Entre las muchas diferencias

Entre las muchas diferencias que supongo habr¨¢ entre Savater y Haro Tecglen, hay algunas que, despu¨¦s de largos a?os como lector de ambos, me gustar¨ªa destacar. Savater ha tomado partido por una defensa activa de la libertad y los derechos de las personas, ha renunciado a una vida c¨®moda mirando a otro lado o defendiendo la equidistancia, y ha decidido ejercer de fil¨®sofo haciendo pensar y rebelarse a muchos que nos hab¨ªamos acostumbrado a ver como normal la perversidad y degradaci¨®n moral que rigen la vida en el Pa¨ªs Vasco.

Mientras, Haro critica y pone en tela de juicio a todo y a todos: que se defienda la libertad frente a los que se?alan, apuntan y disparan por hacerlo; que se defienda la Constituci¨®n y el Estatuto all¨ª donde si lo haces pones en riesgo tu vida, tu familia y tus bienes; que se grite ?Basta ya! donde el silencio c¨®mplice es el preludio de la justificaci¨®n del asesinato. Todo ello c¨®modamente sentado en su butaca mientras miles de personas que defienden esos principios est¨¢n amenazadas y no pueden bajar con sus hijos al parque, jugar al mus en el bar o comprar el peri¨®dico sin la incertidumbre de saber si regresar¨¢n a casa. Entonces, Haro, a todos aquellos que se han rebelado ante ese silencio que nos hac¨ªa cada d¨ªa m¨¢s miserables, los etiqueta de nacionalistas espa?oles, de buscar puentes a la derecha, de provocar, de perseguir, radicalizar.

Creo que somos muchos los que hemos disfrutado, hace ya algunos a?os, leyendo a Haro y cuestion¨¢ndonos ideas, dogmas, religi¨®n, h¨¢bitos. Pero siempre con unos claros referentes: la libertad, la defensa de los m¨¢s desprotegidos, los derechos de las personas. Estos referentes son los que hoy Savater defiende en Euskadi y Haro cuestiona en una pirueta hacia ning¨²n lado.-