informes incluyen todo tipo de abusos y acoso sexual, casos extremos de aborto impuesto, exigencias cotidianas a las novicias para proveerles de documentos, sumisi¨®n de feligresas y sus familias a los caprichos del p¨¢rroco, enga?os sobre supuestas virtudes antisida de la p¨ªldora anticonceptiva, y excesiva indulgencia de los obispos con los sacerdotes que han cometido agresiones contra monjas y novicias. Los informes fueron realizados en los a?os noventa por dos religiosas que efectuaron constantes entrevistas in situ con las presuntas v¨ªctimas. La hermana Maura O'Donohue, m¨¦dico y coordinadora del programa sobre sida de C¨¢ritas Internacional y del Cafod (Fondo Cat¨®lico de Ayuda al Desarrollo) present¨® el primer informe en 1995 al cardenal Eduardo Mart¨ªnez Somalo, presidente de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apost¨®lica, que le encarg¨® otro, el cual abund¨® en las denuncias. El informe de McDonald es de 1998.
Si el pasado martes el portavoz papal, Joaqu¨ªn Navarro Valls, admiti¨® oficialmente el problema, ayer la Uni¨®n Superior de Generales y su organismo internacional - que agrupan a 200.000 religiosos y un mill¨®n de monjas- confirmaron la posici¨®n del Vaticano, informa Lola Gal¨¢n. Reiteraron que 'el problema es sabido' y subrayaron que se est¨¢n tomando 'medidas concretas'. Al tiempo, los responsables de las ¨®rdenes religiosas hacen hincapi¨¦ en el hecho de que este lamentable asunto no debe enturbiar el valor y los sacrificios de miles de personas dedicadas a la vida religiosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.