'La violencia desborda la escuela'

En los albores del nuevo siglo, Francia se ha puesto a retocar el sistema de 'escuela republicana y laica' que ha constituido uno de sus pilares. Algunas decisiones ya est¨¢n tomadas: para mejorar la integraci¨®n en Europa, se adelantar¨¢ el aprendizaje de dos lenguas extranjeras, la primera de ellas obligatoria desde la primaria, y la segunda a partir de los 11 a?os de edad. Otra decisi¨®n afecta al refuerzo de la 'lengua nacional' como veh¨ªculo com¨²n para todos los franceses y medio de integraci¨®n de sus minor¨ªas culturales. El ministro de Educaci¨®n, Jack Lang, socialista de larga trayectoria, explica su reforma y las ideas que maneja para combatir la violencia escolar, un fen¨®meno indisociable de la marginaci¨®n en los suburbios, para los cuales ha concebido un proyecto de reconstrucci¨®n comparable al de las zonas devastadas en la posguerra.

Pregunta. El mundo educativo parece ahora m¨¢s tranquilo que hace un a?o, cuando tom¨® posesi¨®n tras las protestas de los profesores contra su antecesor. ?Ya ha cumplido su misi¨®n?

Respuesta. Yo fui nombrado para apagar el fuego que se hab¨ªa declarado, pero no puedo contentarme con ser el bombero-jefe. Primero hab¨ªa que crear un clima de serenidad. Una vez logrado, tenemos que abordar la reforma en profundidad del sistema educativo.

P. ?Cu¨¢l es el sentido de esa reforma?

R. El primer aspecto que me propongo es el de elevar la exigencia intelectual de todo nuestro sistema, necesitado de m¨¢s calificaciones para sostener el crecimiento econ¨®mico. El segundo es la mejora de la expresi¨®n del ni?o desde la escuela maternal (2-5 a?os); la marginaci¨®n empieza por quedarse fuera del idioma com¨²n. A ello hay que agregar una lengua extranjera desde peque?os y otra cuando el ni?o entra en el colegio (11 a?os). Tambi¨¦n introduciremos una iniciaci¨®n fuerte a la ciencia, y la educaci¨®n art¨ªstica se convertir¨¢ progresivamente en obligatoria.

P. ?En qu¨¦ se va a concretar el plan de mejora de lenguas extranjeras?

R. Los ni?os que estudian en Francia comenzar¨¢n a aprender una primera lengua extranjera desde peque?os. Y cuando entren en el colegio iniciar¨¢n la segunda lengua extranjera, que ser¨¢ el ingl¨¦s si la escogida en la primaria fue otra.

P. ?Cu¨¢les son los idiomas m¨¢s estudiados actualmente?

R. La gran mayor¨ªa elige el ingl¨¦s, y el segundo es el alem¨¢n. El espa?ol y el italiano se estudian poco. Pero vamos a poner remedio a esto. El ingl¨¦s seguir¨¢ siendo importante, pero el espacio que se abre para la segunda lengua conseguir¨¢ que muchos m¨¢s estudiantes lleguen a dominar el alem¨¢n o el espa?ol, por ejemplo. Nuestros alumnos estar¨¢n as¨ª mejor preparados para su futura vida de ciudadanos europeos.

P. ?En qu¨¦ plazos se aplicar¨¢n estas medidas?

R. La reforma comenzar¨¢ en oto?o y se generalizar¨¢ de aqu¨ª al 2005. Necesitamos reclutar m¨¢s asistentes de lengua extranjera, obligatoriamente nativos. Creo que esto puede interesar a muchos j¨®venes licenciados o estudiantes: actualmente s¨®lo tenemos 30 asistentes de conversaci¨®n en espa?ol y vamos a necesitar varios centenares. Tambi¨¦n queremos reconocer el tiempo que el alumno pase en universidades extranjeras, para incitar a los franceses a que aprendan m¨¢s en otros pa¨ªses.

P. Desde fuera, sorprende la centralizaci¨®n de un sistema educativo de dimensiones tan colosales, que cuenta con 14 millones de alumnos y 1,3 millones de profesores y otros empleados de la ense?anza. Ya no quedan muchos pa¨ªses europeos en que las reformas se establecen y ejecutan de una vez para todos. ?Van a introducir m¨¢s descentralizaci¨®n?

R. Yo aprovecho los viajes para robar ideas aqu¨ª o all¨¢. Y soy partidario de descentralizar todo lo posible, para que florezcan mil iniciativas, pero esto no es posible en Francia sin que se produzcan ciertos impulsos de alcance nacional. Ahora tenemos presupuesto para crear 30.000 nuevos puestos de profesores en tres a?os, y vamos a renovar a la mitad del profesorado en diez a?os, dado el elevado n¨²mero de personas que se acercan a la edad de la jubilaci¨®n. Tenemos que gestionar todo esto y aprovecharlo para introducir las reformas.

P. ?Qu¨¦ puede hacer la escuela para enfrentarse a la violencia?

R. Las agresiones a profesores o entre alumnos son a¨²n limitadas, nada que ver con Estados Unidos o Gran Breta?a. Tenemos problemas ligados a la cultura de gueto, sobre todo en la regi¨®n parisiense. Gracias a Dios, la violencia en la escuela francesa es m¨ªnima en relaci¨®n a la que vemos por las calles. Me parece b¨¢sico tener un buen director en cada centro y vamos a animar la estabilidad de los equipos educativos, incluso con apoyo financiero. All¨ª donde tenemos un buen director, la violencia retrocede o desaparece. Pero el problema desborda la escuela. La dificultad viene de la poblaci¨®n que se considera excluida en las grandes zonas urbanas. Necesitamos un Ministerio de Reconstrucci¨®n de los Suburbios.

P. ?En qu¨¦ consiste ese proyecto?

R. Se habla mucho de la violencia en la escuela, pero no es m¨¢s que la consecuencia de lo que ocurre en la sociedad. Yo atribuyo la causa principal de esa violencia al tipo de urbanismo que se ha desarrollado en la periferia de las grandes ciudades. Necesitamos reconstruir esas ¨¢reas, como se hizo con las zonas devastadas en la posguerra. Pienso en los urbanistas que tienen ustedes, en Espa?a; en el ensanche de Barcelona, acometido con motivo de los Juegos Ol¨ªmpicos, que fue una buena operaci¨®n para integrar en la ciudad una zona deprimida... Si no hacemos algo, tendremos que limitarnos a contemplar la violencia como una lucha entre gendarmes y delincuentes. Los colegios de segundo grado en Par¨ªs son catastr¨®ficos, el Ayuntamiento nada ha hecho para renovarlos: mientras Chirac fue alcalde de Par¨ªs, apenas dedic¨® dinero a la construcci¨®n y mantenimiento de los establecimientos escolares. Espero que todo eso cambie con el alcalde socialista.

P. Hay una controversia sobre si debe mantenerse o no un mismo sistema de ense?anza para todos los alumnos hasta los 16 a?os, lo que en Francia se llama 'colegio ¨²nico', o anticipar la edad de una especializaci¨®n que conduzca al alumno hacia un oficio. ?Se va a reformar el colegio ¨²nico?

R. Se pueden cambiar muchas cosas en este pa¨ªs sin cambiar la palabra. En Francia no se puede atacar el colegio ¨²nico (que ha permitido a una mayor¨ªa de j¨®venes estudiar el bachillerato, antes reservado a las ¨¦lites) sin provocar grandes debates.