7 CLAVES
La loapilla reabre el debate entre la Espa?a una y la Espa?a plural. La unidad sindical se rompe. Holanda legaliza la eutanasia. Guardiola se va.
La llaman loapilla antes de nacer, en recuerdo de la LOAPA. Es la ley de cooperaci¨®n auton¨®mica que el Gobierno presentar¨¢ en los pr¨®ximos meses y que ya ha provocado el recelo de nacionalistas y socialistas. Con esta ley y con la renovaci¨®n del acuerdo de financiaci¨®n auton¨®mica, el Gobierno pretende dar por cerrado el modelo de Estado. A falta de precisiones sobre su contenido, vayamos a las fuentes. En este caso, al pensamiento pol¨ªtico de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Todo lo que concierne a la pol¨ªtica auton¨®mica del Gobierno emana de algunas ideas elementales que el presidente viene repitiendo en p¨²blico y en privado: Espa?a ha vivido un proceso de descentralizaci¨®n muy importante, ahora es el momento de la cohesi¨®n. El presidente entiende que la cohesi¨®n pasa por cinco puntos irrenunciables: unidad territorial, unidad de mercado, sistema ¨²nico de Seguridad Social, tronco cultural com¨²n y pol¨ªtica exterior unificada. A partir de aqu¨ª, las sorpresas son pocas. Es f¨¢cil deducir, por ejemplo, que a Aznar no le gusta en absoluto la idea del Senado como C¨¢mara territorial. Tiene miedo al enfrentamiento entre regiones y a que los presidentes auton¨®micos piensen m¨¢s en su tierra que en su partido. Aznar tuvo en su momento la intuici¨®n de que los t¨®picos de la transici¨®n hab¨ªan periclitado. Y sobre esta base consigui¨® la mayor¨ªa absoluta ante un PSOE que no se daba cuenta de que Espa?a hab¨ªa cambiado. Frente a la Espa?a de la cohesi¨®n de Aznar, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero empieza a levantar la bandera de la Espa?a plural. ?ste puede ser el debate pol¨ªtico central de los pr¨®ximos a?os, si la situaci¨®n vasca lo permite. ?Veinte a?os de autonom¨ªas pueden haber servido para periclitar el mito de la 'Espa?a una' y para hacer fructificar la idea de 'Espa?a plural'?Alejandro Toledo puso contra las cuerdas a Fujimori y, sin embargo, no ha sido capaz de capitalizar electoralmente su ¨¦xito en el primer envite. Una vez m¨¢s se confirma que en democracia los ¨¦xitos de ayer no son forzosamente garant¨ªa para hoy. Gan¨® la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Pero un 36% de los votos es un resultado por debajo de sus expectativas. Pese a esta primera decepci¨®n, Toledo deber¨ªa ser el nuevo presidente. Es l¨®gico pensar que una parte sustancial del electorado de la conservadora Lourdes Flores opte por Toledo ante la amenaza del populista Alan Garc¨ªa. Lourdes Flores -la gran perdedora de estas elecciones- y Alejandro Toledo se hermanaron en el error: centraron la disputa entre ellos y Alan Garc¨ªa lo aprovech¨® para crecer. Cuando se dieron cuenta, ya estaba metido en la segunda vuelta. Toledo contra Garc¨ªa, los asesores del candidato de Per¨² Posible se sorprenden de que la gente pudiera votar al hombre que dej¨® el pa¨ªs en bancarrota y en un lodazal de corrupci¨®n y fue el causante de la crisis que llev¨® a Fujimori al poder. Quiz¨¢s se sorprendieran menos si pensaran que en la culta y avanzada Italia, con fama de ser uno de los pa¨ªses m¨¢s politizados del mundo, van camino de elegir a Silvio Berlusconi, ejemplo de la confusi¨®n entre dinero y pol¨ªtica, con problemas permanentes con la justicia.Arzalluz desaf¨ªa a Mayor Oreja inst¨¢ndole a que abandone la pol¨ªtica para siempre si en cinco a?os no acaba con ETA y amenaza con retirar al PNV de las elecciones si EH es ilegalizada. La apuesta de Arzalluz a Mayor corrobora lo que apuntan los ¨²ltimos sondeos: que el PP y el PSOE pueden alcanzar una mayor¨ªa suficiente. Y llega en un momento en que el PSOE parece decidirse definitivamente hacia la alianza con el PP. La solidaridad en la resistencia a ETA refuerza los lazos entre socialistas y populares. El escoramiento del PNV, a la caza del voto abertzale, aumenta la desconfianza de los socialistas. El rumor de la ilegalizaci¨®n de EH ha servido para ocultar el gran fracaso de la huelga general convocada por esta coalici¨®n. Una huelga caprichosa, sin otro motivo