Dos de cada tres norteamericanos creen que su presidente ha capitulado ante las empresas

Las asociaciones de defensa medioambiental norteamericanas han reaccionado con furia a la decisi¨®n del presidente George W. Bush de desvincularse del acuerdo de Kioto para el control de los gases que producen el efecto invernadero. Dos de cada tres norteamericanos creen que su presidente se preocupa m¨¢s por los intereses de las grandes compa?¨ªas que por los del ciudadano de a pie, seg¨²n una encuesta de la pasada semana.

Alden Meyer, director de la Uni¨®n de Cient¨ªficos Preocupados (UCS), habla de 'capitulaci¨®n de la Administraci¨®n de Bush ante las industrias del petr¨®leo y del carb¨®n', al referirse al pretendido abandono de Kioto. 'Es el mayor atentado contra el medio ambiente perpetrado por un presidente de Estados Unidos en la historia moderna', dice Meyer. 'El presidente ha abrazado el mantra del 'no hacer nada' de los que contaminan y ha colocado sus propios intereses a corto plazo por delante de la sanidad p¨²blica y del medio ambiente'. La UCS es una organizaci¨®n que ya en 1997, el mismo a?o del acuerdo de Kioto, elabor¨® una declaraci¨®n a favor de la reducci¨®n de los gases contaminantes, que suscribieron 1.500 cient¨ªficos, entre ellos, la mayor¨ªa de los premios Nobel.

Para Meyer, la decisi¨®n de Bush constituye 'un grave error de juicio', que afectar¨¢ a su credibilidad en todo el mundo. Jennifer Morgan, directora de la Campa?a del Cambio Clim¨¢tico del World Wildlife Fund (WWF), dice que la pol¨ªtica de la Casa Blanca 'demuestra claramente la desconexi¨®n existente entre la Administraci¨®n, por un lado, y los ciudadanos norteamericanos, nuestros aliados internacionales, la comunidad cient¨ªfica y los sectores empresariales que ya est¨¢n tomando medidas para reducir la amenaza del calentamiento global'. Los aliados de Estados Unidos, a trav¨¦s de la visita del canciller Gerhard Schr?der, tuvieron la pasada semana ocasi¨®n de comunicar a Bush su preocupaci¨®n. El pol¨ªtico germano cree que 'es importante que Estados Unidos acepte su responsabilidad. Escabullirse es injusto para con las futuras negociaciones'. En posterior conferencia de prensa, Bush sigui¨® firme: 'Podemos estar en desacuerdo y seguir siendo amigos'.