El Samur duplica el n¨²mero de asistencias por coma et¨ªlico en s¨®lo dos a?os

El consumo de alcohol, seg¨²n los datos que maneja Sanidad, va en aumento. Lo dicen los n¨²meros, pero tambi¨¦n el trabajo de calle. El Samur ha revelado que en s¨®lo dos a?os las urgencias por procesos et¨ªlicos se han disparado. Aunque los responsables de este servicio diferencian dos perfiles bien distintos de bebedores. 'Una cosa es el consumidor de lunes a jueves y otra, el de fin de semana', se?ala Emilio de Benito, portavoz del Samur. 'El que bebe entre semana suele ser un var¨®n, de unos 30 o 40 a?os de edad, que bebe a cualquier hora del d¨ªa. Lo mismo recibimos un aviso a las siete de la ma?ana que a las seis de la tarde. Suelen ser personas de clase media baja que se emborrachan con una ¨²nica sustancia, que suele ser vino, an¨ªs o co?¨¢', a?ade. 'Otra cosa es el fin de semana. El perfil del consumidor es totalemente distinto. Lo que nos encontramos son chavales de unos 20 a?os, de los llamados pijos, que beben todo aquello que tienen a mano. Su manera de divertirse es meterse en el cuerpo lo que sea y cuanto m¨¢s, mejor. Los avisos los fines de semana se dan a partir de las diez o doce de la noche. Son por igual chicas que chicos y se les atiende en la callle', concluy¨® De Benito.

Las mujeres

Los datos tambi¨¦n se?alan que las chicas beben ahora mucho m¨¢s que antes. 'Una mujer borracha era hace un par de a?os una pieza de museo, ahora es algo habitual', dicen los expertos. El consumo de alcohol entre las mujeres est¨¢ directamente ligado a la aparici¨®n del fen¨®meno conocido desde hace tres a?os como el botell¨®n. Un reciente estudio del Plan General de Drogas sobre el consumo del alcohol indica que se ha registrado una importante incorporaci¨®n de mujeres al alcohol 'que se detecta de manera especial en la generaci¨®n de 1981-1984, en la que las chicas son las que tienen m¨¢s probabilidades de beber que los hombres'.

Los 10.000 casos atendidos por el Samur no significan, seg¨²n los expertos de este servicio, que ahora haya el doble de borracheras que antes, sino que est¨¢ implantado ya entre la poblaci¨®n el h¨¢bito de llamar a urgencias. El personal del Samur que patrulla por la calles de Madrid ha detectado que los avisos que reciben suelen coincidir con dos momentos puntuales en el proceso de la borrachera: cuando hay v¨®mitos o cuando la persona bajo los efectos del alcohol comienza a ser un estorbo porque se pone pesada.

Los especialistas diferencian cuatro fases en los procesos et¨ªlicos. La primera es de desinhibici¨®n. A ¨¦sta le sigue una segunda en la que ya hay s¨ªntomas vagales -n¨¢useas, palidez y sudo-raci¨®n-. En la tercera fase aparecen los v¨®mitos y es en ese momento cuando se suele recurrir a la intervenci¨®n de las urgencias sanitarias. La ¨²ltima fase es el coma et¨ªlico.

Rara vez el consumo de alcohol en la calle va acompa?ado de drogas. 'Eso se da m¨¢s en discotecas. No digo que los chavales no se tomen alguna pastilla, pero el que bebe en la calle suele limitarse al botell¨®n', precisa Emilio de Benito.

Todos los expertos consultados se?alan que la reticencia de algunas personas a acudir a las urgencias impide que afloren m¨¢s casos relacionados con el alcohol. 'Todav¨ªa son muchos los que pasan la borrachera en casa'.