'Quien me critica nunca me ve entrenarme'
Ten¨ªa 12 a?os cuando compiti¨® por primera vez en una carrera. Sus dos hermanos mayores deb¨ªan participar en una prueba escolar y su madre les dijo que s¨®lo ir¨ªan si se lo llevaban. Reyes Est¨¦vez corri¨® entonces aquellos 2.000 metros campo a trav¨¦s y gan¨® a rivales que le superaban en cuatro a?os. Fue su despegue. Ahora, con 24, el atleta de Cornell¨¤ (Barcelona) se ha convertido en una estrella de los 1.500 metros, una de las pruebas estelares del atletismo. Est¨¦vez logr¨® la medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo al aire libre de Sevilla 99. Pero fue hace un par de semanas cuando obtuvo su mejor resultado al colgarse del cuello la plata en los Mundiales en pista cubierta de Lisboa, todo un desquite tras su exclusi¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000 por parte de la Federaci¨®n, presidida por Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola y cuya comisi¨®n t¨¦cnica consider¨® que no estaba en la forma debida Su entrenador, Gregorio Rojo, asegura que es tan bueno como el marroqu¨ª El Guerruj y que durante el verano estar¨¢ en condiciones de cubrir su distancia en 3m 29s. Ser¨ªa su mejor marca.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se ti?e el pelo de rubio?
Respuesta. Fue una cosa de todo el grupo que entrenamos en el CAR [el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat]. Nos lo te?imos todos, los cuatro. Al cabo de poco tiempo, en los Mundiales de Sevilla, me fue de maravilla. Hice una gran carrera. Y me qued¨¦ con el h¨¢bito. Pens¨¦ que si las cosas van bien no hay por qu¨¦ cambiar nada. Adem¨¢s, me encanta mi aspecto.
P. ?Tiene novia?
R. S¨ª. Desde hace un a?o y seis meses.
P. ?Y eso le condiciona?
R. No. Ella es estudiante. Est¨¢ terminando su carrera. Vive en Sevilla y yo en Barcelona. Nos vemos cada mes. Y mantenemos una relaci¨®n normal. Ella entiende la profesi¨®n que tengo y mis obligaciones.
P. ?Cu¨¢les son sus aficiones cuando no se entrena o compite?
R. Cuando eso ocurre, estoy de vacaciones y me gusta relajarme en la playa o en un balneario. Eso es importante. Pero, cuando estoy tranquilo, me gusta escuchar m¨²sica en la habitaci¨®n, meterme en Internet o leer. ?El ¨²ltimo disco que he comprado? Sabina y compa?¨ªa.
P. ?Va al cine?
R. S¨ª. Pero el d¨ªa del espectador es siempre el mi¨¦rcoles, que es en el que tengo entrenamiento fuerte por la tarde y, como la pel¨ªcula sea un poco parada, me quedo sobado. Me gustan las de acci¨®n, cualquiera que sea buena.
P. ?Qu¨¦ suele leer?
R. G¨¦neros muy distintos. Mi novia me meti¨® el h¨¢bito. Me va mandando libros. Yo no le¨ªa nada. Pero me met¨ª dentro de un libro y ahora cada d¨ªa estoy m¨¢s enganchado. ?El que m¨¢s recuerdo? La piel del tambor. Me gust¨® mucho. Llevaba cinco o seis meses con mi novia, a¨²n no conoc¨ªa Sevilla y la novela me introdujo en el decorado sevillano.
P. ?Por qu¨¦ vive en el CAR si su familia est¨¢ a cuatro pasos, en Cornell¨¤?
R. Ya llevo en el CAR ocho a?os. Soy el m¨¢s veterano. Y me ha ido muy bien. Entiendo que la gente piense que tengo la casa al lado. Voy muchas veces a comer o cenar. Siempre que puedo. Pero me gusta este ambiente porque te permite estar muy concentrado en los entrenamientos. No tengo ninguna preocupaci¨®n, ninguna distracci¨®n. Estoy relajado y bien. Y para ver a mi familia cojo el coche y estoy en diez minutos.
P. ?Le pes¨® al principio, a los 16 a?os, quedarse en una residencia?
R. S¨ª. Sales de casa, nunca has vivido as¨ª. Las primeras semanas sin televisi¨®n, sin m¨²sica, fueron muy aburridas. Ahora todo es distinto. Tengo la habitaci¨®n muy bien equipada. Soy el due?o de la galer¨ªa.
