LOS PRIMEROS A FILIPINAS
A las 8.15 horas del 5 de abril de 1926 -hace ahora 75 a?os- tres aviones Breguet, de la Escuadrilla Elcano, sal¨ªan de Cuatro Vientos (Madrid) con destino a Manila, donde llegaron 39 d¨ªas despu¨¦s, tras volar 17.000 kil¨®metros.
El objetivo era llegar hasta Filipinas en una ruta sin precedentes en la aviaci¨®n espa?ola. Del aer¨®dromo madrile?o de Cuatro Vientos salieron tres aviones, cada uno de ellos con un piloto y un mec¨¢nico, pero s¨®lo lleg¨® uno. La que se llam¨® Escuadrilla Elcano estaba compuesta por los capitanes Eduardo Gonz¨¢lez Gallarza, Joaqu¨ªn L¨®riga y Rafael Mart¨ªnez Esteve. Los tres Breguet XIX, el n¨²mero 4 con Esteve y el mec¨¢nico Calvo, el n¨²mero 29 con L¨®riga y P¨¦rez y el n¨²mero 30 con Gallarza y Arozamena, entraron en el Mediterr¨¢neo por Los Alc¨¢zares y dos horas m¨¢s tarde aterrizaban en la Maison Blanche, 20 kil¨®metros al sur de Argel.
En 1926 no hab¨ªa ninguna l¨ªnea a¨¦rea abierta de Europa a Extremo Oriente. Francia y Gran Breta?a estaban estudiando l¨ªneas para enlazar las metr¨®polis con sus colonias en el sureste asi¨¢tico. La brit¨¢nica RAF inaugur¨® una ruta postal entre las ciudades de El Cairo y Bagdad el 23 de junio de 1921.
En Espa?a, en 1926, operaba la compa?¨ªa Lat¨¦co¨¨re, que hab¨ªa cambiado de nombre en 1921 y se llamaba Compagnie G¨¦n¨¦rale d'Enterprises A¨¦ronautiques, que volaba de Toulouse hasta San Luis de Senegal, con escalas en Barcelona-Alicante-M¨¢laga-Casablanca, hasta Senegal. En 1924 abri¨® el tramo Alicante-Or¨¢n con hidros y por v¨ªa terrestre se cubr¨ªa Casablanca-Fez-Or¨¢n-Argel.
Los protagonistas del vuelo Madrid-Manila hab¨ªan justificado as¨ª su propuesta: 'El archipi¨¦lago filipino, ¨²ltimo flor¨®n de nuestro perdido imperio colonial, con una gran poblaci¨®n espa?ola, otra mayor de origen espa?ol y unos millones de ind¨ªgenas que a¨²n sienten el afecto a Espa?a, bien merece la visita de nuestros aviadores'.
La capacidad de combustible de los Breguet XIX, de 900 litros, le daban un alcance superior a 1.500 kil¨®metros y una carga ¨²til de 220 kilos. Peso que hab¨ªa que repartir entre pilotos, comida (para cinco d¨ªas), algunas herramientas b¨¢sicas y algunos repuestos imprescindibles, as¨ª como algunas armas.
El combustible iba distribuido en dos dep¨®sitos ovalados de 360 litros en los lados del fuselaje frente al asiento del piloto, otro de 235 litros en la parte inferior y un dep¨®sito nodriza de 30 litros en el ala superior derecha.
Tras cada vuelo, el mec¨¢nico se sacaba el mono y la cazadora de vuelo, se pon¨ªa el mono de trabajo, y a trabajar. En m¨¢s de una ocasi¨®n, al ir a subir al avi¨®n para iniciar la etapa el mec¨¢nico hab¨ªa acabado justo a tiempo su trabajo, incluyendo el repostaje del avi¨®n. Y cuando el piloto realizaba su tarea, el mec¨¢nico, sentado en la segunda cabina, intentaba descansar hasta el momento del aterrizaje. Entonces descansaba el piloto y los papeles se invert¨ªan.
