Vericuetos de un parto
Salir de los circuitos habituales estimula la capacidad de asombro. Las rutinas que marcan las idas y vueltas por los mismos caminos no son recomendables para nadie. Buscar nuevos trayectos evita el riesgo del atolondramiento y conlleva la aparici¨®n de nuevos puntos de vista. Inicialmente no resulta nada f¨¢cil, pero a la larga, y m¨¢s si se trata de un proceso art¨ªstico, llega el premio de la innovaci¨®n: un marcado grado de autosatisfacci¨®n y sin duda una nueva cota de originalidad. En estos trances anda Sonia Aoujul (Par¨ªs, 1973) y su trabajo presentado en el Aula de Cultura de Algorta as¨ª lo pone de manifiesto. Es un mural a modo de instalaci¨®n titulado Parto. Todo nace de un original que representa el rostro en primer plano de una mujer. Se va reproduciendo innumerables veces, en diferentes formatos, en positivo y negativo, para una vez ocupada la pared (13x 2,70) formar un puzzle de emociones chocantes.
La trayectoria de esta joven es corta, pero se proyecta esperanzadora. Hija de madre espa?ola y padre ¨¢rabe, naci¨® en la capital francesa por que as¨ª lo quiso la vida. Ella ha crecido en Leioa y los n¨²cleos urbanos circundantes. Con la intenci¨®n de llegar a ser reportera de prestigio estudia periodismo en la UPV. Se interesa especialmente por la fotograf¨ªa y a falta de un a?o de terminar sus estudios se integra en la asociaci¨®n Irudi Taldea de Algorta. All¨ª depura su t¨¦cnica y sigue haciendo fotos. Primero en blanco y negro, despu¨¦s en color y luego sigue ensayando diferentes grados de saturaci¨®n en los tonos. Se despreocupa de la l¨ªrica de los paisajes y se adentra en el complejo territorio de las personas y sus rostros. En esta tan circunscrita b¨²squeda, es en los c¨ªrculos teatrales donde encuentra una materia prima excelente para sus creaciones. Juega con los actores, la variedad de su indumentaria y los cambios de escenarios ofrecen muchas posibilidades. Inmersa en esta din¨¢mica es llamada por Gonzalo Domingo, director del Laboratorio del Drama 2001, enclavado dentro de las actividades de Bilbao arte, para incorporarse en el equipo como fot¨®grafa.
Desde las experiencias recogidas a lo largo de su carrera ha nacido lo que ahora exhibe. Escapa de la tradici¨®n expositora de colgar las obras en una galer¨ªa mejor o peor iluminada. Parte de un punto cero y construye su obra en funci¨®n del espacio donde se va a ubicar, a medida, buscando un equilibrio entre las partes. De esta manera, su expresi¨®n se adecua al entorno, sin forzar dimensiones. El tama?o de la pared es determinante principal. Dentro de su l¨ªmites se plasma el tema elegido para la ocasi¨®n. Ahora ha sido Parto. En este caso, el qu¨¦ responde al primer plano de una mujer, el c¨®mo desarrolla una multiplicaci¨®n mim¨¦tica de esta imagen en diferentes tama?os de donde surge la componente simb¨®lica.
Dos grandes retratos, uno en negativo y otro en positivo, aparecen a los lados; entre ellos, incontables miniaturas del mismo rostro, a modo de pixeles cat¨®dicos, emulan el sexo de una mujer. Los puntos (tambi¨¦n peque?os retratos) que marcan los labios externos son la ¨²nica licencia en rojo, el resto es blanco y negro. Es un hermoso ejemplo ic¨®nico para representar la puerta por la que todos venimos al mundo, nuestro punto de partida. La formula utilizada permite crear las geometr¨ªas m¨¢s diversas, su particular ordenamiento es lo que provoca un juego de relaciones entre las distintas partes para dejar a la discrecionalidad del lector la interpretaci¨®n m¨¢s ajustada.
Esta mujer, como otros muchos, vive con la fotograf¨ªa m¨¢s que de la fotograf¨ªa. Pide m¨¢s debates sobre el medio, intercambio de secretos y maneras de hacer. No desea trabajar desde el oscuro individualismo. Pero a la espera de estas reuniones de druidas gr¨¢ficos (con resultados inciertos) contin¨²a con tes¨®n esforz¨¢ndose por alcanzar sus objetivos. Entre otros, la foto de moda, entendida como expresi¨®n del individuo dentro de una armon¨ªa consigo mismo y lo que le rodea.
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