P. ?En qu¨¦ trabaja su padre? ?Le ayud¨® su familia a dedicarse al atletismo?
R. Es alba?il. Somos cuatro hermanos y yo soy el pen¨²ltimo. Mis hermanos s¨ª que me ayudaron. En realidad, uno de ellos fue el que me meti¨® en el atletismo. Cuando yo ten¨ªa 12 a?os, mis dos hermanos mayores deb¨ªan participar en una carrera escolar de 2.000 metros en el parque Can Mercad¨¦, de Cornell¨¤. Era un s¨¢bado y mi madre les dijo que si quer¨ªan ir deb¨ªan llevarme con ellos. El mayor ten¨ªa cuatro a?os m¨¢s que yo. Y, como estaba all¨ª, corr¨ª con ellos porque no hab¨ªa otras categor¨ªas. Me dieron un dorsal y gan¨¦ la carrera. Era la primera vez que compet¨ªa.
P. ?Y qu¨¦ ocurri¨® luego?
R. Pues que all¨ª hab¨ªa un entrenador del Cornell¨¤, Manuel Carrasco, que me vio y me dijo que fuera a entrenarme con ellos. Creo que estaba un poco alucinado. Fue mi primer entrenador. Y supo meterme dentro el gusanillo de las carreras. A los 16 a?os entr¨¦ en el CAR de Sant Cugat y comenc¨¦ a prepararme con Gregorio Rojo.
P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® dedicarse profesionalmente al atletismo?
R. Mientras que no vi que pod¨ªa ganarme la vida, no lo decid¨ª. Yo era un loco del motor y mi sue?o era llegar alg¨²n d¨ªa a un equipo del Mundial de Rallies. Esto era lo m¨¢ximo para m¨ª. Pero lleg¨® el atletismo y cada vez me exig¨ªa m¨¢s. Decid¨ª abandonar mis estudios en segundo de Formaci¨®n Profesional, en la especialidad de automoci¨®n, a los 17 a?os.
P. ?C¨®mo lo encajaron sus padres?
R. No les gust¨®. No era un mal estudiante. Tuve una mala ¨¦poca con ellos. Iba a verlos cada semana y no lo entend¨ªan. Ahora ya s¨ª.
P. Corri¨® en cross y en los 1.500 metros. ?Qu¨¦ le decidi¨® por los 1.500, una prueba tan dif¨ªcil?
R. De peque?o, empec¨¦ en cross y era buen¨ªsimo: qued¨¦ campe¨®n de Espa?a y octavo en un Mundial j¨²nior. Pero luego, en la pista, me gustaron m¨¢s los 1.500 que los 3.000. Era la ¨¦poca en que ya hab¨ªam salido [Ferm¨ªn] Cacho y todos estos. El problema es que la gente pensaba que yo no era r¨¢pido, que era m¨¢s de fondo. Pero la cuesti¨®n era que empec¨¦ a desarrollarme biol¨®gicamente muy tarde. Con 16 a?os no ten¨ªa la musculaci¨®n de otros chicos de mi edad. Cuando llegaba al sprint, me ganaban, ten¨ªan m¨¢s fuerza. Pero, cuando comenc¨¦ a pegar el cambio, cog¨ª fuerza y velocidad y comenc¨¦ a disfrutar.
P. ?Qu¨¦ cree que le ha aportado el ¨¦xito?
R. Reconocimiento hacia m¨ª y hacia mi entrenador. Y, adem¨¢s, que valoran tu trabajo. Hay muchos otros que se dejan las piernas igual que yo y, si no ganan, no se lo valoran. A m¨ª tambi¨¦n me ha ocurrido. Si no logro resultados, dicen que no me entreno. Y es falso.
P. ?Pero le cuesta entrenarse? ?Sabe que le han criticado precisamente por estos aspectos?
R. No, no me cuesta, aunque reconozco que suelo llegar tarde. Si no tengo ning¨²n problema f¨ªsico o un d¨ªa muy cansado, de los que te notas destrozado cuando te pones a correr, me gusta entrenarme. Quien me critica es una persona que est¨¢ en Madrid y que no me ha visto entrenarme ni un d¨ªa al a?o [se refiere a Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, el presidente de la Federaci¨®n]. Es una burrada. El ¨²nico que sabe c¨®mo me entreno y lo que estoy haciendo es Gregorio.
