Muerte en directo

El jueves 22 por la noche llegu¨¦ a casa justo para ver el resumen final de uno de los telediarios de la noche. No puedo describir el estupor que me produjo ver c¨®mo mataban a una persona delante de las c¨¢maras. Seg¨²n me contaron, en otro telediario anterior, el mismo c¨¢mara que rodaba impasible la imagen, movi¨® la c¨¢mara de tal manera que junto a ¨¦l se pudo ver a otro grupo de periodistas grabando la misma imagen, pero ¨¦stos lo hac¨ªan incluso con tr¨ªpodes. El viernes en todos los peri¨®dicos tambi¨¦n pudimos ver la secuencia completa.

?C¨®mo se justifica esto? Ya s¨¦, los periodistas de guerra utilizan numerosas excusas para este tipo de cosas, como el derecho a la informaci¨®n y bla, bla, bla. Pero la realidad es que este tipo de cosas vende. A m¨ª no me hace falta que me ense?en c¨®mo en las guerras muere la gente, c¨®mo se muere de hambre en muchos pa¨ªses, c¨®mo la gente tiene que abandonar sus tierras y sus casas, para tomar conciencia de que estas realidades existen. ?Realmente la gente necesita ver esto para ver espoleadas sus conciencias?

Da sensaci¨®n de que todo es irreal. Te retransmiten las guerras y las muertes por televisi¨®n (recordemos cuando se hizo coincidir uno de los ataques m¨¢s famosos de la historia de las guerras modernas -famoso por la televisi¨®n claro- con la hora en la que una famosa cadena americana comenzaba a emitir). Y todo el mundo en sus casitas tranquilamente, viendo esas im¨¢genes como si de una pel¨ªcula se tratara. Luego apago la tele y a dormir, que ma?ana tengo que manifestarme porque a mi equipo de f¨²tbol le han anulado un gol.-