que multiplicar el ruido de campa?a, que apenas fue seguida y que permiti¨® comprobar la eficacia de la Ertzaintza cuando se lo propone.Con su proverbial delicadeza, Aznar aprovech¨® la firma del pacto de pensiones con la patronal y con Comisiones Obreras para anunciar su intenci¨®n de endurecer el c¨¢lculo de las pensiones cuando expire el acuerdo actual. Poca gracia le hizo el detalle a Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, el l¨ªder de Comisiones, sin cuya presencia no habr¨ªa habido pacto por la ausencia de UGT. Decretado el fin de la lucha de clases, la vida de los sindicatos se ha puesto dif¨ªcil. Necesitan resultados concretos para presentar ante sus afiliados, y ello requiere mucha disposici¨®n al compromiso. Comisiones Obreras ha preferido aparecer como el art¨ªfice de un acuerdo que de momento frena las intenciones reformadoras del Gobierno. UGT se ha quedado fuera, en una posici¨®n que, al ir acompa?ada de una querella interna -entre el mediador y la direcci¨®n del partido-, no le ser¨¢ f¨¢cil explicar. D¨ªaz Chavero, el negociador frustrado, asegura que UGT, desde el principio, ten¨ªa decidido no firmar. El PP, que ve como un pacto incompleto no es garant¨ªa de paz social, ve el fantasma del PSOE detr¨¢s de UGT. La noticia es la ruptura de la unidad sindical. Una ruptura que llega a las puertas de un nuevo debate entre Administraci¨®n y sindicatos: la regulaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva. En la primera foto del pacto social (legislatura anterior), Aznar pudo rodearse con las tres caras; en esta nueva foto, ya s¨®lo hab¨ªa dos, faltaba UGT; en la pr¨®xima ?se quedar¨¢ Aznar solo con Cuevas?Holanda acaba de despenalizar la eutanasia activa. Es el primer pa¨ªs que lo hace. Un total de 2.123 enfermos terminales solicitaron el a?o pasado morir y tuvieron ayuda m¨¦dica para cumplir su deseo, en aplicaci¨®n de una ley de 1994 que, aunque consideraba la eutanasia un delito, liberaba de responsabilidad al m¨¦dico en determinados casos. Ahora, la eutanasia es legal con el cumplimiento de requisitos muy estrictos, basados sobre todo en la inequ¨ªvoca voluntad de la persona que va a morir. La eutanasia es el reconocimiento del derecho a morir dignamente. Es el ¨²ltimo de una lista de tab¨²s que han ido cayendo: el aborto, las parejas de hecho, el matrimonio homosexual, etc¨¦tera. Tarde o temprano, todas las legislaciones ir¨¢n siguiendo un camino en el que, una vez m¨¢s, la liberal Holanda ha sido pionera.Una caracter¨ªstica de la ideolog¨ªa dominante es el p¨¢nico a los impuestos. Los impuestos son un instrumento b¨¢sico de cualquier pol¨ªtica: un Gobierno que piensa en t¨¦rminos de desarrollismo tur¨ªstico no tendr¨¢ la misma pol¨ªtica fiscal que otro Gobierno con sensibilidad ecol¨®gica. A los ciudadanos corresponde escoger con su voto una pol¨ªtica u otra. El Gobierno balear decide imponer una tasa al turismo para la defensa ecol¨®gica de la isla: protestan los empresarios; protesta el PP, distinguido por su desprecio al medio ambiente, a favor de la especulaci¨®n, cuando gobern¨® las islas. ?Cu¨¢l es el capital de una isla tur¨ªstica? Su paisaje. ?Es tan disparatado pedir un euro a cada visitante para ayudar a conservarlo? Es una m¨®dica aportaci¨®n para conservar lo que vienen a disfrutar.Si se hiciera la selecci¨®n de los jugadores que podr¨ªan jugar con esmoquin, Guardiola ser¨ªa el indiscutible medio centro. Tiene la elegancia del que hace f¨¢cil lo dif¨ªcil. Da la sensaci¨®n de que no se esfuerza, un privilegio reservado a los que saben mucho. Juega con la cabeza levantada, porque sabe que tambi¨¦n el f¨²tbol requiere mirar y pensar. Otro grande del Bar?a se va sin que le echen. Es sorprendente que este club tan ansioso de figuras -siempre necesita creer que tiene el mejor jugador del mundo- acabe casi siempre mal con ellas. Pujol ha dado la clave: 'Guardiola es un s¨ªmbolo de Catalu?a'. Mal asunto cuando los jugadores son s¨ªmbolos patri¨®ticos: el peso de la instituci¨®n les puede. Se cansan y se van. Cre¨ªan jugar en un gran club de f¨²tbol y se encontraron en m¨¢s que un club. De figurantes.
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