Espa?a pugna por una de las cinco secretar¨ªas adjuntas de la OTAN

Espa?a se incorpor¨® tarde a la OTAN, en 1982, y se encontr¨® con que la mayor¨ªa de los puestos relevantes estaban ya reservados para los socios m¨¢s veteranos de la organizaci¨®n. El ¨²nico cargo de importancia que ha ostentado un espa?ol es el de secretario general, ocupado por Javier Solana entre 1995 y 1999. Pero la elecci¨®n de Solana, excepci¨®n que confirma la regla, se debi¨® a un conjunto de circunstancias que ten¨ªan que ver m¨¢s con su talante personal que con el peso de Espa?a. De hecho, el puesto de secretario general escapa al reparto de cuotas entre pa¨ªses, que sirve para adjudicar los dem¨¢s.

Por debajo del secretario general, en la actualidad el brit¨¢nico George Robertson, el n¨²cleo duro de la estructura civil de la OTAN lo forman un vicesecretario general y cinco secretarios generales adjuntos.

El puesto de vicesecretario general, virtual n¨²mero dos de la organizaci¨®n, est¨¢ reservado a Italia, como prueba el hecho de que su actual titular, Silvio Balanzino, vaya a ser sustituido por un compatriota, Alessandro Minuto-Rizzo.

Respecto a los cinco secretarios generales adjuntos, el de Asuntos Pol¨ªticos es tradicionalmente un alem¨¢n; el de Planes, un brit¨¢nico; el de Apoyo a la Defensa, un estadounidense; y el de Asuntos Cient¨ªficos y Medio Ambiente, un franc¨¦s.

S¨®lo queda libre la Secretar¨ªa general Adjunta de Infrestructura, Log¨ªstica y Planes de Emergencia, en la que se han venido turnando holandeses y noruegos. Ante el pr¨®ximo relevo de su responsable, Espa?a se ha planteado por vez primera la posibilidad de acceder a este cargo, aunque sea rotando con otros pa¨ªses, y ha presentado su propio candidato.

Se trata de Juan Mart¨ªnez-Esparza, art¨ªfice de la creaci¨®n del Mando Subregional de la OTAN en Retamares (Madrid). Anteriormente, fue agregado espa?ol de Defensa ante la OTAN y responsable de asuntos internacionales en la Direcci¨®n de Pol¨ªtica de Defensa. Aunque es general de Infanter¨ªa de Marina en la reserva, su candidatura no se basa en su car¨¢cter militar sino en su larga experiencia con la OTAN.

La secretar¨ªa general adjunta a la que aspira Espa?a tiene un gran peso, pues de ella depende el Programa de Inversiones en Seguridad, que administra unos 670 millones de d¨®lares (m¨¢s de 120.000 millones de pesetas) al a?o, la conferencia de altos jefes de log¨ªstica o los planes de emergencia civil.

Decisi¨®n de Robertson

En teor¨ªa, Espa?a -que contribuye con un porcentaje que oscila entre el 3,5 y el 4,2% a los distintos presupuestos de la OTAN- tiene sobrados argumentos para esperar un trato, al menos, equivalente al que reciben Holanda o Noruega.

Sin embargo, la designaci¨®n de los secretarios generales adjuntos es una potestad personal de Robertson, por lo que en el cuartel general de la OTAN se han desatado los rumores. Adem¨¢s de Espa?a, tambi¨¦n Canad¨¢ y Turqu¨ªa han presentado candidatos y, a ¨²ltima hora, se les ha sumado Holanda.

El recien constituido Consejo de Pol¨ªtica Exterior, que preside el propio Aznar, se ha marcado como uno de sus objetivos el incremento de la presencia de espa?oles en los diferentes organismos internacionales, pues su actual participaci¨®n no corresponde ni al peso pol¨ªtico de Espa?a ni a su contribuci¨®n econ¨®mica, seg¨²n fuentes oficiales.

La elecci¨®n del nuevo secretario general adjunto de la OTAN servir¨¢ como test para comprobar si este objetivo empieza a cumplirse.