Banderas triunfa con los ni?os esp¨ªas

'?Latinos!', dice con gui?o c¨®mplice Antonio Banderas cuando su hermano en la ficci¨®n de Spy kids le estruja al final del filme. S¨ª, latino es ese abrazo emocionado y latinos son los personajes principales, los personajes 'buenos', de la pel¨ªcula m¨¢s taquillera del pasado fin de semana estadounidense. Son Gregorio Cortez, interpretado por el actor malague?o, y sus hijos Carmen y Juni Cortez, a los que se sumar¨¢ el t¨ªo del abrazo, Machete Cortez. Con el toque de Ingrid Cortez, la mam¨¢ anglo, encarnada por Carla Gugino.

Con 27 millones de d¨®lares recaudados, Spy kids, la pel¨ªcula escrita y dirigida por Robert Rodr¨ªguez, el creador de El mariachi, gan¨® el pasado fin de semana, en las cajas de los cines estadounidenses, a todos los dem¨¢s estrenos, y tambi¨¦n a todos los filmes reci¨¦n galardonados con un Oscar. La pel¨ªcula es una especie de James Bond para chicos y chicas de entre seis y 14 a?os, y tambi¨¦n un producto de marcado sabor hispano.

Hispanos son no s¨®lo Banderas, Rodr¨ªguez y muchos otros miembros del equipo, sino los personajes de la historia: la familia Cortez. Con el 'orgullo de los Cortez' y muchos gadgets, los dos hijos de Banderas en el filme derrotan a unos malvados que pretenden crear un ej¨¦rcito de robots infantiles. Carmen Cortez y su hermano Juni son los primeros h¨¦roes hispanos de un filme estadounidense pensado para las grandes masas infantiles. A¨²n m¨¢s: la banda musical de la pel¨ªcula trae ecos andaluces y los carteles de la ciudad imaginaria donde se desarrolla est¨¢n en castellano.

Con el ¨¦xito de Spy kids, Banderas revalida el gancho popular en EE UU que demostr¨® en La m¨¢scara del Zorro, otra pel¨ªcula donde encarnaba a un h¨¦roe latino. Es un elemento que se enmarca en el creciente reconocimiento por parte de Hollywood del componente hispano de EE UU, que ya ha igualado demogr¨¢ficamente al afroamericano. Otro s¨ªmbolo del fen¨®meno es que, en la pasada edici¨®n de los oscars, el actor puertorrique?o Benicio del Toro consigui¨® una estatuilla dorada por su papel, principalmente en castellano, en Traffic.

Banderas se ha convertido en una de las estrellas del firmamento cinematogr¨¢fico m¨¢s queridas por el p¨²blico norteamericano. S¨®lo los m¨¢s cultos saben que es espa?ol y que recibi¨® el inicial golpe de varita m¨¢gica de un director llamado Pedro Almod¨®var. Pero su pelo negro engominado y su fuerte acento en ingl¨¦s cuentan transparentemente sus ra¨ªces hispanas, y, adem¨¢s, no las oculta. En Spy kids, el malague?o hace, una vez m¨¢s, de hispano orgulloso de serlo.

Est¨¢ por ver si Pen¨¦lope Cruz, que de momento es la favorita de las portadas de las revistas de moda como Vanity Fair o Vogue, conseguir¨¢ ese arraigo popular en EE UU. Lo seguro es que, pese a que fue tentado, Javier Bardem sali¨® de su excursi¨®n por Hollywood rechazando de plano la posibilidad de caminar por la vereda de Banderas y Cruz. Bardem, no obstante, clav¨® su pica entre los cr¨ªticos y cineastas de Estados Unidos con su aplaudida interpretaci¨®n del escritor cubano Reinaldo Arenas.

La aprobaci¨®n por la taquilla de Spy kids no es compartida por la cr¨ªtica m¨¢s rigurosa, y es verdad que ¨¦ste no es de esos productos cinematogr¨¢ficos para ni?os que tambi¨¦n son obras maestras para muchos cr¨ªticos, como Babe, el cerdito valiente o Toy story. La pel¨ªcula pone en una coctelera cosas de James Bond, Los ¨¢ngeles de Charlie y Matrix, le a?ade sal y pimienta latinas y consigue que los chavales se lo pasen pipa. Eso es todo. Pero es m¨¢s que suficiente para que la productora Miramax pensara ya en hacer una segunda parte antes incluso de los 27 millones de d¨®lares cosechados en su primer fin de semana en pantalla.

Banderas tiene un desaf¨ªo m¨¢s serio en Estados Unidos, el estreno en el verano de Original sin, donde comparte cartel con Angelina Jolie. De nuevo, su papel es el de un hispano, el propietario de una plantaci¨®n de caf¨¦ en la Cuba del siglo XIX, que se casa por correspondencia con una norteamericana encarnada por la t¨®rrida Jolie. Pero Banderas ya ha desarmado posibles reticencias a su actuaci¨®n. Con su combinaci¨®n de humildad e inteligencia, declara estos d¨ªas a los que le preguntan en Estados Unidos por Original sin: 'Alg¨²n d¨ªa conseguir¨¦ ser un buen actor'.