El deporte no es peligroso
Es poco probable que Diego Garc¨ªa haya muerto de un infarto de miocardio ya que no se le conoc¨ªan factores de riesgo: era joven (39 a?os); se supone que no fumaba ya que era deportista, y, dado que como profesional estaba controlado, no deber¨ªa ser hipertenso.
Tambi¨¦n debemos descartar que padeciera alguna lesi¨®n cardiaca previa, como una estenosis a¨®rtica o un prolapso mitral u otras enfermades valvulares, que haya pasado inadvertida en los numerosos controles a que se someten en Espa?a los deportistas de elite. Tambi¨¦n se habr¨ªa visto si sufriera una miocardiopat¨ªa hipertr¨®fica.
Lo m¨¢s probable es que Garc¨ªa sufriera una arritmia ventricular r¨¢pida o taquicardia ventricular sostenida que terminara en paro cardiaco. Es decir, se trata, probablemente, de una muerte s¨²bita por arritmia desencadenada por la existencia previa de unas v¨ªas an¨®malas, silentes desde el nacimiento hasta que desarrollan la arritmia mortal.
Otra posibilidad es que la muerte s¨²bita no se haya debido a un problema del coraz¨®n (de hecho, hay un porcentaje estimable de muertes s¨²bitas no cardiacas) sino a un aneurisma cerebral cong¨¦nito que estallara debido a un aumento de la presi¨®n arterial producido por el ejercicio f¨ªsico.
No porque un deportista profesional haya muerto corriendo podemos afirmar que el deporte es peligroso; m¨¢s bien debemos decir que toda aquella persona que se decida a practicar un deporte debe conocer antes c¨®mo est¨¢ su coraz¨®n.
Enrique As¨ªn Cardiel es el director del Instituto de Enfermedades del Coraz¨®n del Hospital Ram¨®n y Cajal, de Madrid.
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