Cabe resaltar que de los 30 intentos de vuelos europeos al Extremo Oriente s¨®lo hab¨ªan tenido ¨¦xito 12, en los cuales la mayor dificultad resid¨ªa en el reiterado esfuerzo exigido al material y a los pilotos y mec¨¢nicos. En la aventura espa?ola, y ante la duda de que los motores aguantaran todo el trayecto, se adquirieron dos m¨¢s y se mandaron a Calcuta, situada a un tercio del recorrido total, por si era necesario cambiar alg¨²n motor.
De los tres aviones que salieron de Cuatro Vientos s¨®lo llegar¨ªa a Manila el Breguet n¨²mero 30. El 11 de abril, el avi¨®n de Esteve y Calvo se averi¨® camino de Amm¨¢n. Y hasta el d¨ªa 16 no fueron rescatados los dos tripulantes, tras vivir una dura aventura en el desierto. La siguiente baja se producir¨ªa el 1 de mayo cuando el motor del avi¨®n de L¨®riga y P¨¦rez se agarrot¨® en Tien Pack, cerca de Cant¨®n, y tuvieron que abandonar. Hasta varios d¨ªas despu¨¦s no se tuvieron noticias de que estaban sanos y salvos.
Finalmente, el 13 de mayo Gallarza y L¨®riga cubrieron los 450 kil¨®metros de la ¨²ltima etapa que les separaba Luz¨®n a Manila, convirti¨¦ndose este corto tramo en un paseo. A medio camino les recibi¨® una escuadrilla de aeroplanos americanos que les dio escolta de honor hasta la capital, donde aterrizaron a las 11.20 horas ante una gran aglomeraci¨®n de p¨²blico.
El mec¨¢nico Arozamena lleg¨® a Manila en barco para unirse a los festejos el d¨ªa 16, mientras su compa?ero P¨¦rez, con fiebres pal¨²dicas, tuvo que permanecer diez d¨ªas en el hospital de Macao.
L¨®riga sali¨® hacia Macao el 27 de mayo, donde se reuni¨® con su mec¨¢nico, P¨¦rez, desmontaron el avi¨®n, lo embalaron y lo embarcaron en el vapor Claudio L¨®pez. Por su parte, Gallarza y Arozamena embarcaron con su avi¨®n desmontado en el mercante Legazpi y llegaron a Espa?a en 35 d¨ªas, cinco menos de los que necesitaron para realizar el vuelo.
El Breguet XIX era un biplano biplaza de cabinas abiertas en t¨¢ndem con fuselaje de secci¨®n circular y estructura en tubo de duraluminio. El resto del avi¨®n estaba recubierto de tela.
Joaquin L¨®riga, que hab¨ªa volado el autogiro de La Cierva C-6, tras el vuelo a Manila muri¨® en un accidente el 18 de julio de 1927.
Rafael Mart¨ªnez Esteve, oficial tras el vuelo a Manila, fue destinado en 1933 a las Fuerzas A¨¦reas de ?frica, donde le sorprendi¨® la sublevaci¨®n militar, a la que no se uni¨®, fue detenido, juzgado y expulsado del Ej¨¦rcito.
Eduardo Gonz¨¢lez Gallarza, en mayo de 1922 bati¨® el r¨¦cord nacional de distancia al cubrir los 900 kil¨®metros que separan Cuatro Vientos (Madrid) de Larache (posici¨®n espa?ola del norte de Marruecos). Tras el vuelo a Manila, el 31 de marzo de 1928 fue nombrado ayudante de ¨®rdenes del rey Alfonso XIII y el a?o anterior, con L¨®riga, escribi¨® y publicaron el libro El vuelo Madrid- Manila. Acompa?¨® a Ram¨®n Franco en los intentos de vuelta al mundo en 1928 y en 1929. La sublevaci¨®n militar de 1936 le sorprendi¨® en Madrid, consigui¨® pasar a Salamanca, tuvo diferentes cargos durante la guerra civil y en 1945 ascendi¨® a general de divisi¨®n y ministro del Aire, puesto que mantuvo hasta 1957.
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