Astronom¨ªa de andar por casa

Para Cristina, Jos¨¦ Manuel, Emilio Jos¨¦ o Juan Manuel, estudiantes de ESO del instituto Los Cerros de ?beda (Ja¨¦n), las clases de astronom¨ªa son ahora mucho m¨¢s atractivas. Incluso han conseguido recitar de memoria los nombres de todas las constelaciones de la esfera celeste.

Hasta que su profesor de F¨ªsica y Qu¨ªmica Juan Antonio Jim¨¦nez Salas no cre¨® el planetario, que ahora es el rinc¨®n preferido para los casi 1.000 alumnos del centro, Emilio reconoce que s¨®lo acertaba a nombrar la constelaci¨®n de Tauro. 'Pero porque es el nombre de mi signo del zodiaco', aclara.

Hac¨ªa tiempo que a Juan Antonio Jim¨¦nez, un aficionado a la astronom¨ªa, le rondaba por la cabeza la creaci¨®n de un planetario con el que ilustrar de un modo pr¨¢ctico sus pesadas clases de F¨ªsica. 'La astronom¨ªa es algo dif¨ªcil de explicar porque los movimientos de las estrellas son muy complejos y en una pizarra no se aprecia bien', reconoce. Tras convencerse de que su objetivo nunca se har¨ªa realidad por la v¨ªa econ¨®mica -por lo ajustado del presupuesto de un centro educativo- ech¨® mano de su imaginaci¨®n, y de su amigo Alfonso Valenzuela, con quien comparte la misma pasi¨®n en la Agrupaci¨®n Astron¨®mica Quarks de ?beda.

Y as¨ª, despu¨¦s de cinco meses de intensos y, sobre todo, meticulosos trabajos, acaba de cumplir un viejo sue?o. El planetario del instituto Los Cerros es hoy la envidia de los centros de la provincia, y la Delegaci¨®n de Educaci¨®n ya se plantea incluso llevarlo de forma itinerante por todos los institutos al tratarse de una instalaci¨®n desmontable y transportable.

El planetario de Juan Antonio Jim¨¦nez no le tiene envidia al de los grandes centros astron¨®micos, y eso que s¨®lo ha costado 50.000 pesetas, que fue la subvenci¨®n que la Caja de Ja¨¦n otorg¨® a la asociaci¨®n Quarks. La explicaci¨®n no es otra que la utilizaci¨®n de materiales desechables que ¨¦l ha logrado reciclar.

'Al departamento de Geograf¨ªa se le rompi¨® la bola del mundo y yo les dije que me la dieran para hacer pruebas, pero al final se ha convertido en definitiva', explica. En esa bola coloc¨® todas las estrellas de la esfera celeste con una broca de s¨®lo 0,5 mil¨ªmetros de grosor. El resto de los materiales son cuatro proyectores y una c¨²pula hemisf¨¦rica de cuatro metros realizada con un pl¨¢stico cosido de forma artesanal.

La segunda parte del trabajo, la m¨¢s sencilla, consisti¨® en grabar un montaje que explicara a todos los que se introducen bajo la c¨²pula todos los movimientos de los planetas, constelaciones, nebulosas, la v¨ªa l¨¢ctea, el sol o la luna. En los 30 minutos que dura la proyecci¨®n, los alumnos conocen el discurrir de las constelaciones de todo el firmamento, incluido el hemisferio norte y el sur, o la posici¨®n de la Tierra en el Ecuador.

El efecto cautivador del planetario en el instituto ya se est¨¢ notando. 'Cuando metes a un grupo de chavales revoltosos debajo de esta c¨²pula, parece que les han metido algo en las venas porque salen calmados, tranquilos y con mayor inter¨¦s por la ciencia', asegura este profesor de Torreperogil (Ja¨¦n).

Mientras los cuerpos celestes se proyectan con una claridad meridiana sobre la c¨²pula creada por Juan Antonio, la preocupaci¨®n de este apasionado de la astronom¨ªa se centra ahora en crear un nuevo montaje que sea capaz tambi¨¦n de atraer a los escolares m¨¢s peque?os y al p¨²blico en general. De momento, m¨¢s de treinta colegios e instituciones han pedido ya recibir este planetario de andar por casa.