Espa?a gana 2-1 a la selecci¨®n francesa, actual campeona del mundo
El equipo de Camacho derrota a los franceses tras un partido muy combativo
Espa?a gan¨® un partido m¨¢s atractivo para los estrategas que para los aficionados al f¨²tbol. Renunci¨® a muchos de sus principios para mantener un combate sordo, muy brusco en el segundo tiempo, con un predominio absoluto de la t¨¢ctica. S¨®lo se vio un momento diferente, el protagonizado por Ra¨²l, Helguera y Morientes en el gran segundo gol. Fue una jugada excepcional en el sentido puro de la palabra. Fuera de ese instante, el f¨²tbol fue menor, aunque las consecuencias del partido inyecten algo de optimismo sobre un equipo sometido a una crisis de credibilidad.
Probablemente advertida sobre su ingenuidad en partidos de esta clase, Espa?a renunci¨® a la aventura y le jug¨® a Francia con mucho cuidado. Y como los franceses guardan cuidado a todo el mundo, el encuentro fue la apoteosis de lo t¨¢ctico. En Espa?a, eso es una novedad, pues en los ¨²ltimos tiempos se ha distinguido por su inter¨¦s por conducir los partidos a toda costa, con la pelota como elemento fundamental de su juego. Esa idea generosa rindi¨® grandes beneficios antes de la Eurocopa, pero ahora est¨¢ en entredicho, al menos para Camacho. Lo dijo despu¨¦s de la derrota frente a Inglaterra: 'Jugamos a la pelota, no al f¨²tbol'. Es cierto que hay diferencia entre lo trivial y el f¨²tbol con sustancia, pero de las palabras de Camacho se deduc¨ªa un cambio de mensaje. Se comprob¨® ante Francia.
ESPA?A 2|FRANCIA 1
Espa?a: Ca?izares; Manuel Pablo, Hierro, Nadal, Sergi ; Mendieta (Etxeberria m. 90), Guardiola, Helguera (Baraja m. 62), Munitis (Vicente m.72); Morientes (Javi Moreno m. 82) y Ra¨²l. Francia: Letizi; Karembeu, Desailly, Silvestre, Lizarazu; Makelele (Pires m. 55), Vieira (Trezeguet m. 76), Petit, Zidane (Micoud m. 60); Dugarry (Wiltord m. 46) y Henry. Goles: 1-0. M. 40. Centro de Mendieta desde la derecha y Helguera marca de cabeza. 2-0 M. 48. Ra¨²l cede a Morientes, que hace la pared con Helguera dentro del ¨¢rea y supera con habilidad a Letizi. 2-1. M. 85. Henry mete un pase en profundidad a Trezeguet que controla y, s¨®lo ante Ca?izares, marca de tiro cruzado que entra rozando el palo. ?rbitro: L. M. Fr?lich (Alemania). Amonest¨® a Hierro y Ra¨²l. Unos 40.000 espectadores en el estadio de Mestalla en Valencia.
El problema es si Espa?a est¨¢ preparada para sostener los partidos desde la t¨¢ctica. No parece un equipo -al menos este equipo- con tal clase de mentalidad, a pesar del evidente esfuerzo que hicieron los jugadores por mantener las posiciones, taparse defensivamente, especular para la caza del error, todo aquello que demanda la pizarra. Quiz¨¢ el resultado diga la contrario, pero la sensaci¨®n queda ah¨ª. En su ¨²nica ocasi¨®n en el primer tiempo, Espa?a aprovech¨® un cabezazo de Helguera para cobrar una ventaja que aument¨® con un sensacional gol de Morientes.
El segundo tanto, que fue un ejemplo de astucia -Ra¨²l- e imaginaci¨®n -la pared entre Helguera y Morientes-, tuvo un efecto optimista sobre los jugadores, que hab¨ªan actuado con mucha profesionalidad, pero un poco acartonados, con la deuda de los ¨²ltimos resultados. Durante todo el primer tiempo jug¨® con mentalidad francesa: mucha organizaci¨®n, mucha t¨¢ctica, mucho cuidado. Desde el Mundial 98, Francia est¨¢ convencida de las virtudes de su modelo. Es un equipo que ha trabajado mucho el funcionamiento colectivo, en perjuicio de la creatividad, reservada exclusivamente a Zidane. Tampoco es tonter¨ªa el aprovechamiento que hace de unos jugadores que en, su mayor¨ªa, son unos purasangres, futbolistas con unas espectaculares condiciones f¨ªsicas. En ese aspecto, la diferencia con Espa?a es evidente.
La preponderancia de lo t¨¢ctico fue total en el primer tiempo, plano y muy contenido. Nadie arriesg¨® porque no hab¨ªa sitio, ni decisi¨®n. Los franceses tapaban la salida de Guardiola y los espa?oles se defend¨ªan con orden. Las ocasiones depend¨ªan de los errores. En la primera parte hubo uno, protagonizado por Nadal, que se enred¨® con el bal¨®n y permiti¨® una llegada a todo trapo de Henry. Ca?izares salv¨® el mano a mano, y all¨ª se terminaron las oportunidades de Francia. Las espa?ole s no existieron hasta el gol de Helguera. Hasta entonces, volaron algunos pelotazos frontales y poco m¨¢s.
El tanto de Morientes cambi¨® el partido. No lo hizo mucho mejor, pero lo volvi¨® intenso, con alg¨²n momento desagradable. Espa?a tuvo diez minutos de f¨²tbol suelto, pero luego regres¨® a su primera idea. Zidane, que hab¨ªa dejado alg¨²n detalle, pero hab¨ªa pasado de puntillas por el partido, se retir¨® cuando el encuentro estaba en su fase m¨¢s brusca. Peg¨® Espa?a y los franceses atacaron. Sus probabilidades aumentaban cuando la cosa iban con Henry, jugador que va camino de convertirse en uno de los mejores del mundo. Del arre¨®n lleg¨® el gol de Trezeguet, con Espa?a achicando con la voluntad de un equipo que quer¨ªa salir de la crisis. El resultado as¨ª lo dice, pero el juego no tanto.
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