As¨ª, as¨ª, liquidan al 'Dream Team'
Gitano.
Todo su seny, de repente, se vuelve gitano y, con largas patillas de dise?o z¨ªngaro, anuncia que deja la patria y el club, se va al extranjero a conocer nuevos campos y nuevas culturas, otras voces y otros ¨¢mbitos.
Se ve¨ªa venir. Lo intu¨ªmos Juan Villoro y yo la noche que le vimos por ¨²ltima vez, en el estreno de una pel¨ªcula de su amigo Fernando Trueba. Esa noche ¨¦l dijo que se sent¨ªa viejo, veterano en el mundo del f¨²tbol de primera l¨ªnea. Lo dijo como de pasada, emboscada esa frase en la conversaci¨®n, pero Villoro y yo somos escritores y muchas veces nos sentimos obligados a leer el mundo como si fuera la prolongaci¨®n de un interminable texto literario. Nosotros estamos condenados a no desde?ar como carne literaria pr¨¢cticamente nada, es decir, estamos condenados a fijarnos en todo, hasta en los m¨¢s m¨ªnimos detalles. Y no se nos escap¨® esa noche esa extra?a declaraci¨®n de cansancio y de vejez del joven Guardiola, esa declaraci¨®n detr¨¢s de la que pod¨ªa leerse p¨¦rdida de ilusi¨®n por seguir dirigiendo la que, desde que despidieron con malas maneras a Cruyff, es una desafinada orquesta azulgrana, que ha perdido peso y presencia en el concierto internacional. Hemos vuelto a ser el mismo equipo rico y famoso en todo el mundo por su dinero (ahora parece que ni eso), pero sin excesivo prestigio en cuanto a logros deportivos. No s¨®lo todo acab¨® con el Dream Team, sino que lo han liquidado de mala manera. Ya pueden sentirse bien orgullosos de su trabajo Gaspart y N¨²?ez con el paisaje que nos han dejado despu¨¦s de la batalla. Ah¨ª est¨¢n Koeman, Zubizarreta, Begiristain, Laudrup, Romario y compa?¨ªa. Deber¨ªamos despedir a Guardiola coreando al palco: 'As¨ª, as¨ª, liquid¨¢steis al Dream Team'. Buen trabajo; s¨ª, se?ores.
Desde que es presidente, Gaspart no ha parado de hablar a todas horas, ha llegado a hacer tres conferencias de prensa al d¨ªa -Dios m¨ªo, ?d¨®nde ha encontrado el tiempo para trabajar por el club este hombre entregado a una elocuencia banal sin precedentes?-, pero precisamente el d¨ªa en que deb¨ªa decir algo por fin realmente necesario, el d¨ªa en que deb¨ªa estar junto a Guardiola, ha desaparecido con el mismo estilo con el que hu¨ªa despavorido del palco y se refugiaba en los lavabos por no poder soportar la tensi¨®n de los ¨²ltimos minutos trascendentales de los partidos.
Guardiola se nos va, Gaspart tambi¨¦n. O, mejor dicho, Gaspart se ha ido de vacaciones, merecidas -nadie lo duda- porque ten¨ªa un estr¨¦s de tanto hablar por hablar, rey de la elocuencia cul¨¦ sin rumbo, inolvidable charlat¨¢n. Lo malo es que el presidente volver¨¢ y hablar¨¢ y hablar¨¢ mientras que Guardiola se va. A Inglaterra, probablemente. Su marcha me provoca envidia. Es elegante dar un portazo tan gentil como el que ha dado. Gentil e inteligente, le envidio. Va hacia otros ¨¢mbitos y a escuchar voces extranjeras. En lugar de Mart¨ª Pol, a Guardiola le espera en Inglaterra Philip Larkin, con su Poes¨ªa de los abandonos: 'Oyes alguna vez, de quinta mano, / a modo de epitafio: / 'Mand¨® todo al diablo / y se larg¨® sin m¨¢s (...) Todos aborrecemos el hogar, / tener que estar en ¨¦l: / yo detesto mi cuarto, / sus trastos especialmente elegidos, / la bondad de los libros y la cama / y mi vida perfectamente en orden. / De modo que escuchar dej¨® a todos plantados / me ruboriza y me provoca...'.
Guardiola se va, deja el lugar donde est¨¢n 'sus ra¨ªces'. Alguien, a juzgar por sus patillas gitanas, pensar¨¢ que est¨¢ condenando el lugar. Pero yo s¨¦ que no es por culpa del lugar, m¨¢s bien es cansancio de un club sin proyecto y a la deriva, fatiga de ser un s¨ªmbolo (lo que, bien mirado, debe de ser un verdadero co?azo), necesidad maravillosa de ampliar horizontes y leer libros en lenguas extranjeras. La pr¨®xima vez que le vea, me acercar¨¦ a ¨¦l con envidia por haber sido capaz de mandarlo todo al diablo y no buscar¨¦ mitigar mi envidia pensando que, en su nueva trayectoria errabunda y gitana, est¨¢ sin hogar, pues por esos d¨ªas ¨¦l ya habr¨¢ averiguado que el verdadero hogar est¨¢ siempre en el extranjero, all¨ª donde se oscurecen las mentiras y los charlatanes duermen el sue?o de los injustos, el sue?o de todo papagayo en vacaciones.
Enrique Vila-Matas es escritor y socio n?. 7.933 del Barcelona.
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