Motores a contratiempo

A pocos metros de la entrada al primero de los dos pabellones que ocupa este a?o en Feria Valencia Motor¨¦poca se encuentra un Velorex, un original veh¨ªculo checo de tres ruedas fabricado en 1962, carrocer¨ªa de tela y motor trasero. Su propietario, Jordi Llaver¨ªa, lo ha puesto en venta por medio mill¨®n de pesetas y comenta divertido que este microcoche 'corre mucho aunque la estabilidad es otra cuesti¨®n'.

El Velorex es uno de los ocho veh¨ªculos que Llaver¨ªa presenta en la d¨¦cima edici¨®n de la feria del veh¨ªculo hist¨®rico, que este a?o re¨²ne a 136 expositores, 12 m¨¢s que en 2000. De ese total, 110 son espa?oles y 26 extranjeros, principalmente franceses, un pa¨ªs en el que, al igual que en el Reino Unido y Estados Unidos, est¨¢ muy extendida la cultura del veh¨ªculo antiguo.

Un Le Zebre de 1908, un Hispano Suizo de 1919, Cadillac y Chevrolets de los a?os 50 y 60, y Mercedes y Jaguar de distintas d¨¦cadas se suceden en los dos pabellones de exposici¨®n. Tambi¨¦n hay veh¨ªculos por restaurar. Todos est¨¢n a la venta y su precio oscila entre las 400.000 pesetas y los 15 millones. La experiencia demuestra, como defend¨ªa el viernes el presidente del certamen, Jos¨¦ Benet, que un 25% de ellos cambiar¨¢n de due?o estos d¨ªas. El presidente de Feria Valencia, Alberto Catal¨¢, por su parte, anticipaba que el volumen de negocio que genera este certamen ser¨¢ de unos 400 millones de pesetas.

Junto a los coches, Motor¨¦poca tambi¨¦n oferta motos. Modelos de Harley Davison de los a?os 30 y 40 se mezclan con Ducati de los 60 y Guzzi de los 70 y 80. Otras, como las siete que ha presentado Sebasti¨¢n Vernetta, no est¨¢n en venta y optan al tercer trofeo Memorial Ricardo Tormo, que ya ha ganado en dos ocasiones. Vernetta es propietario de 35 motocicletas. 'Todas nacionales porque es el pa¨ªs con mayor riqueza de marcas por la necesidad que trajo la postguerra', explica. Una necesidad, contin¨²a, que hizo que mucha gente fabricara series cortas de algunos modelos, y que ahora son parte de la historia y un lujo para sus due?os.

En la feria tambi¨¦n se venden piezas de recambio. Piezas que a menudo son dif¨ªciles de encontrar porque las firmas que las fabricaban han desaparecido o porque no son rentables. Dos circunstancias que obligan en algunos casos a pedir favores a conocidos para que las hagan a prop¨®sito. Una dificultad, por ejemplo, que lleva a Conchita Guiot a seguir a su marido, jubilado como ella, por las distintas ferias del autom¨®vil antiguo en busca de recambios. Un problema, en cambio, que no tiene Jos¨¦ Mar¨ªa Bab¨¦, propietario de un Mercedes 280 S de 1968, ya que la compa?¨ªa sigue fabricando piezas para todos sus modelos. Adem¨¢s, paga s¨®lo 13.000 pesetas al a?o de seguro por su afici¨®n. Una peque?a cantidad que estipulan algunas aseguradoras si el propietario de estos veh¨ªculos demuestra que tiene otro coche para uso diario.

Defienden algunos aficionados que mantener un coche antiguo es cuesti¨®n de tener tiempo y espacio para guardarlo m¨¢s que de dinero. Aunque el gasto econ¨®mico se da por supuesto.

Motor¨¦poca es uno de los tres cert¨¢menes espa?oles del sector mejor considerado por los aficionados a los veh¨ªculos antiguos. Una feria que es, adem¨¢s, reflejo de la afici¨®n que hay en la Comunidad, donde existen dos clubes de coches antiguos y ocho de motos de los que son socios unas mil personas.