Sombras chinas
Al aceptar que Estados Unidos recupere a los 24 miembros de la tripulaci¨®n del avi¨®n esp¨ªa estadounidense, China ha evitado la peligrosa impresi¨®n que se estaba creando en EE UU de que se trataba de prisioneros o rehenes. Tras una larga y compleja negociaci¨®n, la Administraci¨®n de Bush ha expresado su 'profundo pesar' por la p¨¦rdida de un piloto chino en el choque, por la penetraci¨®n en el espacio a¨¦reo chino y por el aterrizaje sin permiso, lo que ha permitido a Pek¨ªn anunciar que EE UU aceptaba la 'plena responsabilidad' por lo ocurrido. Pero Bush ha evitado pedir 'disculpas'.
El aterrizaje de emergencia de un EP-3E el pasado 4 de abril en la isla de Hainan, en el mar del sur de China, tras colisionar en vuelo con un caza chino F-8, ha puesto de relieve la tensi¨®n y la competencia entre ambos pa¨ªses. Jugando con el tiempo y las formas de un modo que s¨®lo dominan los asi¨¢ticos, Pek¨ªn ha logrado poner simb¨®licamente en jaque a la mayor potencia del mundo y tomarse una revancha sobre el bombardeo de su Embajada en Belgrado durante la guerra de Kosovo. Liberar¨¢ a los tripulantes por 'generosidad' y 'razones humanitarias', y negociar¨¢ una salida m¨¢s general a este incidente a partir del 18 de abril; es decir, cuando el presidente Jiang Zemin regrese de una gira por Am¨¦rica Latina. Pero el avi¨®n, al menos de momento, sigue all¨ª, inspeccionado con lupa por los expertos chinos.
El incidente ha generado un choque de legitimidades. Bush, que busca en acciones o decisiones hacia afuera compensar las dudas sobre la legitimidad de su llegada a la Casa Blanca, no pod¨ªa permitirse rendirse, y ¨¦l y su Administraci¨®n han actuado en demasiados casos con una arrogancia nada apreciada por Pek¨ªn. Desde luego, EE UU nunca hubiera permitido que ning¨²n avi¨®n esp¨ªa extranjero se acercase tanto a un territorio suyo. A la vez, en Pek¨ªn se est¨¢ librando una lucha de poder con vistas a la pr¨®xima renovaci¨®n del actual liderazgo. La manera en que los medios oficiales han utilizado el incidente para agitar el sentimiento nacionalista en la poblaci¨®n es preocupante, pues China es una dictadura que se puede ver tentada a cambiar el comunismo por un nacionalismo a¨²n m¨¢s profundo como ideolog¨ªa central para mantenerse y desviar la atenci¨®n de los inmensos problemas internos que tiene que afrontar.
La tensi¨®n generada ha contribuido a alimentar esa imagen de China como 'competidor estrat¨¦gico' de Estados Unidos, que proclam¨® Bush durante su campa?a electoral. Aunque, m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica, ha triunfado la raz¨®n y el incidente no ha degenerado en crisis. Pero las sombras que ha proyectado resultan preocupantes con vistas al futuro.
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