P. Hay un componente de fidelidad con Gregorio Rojo, pues le han aconsejado muchas veces que se busque otro entrenador.
R. Al margen de ser el mejor de la especialidad, Gregorio es una gran persona. No s¨®lo ha sido mi entrenador, sino mi segundo padre. Empec¨¦ muy joven y ¨¦l siempre me ha dado consejos. Me ha resuelto todos los problemas. Incluso fue conmigo a pedir la pr¨®rroga para el servicio militar. Para m¨ª, ha sido un apoyo total, una persona que me dijo las cosas claras y me llev¨® por el buen camino.
P. Se le acusa de ser independiente, de hacer las cosas a su manera.
R. Lo que ocurre es que siempre estoy en la boca de todo el mundo. No es lo mismo que yo no me entrene un d¨ªa o que lo haga otro. Si no te ven en la pista o te ven haciendo otra cosa, al d¨ªa siguiente ya has faltado siete d¨ªas. Pero quiz¨¢ no te han visto entrenarte a las siete de la ma?ana. Me han creado una fama que no me gusta para nada. Sobre todo, porque la difunde gente que lo ¨²nico que pretende es hacer da?o.
P. ?Hasta qu¨¦ punto cree que afect¨® incluso su vida privada quedar excluido de los Juegos de Sydney?
R. Me afect¨® en muchos sentidos. Me hicieron un da?o que ya es irreparable. Ya no puedo recuperar aquellos Juegos y mi m¨¢xima ilusi¨®n es conseguir una medalla ol¨ªmpica. Lo cambiar¨ªa todo por eso. Es siempre el objetivo. Ser¨ªa el hombre m¨¢s feliz. Por eso, verme truncado, apeado de aquella manera, me quit¨® las ganas de todo. No le ve¨ªa sentido a nada. Cada vez que lo pienso me pongo malo. C¨®mo actuaron en lo personal, c¨®mo insultaron a mi entrenador, como le mancharon con una frase... Es imperdonable. Meterse con mi novia... Ella se crey¨® culpable. Estuvimos m¨¢s de cuatro meses sin vernos por este problema. Que se pongan en tu vida molesta.
P. ?Se hacen amigos en el atletismo?
R. Es un deporte individual, en el que tienes que ser ganador y luchar como el que m¨¢s. Pero fuera de la pista es un deporte muy noble. Cuando se ven dos atletas se sienten orgullosos, hay una complicidad. Siempre tenemos un buen gesto, nos ayudamos.
P. ?Qu¨¦ coche tiene?
R. Un Audi, clase A-3.
P. ?Es el ¨²nico?
R. Tengo otro, un CLK. Pero todo hay que decirlo, Mercedes se port¨® muy bien. Me dej¨® un precio que no pod¨ªa decir que no.
P. ?Resuelve la vida una carrera atl¨¦tica como la suya?
R. No lo s¨¦. Mi vida deportiva puede durar hasta los 34 o los 35 a?os. Hay atletas que se pueden retirar como Cacho, Abel Ant¨®n, Mart¨ªn Fiz..., porque ya lo han conseguido casi todo. ?Econ¨®micamente? S¨ª. Me dediqu¨¦ a esto porque vi que empezaba a ganar dinero. He podido hacer un poco de caja. Pero con mucho sacrificio: igual que te lo dan te lo quitan. Ya ve con las becas.
P. Su entrenador asegura que es tan bueno como El Guerruj, pero que los marroqu¨ªes viven el atletismo como una religi¨®n.
R. Es cierto. Pero tambi¨¦n tienen carreras m¨¢s cortas que las nuestras. ?l tiene tres personas de alto nivel que le llevan los entrenamientos. Yo me entreno muy fuerte y doy el m¨¢ximo, pero tengo que adaptarme solo. Sin embargo, tal vez si me entrenara como ¨¦l me ir¨ªa peor. Creo que con Gregorio hacemos lo adecuado. Gregorio me lleva muy bien y no descarto que en un futuro pr¨®ximo pueda ganar a El Guerruj.
![Reyes Est¨¦vez, en una zona de entrenamiento del CAR de Sant Cugat.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QQNTBLBGHUJ4BELSTQOMMQVIKQ.jpg?auth=1fa1ad6d4b119b8a4569aad3c167bb772f02d33decba1c0a645851c90fbecd8b&width=414)
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