El anhelo del doctor Frankenstein
Fuertes resistencias cient¨ªficas, ¨¦ticas y legales a las primeras sugerencias sobre clonaci¨®n humana
La comunidad cient¨ªfica ha reaccionado entre el estupor y la admiraci¨®n ante el anuncio de un equipo internacional de investigadores que ha asegurado que conseguir¨¢ el primer clon humano vivo pr¨®ximamente. Lo encabeza el m¨¦dico italiano Severino Antinori, un enfant terrible de la reproducci¨®n asistida, famoso por conseguir que una mujer de 62 a?os concibiera una criatura.
De 'irresponsable' califica el proyecto Eduardo Rold¨¢n, bi¨®logo del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. 'La t¨¦cnica s¨®lo se ha probado en animales; entre el 97% y el 99% de los intentos terminan en malformaciones, abortos o con un alto riesgo de mortalidad al poco de nacer. Pensar en los fracasos con humanos causa estupor: abortos, fetos inviables y ni?os con malformaciones'. Pero Frankestein, seg¨²n Antinori, no ser¨¢ posible: examinar¨¢n los embriones y elegir¨¢n los que no tengan deformidades antes de ser implantados en la madre.
La gravedad de las consecuencias no le ha restado atractivo al proyecto, ni ante los medios de comunicaci¨®n, que acudieron fascinados al anuncio de Antinori el pasado 9 de marzo en Roma, ni ante las parejas en las que el hombre es inf¨¦rtil y que ven en la clonaci¨®n la ¨²nica forma de perpetuarse en su descendencia. Entre 600 y 700 personas se han presentado voluntarias, aseguran los cerebros de la osada iniciativa.
El pistoletazo de salida en la investigaci¨®n sobre clonaci¨®n lo dio hace tan s¨®lo cuatro a?os el equipo de Ian Wilmut en el Instituto Roslin de Edinburgo, al reproducir un mam¨ªfero transfiriendo el n¨²cleo de una c¨¦lula no germinal de una hembra adulta a un ¨®vulo no fecundado del que se hab¨ªa extra¨ªdo el material gen¨¦tico. Tras numerosos fracasos hab¨ªa nacido la oveja Dolly.
'Hasta entonces nadie se planteaba que la clonaci¨®n fuera posible', explica Carlos Romeo, director de la C¨¢tedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma humano de las Universidades de Deusto y del Pa¨ªs Vasco. 'Por ejemplo, en Inglaterra, Alemania, Espa?a, y en cierta manera Francia, se proh¨ªbe, pero la gran mayor¨ªa de pa¨ªses no tiene todav¨ªa una legislaci¨®n espec¨ªfica', explica. 'Sin embargo, aunque se entiende que lo que no est¨¢ expresamente prohibido est¨¢ permitido, se necesitar¨ªa la autorizaci¨®n previa de la autoridad sanitaria del pa¨ªs. Adem¨¢s, si hay fracasos, el causante tendr¨¢ que indemnizar a ese ni?o que va a tener una vida condicionada', a?ade. Romeo opina que Italia es un caso an¨®malo: 'All¨ª no hay ninguna ley al respecto. No acaban de ponerse de acuerdo las dos grandes tendencias del pa¨ªs, la conservadora vinculada a la Iglesia y la liberal. Por tanto, se podr¨ªan hacer estas experiencias'. Por su parte, Rold¨¢n cree que 'se puede sospechar que ya se est¨¢ investigando en clonaci¨®n humana en alg¨²n lugar del mundo'.
'Deber¨ªan seguirse orientaciones a nivel internacional', afirma Romeo. La declaraci¨®n de la Unesco sobre genoma y derechos humanos rechaza la clonaci¨®n humana con fines reproductivos, pero no tiene car¨¢cter vinculante. En Europa, el Convenio de Derechos Humanos y Biomedicina, que firmaron casi 30 pa¨ªses, tambi¨¦n la proh¨ªbe, pero los Estados deben incorporarlo a su ordenamiento jur¨ªdico, cosa que hizo Espa?a en 2000 pero que no ha aplicado todav¨ªa Italia. En EE UU s¨®lo se proh¨ªbe que estas investigaciones reciban fondos p¨²blicos. 'Hay que investigar y reflexionar al mismo tiempo', afirma Romeo; 'as¨ª, quiz¨¢s podremos evitar problemas como los que derivaron del uso de la energ¨ªa nuclear'.
Perversidad
Mar¨ªa Casado, directora del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho de la Universidad de Barcelona, considera que, aunque se pueden poner l¨ªmites a la ciencia, 'hay que reflexionar a partir de datos y dejar de tener ese miedo at¨¢vico a lo desconocido y a la ciencia. La libertad de investigaci¨®n es un derecho reconocido por la Constituci¨®n'. En su opini¨®n, la comunidad cient¨ªfica es bastante sensata, como lo demuestran las numerosas moratorias que ha propuesto en investigaciones no claras. 'Actualmente es imprudente, pero no considero que sea intr¨ªnsecamente perverso que alguien pueda tener descendencia de esta forma'.
Pocos dudan ya de que el ser humano colmar¨¢ en un futuro pr¨®ximo sus anhelos de inmortalidad. 'Cuando se domine la t¨¦cnica habr¨¢ que pensar si es aceptable para prevenir que algunas enfermedades gen¨¦ticas pasen a los hijos o para combatir la infertilidad. Pero todo lo dem¨¢s, como manipular el genoma del clon para que tenga unas determinadas caracter¨ªsticas, que una pareja clone a su hijo muerto o perpetuarse en un clon, debe merecer nuestro rechazo', concluye Romeo.
La ministra no contesta
Un a?o llevan los miembros de la Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida esperando a que la ministra de Sanidad les convoque. La comisi¨®n puede ofrecer respuestas a preguntas como cu¨¢l ha de ser el destino de los 30.000 embriones que permanecen congelados en las cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida espa?olas. 'Es grave y llamativo que no se nos convoque', se queja Carlos Romeo, vocal de la comisi¨®n. Estos embriones son los sobrantes de los tratamientos de reproducci¨®n asistida. La ley de 1988 establece que el tiempo m¨¢ximo para permanecer congelados es de cinco a?os. La duda es qu¨¦ hacer despu¨¦s. La ley s¨®lo permite utilizar para investigaci¨®n los que no son capaces de desarrollarse. El informe de la comisi¨®n, que de momento es confidencial, trata sobre este posible uso y espera que se la convoque para valorar si se han adoptado medidas para evitar que haya tantos embriones sobrantes. 'No hay constancia de c¨®mo han reaccionado los centros y no lo sabremos hasta que se nos re¨²na de nuevo'.
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