La banda preparaba desde octubre la llegada a Galicia de un 'comando'

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirm¨® ayer que la supuesta etarra Alicia S¨¢ez de la Cuesta estaba preparando desde octubre la infraestructura para la llegada de un comando a Galicia, 'aunque no est¨¢ claro si era para reconstruir un grupo estable o para recabar datos para atentar contra un objetivo concreto', dijo. Rajoy explic¨® que el piso localizado en la calle de Casta?os de Santiago de Compostela, donde no hab¨ªa armas ni explosivos pero s¨ª abundante documentaci¨®n, hab¨ªa sido alquilado en octubre por la detenida 'y otra mujer de la que se desconoce la identidad'. Adem¨¢s, asegur¨® que tras la captura de la supuesta directora de la caravana de la muerte -dos furgonetas con 1.700 kilos de dinamita que se dirig¨ªan a Madrid- 'ya no hay m¨¢s colaboradores de la banda en Galicia' y su incipiente infraestructura 'ha quedado desmantelada'.

Fue la llamada de un vecino la que puso a la Guardia Civil sobre la pista definitiva del piso de Santiago, pero gran parte de los ocupantes de las otras 53 viviendas del n¨²mero 6 de la calle de Casta?os ni recuerdan haberse cruzado con S¨¢ez de la Cuesta. ETA hab¨ªa sido cuidadosa en la elecci¨®n del lugar: una zona ocupada mayoritariamente por estudiantes, donde el trasiego de inquilinos y visitas es continuo a cualquier hora.

Adem¨¢s, los etarras pod¨ªan disponer de un escondite a 400 metros de la plaza del Obradoiro, junto al ayuntamiento, la catedral y unas dependencias que el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, usa para actos institucionales. 'Los coches del ayuntamiento los guardamos en un garaje a menos de 30 metros del piso', coment¨® Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo, alcalde de Santiago. 'No cuesta trabajo pensar que sus objetivos tendr¨ªan que ver con el n¨²cleo central de la ciudad, por donde pasan a diario personalidades y cargos p¨²blicos'.

La due?a de una tienda de alimentaci¨®n es de las pocas vecinas que recuerda a Alicia S¨¢ez, que a veces hac¨ªa 'compras normales'. En una ocasi¨®n fue acompa?ada de 'otra chica'. 'Hace dos o tres meses que no ven¨ªa', explic¨® la tendera. La fecha elegida por ETA para alquilar el piso tampoco fue casual: en octubre, cuando empieza el curso y llegan los estudiantes en avalancha.