Mujeres en la mundializaci¨®n
Hace 40 a?os, Jean Ferrat celebraba la irrupci¨®n de la mujer en la vida p¨²blica de nuestras sociedades cantando que 'la mujer era el porvenir del hombre'. Por esos mismos a?os, Franz Fanon, un combativo intelectual del sur, anunciaba que el fin de la explotaci¨®n y de la injusticia, propias del sistema mundial dominante, vendr¨ªa de los pa¨ªses en desarrollo. Esa doble profec¨ªa, tan a contracorriente de los valores del modelo euroccidental, encuentra hoy en la convergencia de sus contenidos el espacio de su posible autocumplimiento. Las mujeres, v¨ªctimas privilegiadas de la violencia de todos los poderes -familiares, sociales, pol¨ªticos, institucionales- que la mundializaci¨®n ultraliberal extiende y generaliza, son, al mismo tiempo, las grandes protagonistas de su contestaci¨®n transformadora. Asesinadas, violadas, condenadas a la miseria y a la exclusi¨®n -el 80 % de los 1.500 millones de personas que viven con menos de un dolar al d¨ªa son mujeres-, se alzan, a caballo del feminismo, reclamando para ellas y para todos los oprimidos el derecho a una plena existencia civil y ciudadana. La esforzada lucha de varias d¨¦cadas tiene en la marcha de las mujeres su expresi¨®n m¨¢s vigorosa. Lanzada en Pek¨ªn en 1995, culmina el pasado oto?o ante Naciones Unidas despu¨¦s de haber movilizado durante cinco a?os a millones de mujeres en todo el mundo, de haber hecho suyas, gracias a la acci¨®n de m¨¢s de 4.000 grupos, las revindicaciones femeninas en 150 pa¨ªses, y de haber montado una impresionante red de organizaciones.
Pero esta extraordinaria presencia colectiva s¨®lo cobra pleno sentido como resultado de los multiples combates concretos, que las mujeres mantienen contra los agravios de que son objeto. Las madres en defensa de sus hijos: madres argentinas de la Plaza de Mayo; madres de negro de la plaza de la Rep¨²blica de Belgrado oponi¨¦ndose a la guerra; madres nicarag¨¹enses con Rosaline Tuyuk a la cabeza pidiendo cuentas a los militares; los comit¨¦s de madres de soldados rusos que no aceptan que sus hijos sean enviados al degolladero, etc¨¦tera. La resistencia frente a la mutilaci¨®n genital femenina -m¨¢s de 130 millones de adolescentes han sufrido la ablaci¨®n del clitoris en los ultimos cinco a?os, de la que la egipcia Nawal-al-Sadawi es uno de los m¨¢s valerosos portavoces, acompa?ada de la modelo somal¨ª Waris Dirie, hoy embajadora extraordinaria de las Naciones Unidas-. La lucha contra la violaci¨®n y la prostituci¨®n infantil, que en la mayor¨ªa de los casos forman una secuencia indivisible, tiene en la hind¨² Phoolan Devi y en la camboyana Somaly Man una ilustraci¨®n paradigm¨¢tica. La primera, que tiene un valor emblem¨¢tico en su pa¨ªs y cuya vida ha sido novelada en La reina de los bandidos, fue violada delante de su padre, secuestrada por bandoleros de quien se convirti¨® en jefe, imponiendo la castraci¨®n de todo violador y haciendo de su banda una guerrilla en lucha contra los poderosos. Encarcelada durante 11 a?os, hoy es diputada independiente. La segunda, violada de ni?a, fue obligada a prostituirse hasta que un franc¨¦s se cas¨® con ella, y desde entonces, radicada en Par¨ªs y al frente de una ONG, ha entablado una acci¨®n internacional contra la prostituci¨®n infantil, sobre todo en los pa¨ªses devastados por las guerras y la miseria: Tailandia, Sierra Leona, Colombia, Kosovo, etc¨¦tera. Pero este combate de las mujeres se est¨¢ desplegando tambi¨¦n desde posiciones institucionales. Dos ejemplos. Navanethem Dillay, presidenta del Tribunal Internacional para los cr¨ªmenes en Ruanda, est¨¢ empe?ada en una doble tarea: universalizar el derecho y la justicia y hacer de los grandes delitos econ¨®micos delitos contra la humanidad. Maria Maniscalco, alcaldesa de San Giuseppe Iatto, cuna de la Cosa Nostra y donde han anidado los capos Tito Riina, Giovanni Brusca y Giovanni Genovese, hace frente a la Mafia con un coraje incre¨ªble desde hace m¨¢s de 20 a?os. Pero todo esto, con m¨¢s datos y emoci¨®n, puede encontrarlo el lector en el espl¨¦ndido libro de Pepa Roma Jaque a la Globalizaci¨®n que acaba de publicar Grijalbo.
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