De Eslovenia a la c¨¢rcel
En casi diez a?os, el ex presidente yugoslavo destruy¨® un pa¨ªs y llev¨® la guerra a otros tres
Desde el 27 de junio de 1991 hasta el 1 de abril de 2001 han transcurrido casi diez a?os, pero, en ese intervalo, a Slobodan Milosevic le ha dado tiempo a dinamitar un pa¨ªs (Yugoslavia) y llevar la guerra a Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo. El resultado en v¨ªctimas supera los 200.000 muertos y dos millones de desplazados y refugiados. El cerebro de la Gran Serbia y de la limpieza ¨¦tnica, el hombre que movi¨® a su antojo y beneficio a peones como Radovan Karadzic ('Serbia alcanza hasta donde est¨¦ la ¨²ltima tumba de un serbio', dijo el l¨ªder de los radicales serbobosnios en 1992) o carniceros como Ratko Mladic (responsable del asalto de Srebrenica, en julio de 1995, con 10.000 muertos-desaparecidos) fue tratado por la llamada comunidad internacional como un pacificador en las negociaciones de Dayton (a finales de 1995). Se le otorg¨® ese estatuto, igual¨¢ndole al presidente croata Franjo Tudjman y al l¨ªder bosnio Alia Izetbegovic, como una concesi¨®n pol¨ªtica para lograr la paz. Su respuesta de estadista fue Kosovo en 1998 y 1999 y la tensi¨®n creciente con la hermana Montenegro.
Desde que Milosevic se convirtiera, el 15 de mayo de 1986, en el l¨ªder regional del Partido Comunista Serbio, de la mano de su entonces mentor Iv¨¢n Stambolic (ca¨ªdo en desgracia despu¨¦s y desaparecido en Belgrado en el verano de 2000), su carrera ha sido mete¨®rica. De comunista, a socialdem¨®crata; de socialdem¨®crata, a nacionalista... Siempre con un ¨²nico objetivo: conservar el poder a cualquier precio.
El que fuera negociador estadounidense en los Balcanes, Richard Holbrooke, le calific¨® de persona inteligente y fr¨ªa. Milosevic ha manipulado durante este tiempo con el tablero internacional, inclin¨¢ndose a veces hacia Rusia o coqueteando con China, o cobrando ventas telef¨®nicas a Italia, siempre en el filo de un ejercicio malabar. Un diplom¨¢tico europeo lo retrat¨® en la mejor definici¨®n posible: un jugador de ajedrez con maneras de p¨®quer. Ayer, al fin, se qued¨® sin cartas.
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