El pueblo del vertedero
2.000 personas viven junto al basural de Valdeming¨®mez en casas levantadas sin licencia en la Ca?ada Real Galiana
Ning¨²n reba?o osar¨ªa recorrer la actual Ca?ada
Real Galiana a su paso por Vallecas Villa. Tendr¨ªa que esquivar los cientos de camiones que recorren cada d¨ªa esta antigua v¨ªa pecuaria en direcci¨®n al vertedero y la incineradora de Valdeming¨®mez, respirar¨ªa polvo a raudales y el olor del cercano basural le empujar¨ªa a buscar pastos m¨¢s jugosos. Pero este entorno alberga un verdadero pueblo en el que viven unas 2.000 personas, la mayor¨ªa de escasos recursos, que han levantado ilegalmente casas, chabolas y almacenes en una franja de terrenos p¨²blicos, de seis kil¨®metros de largo y 75 metros de ancho, que va desde la carretera de Valencia al barrio getafense de Perales del R¨ªo.
Estas familias pagan contribuci¨®n urbana y reclaman a la Comunidad, due?a de los suelos, que regularice su situaci¨®n. Es decir, que les venda los terrenos que ya utilizan. El Gobierno regional admite que se trata de un 'problema social complejo', al que hay que dar una respuesta diferente al desalojo, y se muestra partidario de buscar una salida con los afectados y el Ayuntamiento. Mientras esos suelos sean ca?ada, es imposible legalizar en ellos construcci¨®n alguna; por ello,una de las soluciones que barajan las instituciones es cambiar el trayecto de esta v¨ªa pecuaria.
Carmen Canales, de 47 a?os, vive en este pueblo desde hace un lustro, con su marido y sus tres hijos, de 28, 24 y 14 a?os. Ellos mismos arreglaron un terreno con una chabolilla que sus anteriores ocupantes les vendieron. O, como ella dice, les 'cedieron'. En este barrio, la palabra vender es tab¨². Las parcelas, que son p¨²blicas, se 'ceden', previo pago de uno o dos millones de pesetas, o incluso m¨¢s. El agua y la luz la obtienen gratis mediante enganches ilegales, pero los vecinos recalcan que 'nadie se niega a pagar'. Lo que ocurre es que ni Uni¨®n Fenosa ni el Canal de Isabel II contratan servicios con estos colonos irregulares. Hay reparto de butano, recogida de basuras y cartero, pero ning¨²n autob¨²s de l¨ªnea entra a la Ca?ada.
'Nosotros, como la mayor¨ªa, vinimos aqu¨ª empujados por la necesidad. Pag¨¢bamos 50.000 pesetas de una hipoteca; mi marido se qued¨® en el paro y acabamos desahuciados. Es un trago horrible, a m¨ª me produjo una depresi¨®n que todav¨ªa arrastro', explica Carmen. Su vivienda est¨¢ bien apa?ada y tiene un peque?o jard¨ªn. Pero por su puerta pasan cada d¨ªa centenares de camiones cargados de basura, y la fetidez y el polvo se hacen insoportables. Sin contar con que alrededor no hay tiendas, escuelas ni parques. 'Ahora mi marido trabaja en una gr¨²a, pero preferimos quedarnos porque, como ¨¦l gana poco, siempre seguir¨ªamos con el miedo de volver a ser desahuciados', a?ade esta mujer, cuyo hijo menor acude cada d¨ªa a clase en uno de los cinco autobuses escolares que, desde hace tres a?os, trasladan a los ni?os de la Ca?ada a colegios de Rivas y Vallecas.
La mayor¨ªa de los moradores de la Ca?ada son payos, pero tambi¨¦n hay gitanos y, cada vez m¨¢s, magreb¨ªes, rumanos y latinoamericanos. Junto a las casas, la mayor¨ªa de autoconstrucci¨®n, hay desguaces, almacenes, aparcamientos de autobuses, una tienda y varios bares. De las 400 parcelas ocupadas, 300 est¨¢n habitadas y el resto son negocios. La presidenta de la asociaci¨®n de vecinos de este tramo de v¨ªa pecuaria, Elena Mart¨ªn, afirma: 'Si a nosotros nos echan por ilegales tambi¨¦n tendr¨¢n que desalojar a las empresas y vecinos que ocupan otros tramos de ca?ada como la calle de Alcal¨¢ o el paseo de la Castellana'.
El barrio est¨¢ lleno de rumores. Se dice que hay familias desalojadas de poblados chabolistas con venta de droga que insisten en comprar terrenos, y tambi¨¦n que hay quienes levantan casas para arrendarlas abusivamente a otros m¨¢s necesitados, sobre todo inmigrantes. Mart¨ªn reconoce que existe movimiento de parcelas, pero no tiene noticias de que se est¨¦n produciendo arriendos. 'La mayor¨ªa vivimos en el suelo que ocupamos y, como mucho, hay quien levanta otras casas para sus hijos', asegura.
El director general de Agricultura de la Comunidad, Javier Garc¨ªa Ca?ete, que se reunir¨¢ con estos vecinos el pr¨®ximo 9 de abril, califica el problema de 'social' y explica que est¨¢ buscando, con el Consistorio, una alternativa 'para adecuar esta invasi¨®n de la ca?ada a la ley de v¨ªas pecuarias, que proh¨ªbe en ellas la edificaci¨®n'. La modificaci¨®n del actual trazado de la ca?ada 'es una posibilidad contemplada en la ley de v¨ªas pecuarias de 1998, pero para acometerla hace falta que el Ayuntamiento nos presente un trazado alternativo. Otra opci¨®n es que el Consistorio realoje a esas familias', agrega.
Fuentes de la Concejal¨ªa de Medio Ambiente indican que 'se van a estudiar los terrenos del entorno'. 'Pero es un tema complejo: hay que ver la propiedad de los suelos, su calificaci¨®n, los desarrollos urban¨ªsticos previstos y si por ellos va a pasar el AVE o la M-50', matizan. La Gerencia de Urbanismo ha abierto expedientes sancionadores 'por edificaci¨®n ilegal' contra familias de la Ca?ada. Ha habido sentencias condenatorias e intentos de desalojo que han acabado en batallas campales con la polic¨ªa.
?Y el caso de la Castellana? Seg¨²n Garc¨ªa Ca?ete, no es equiparable: 'Esa calle tiene un uso urbano consolidado antes de la ley de 1998, y por eso se respeta'.
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