Guardiola, un loco del f¨²tbol
Siete personajes que compartieron experiencias con el capit¨¢n del Bar?a hablan de an¨¦cdotas que describen su singular personalidad
'Todo ha sido como siempre. Bueno, no negar¨¦ que ten¨ªa una sensaci¨®n especial, pero me he sentido a gusto. ?El p¨²blico? Muy cari?oso. Igual que durante los 17 a?os que he estado aqu¨ª. Pero si no lo hubiera notado, lo habr¨ªa aceptado igual'. Josep Guardiola, capit¨¢n del Bar?a, regres¨® el s¨¢bado por primera vez al Camp Nou despu¨¦s de anunciar que fichar¨¢ en verano por un club extranjero. La afici¨®n, al menos la que acudi¨® al estadio el s¨¢bado para presenciar el partido ante el Zaragoza en otra noche loca (el segundo 4-4 en seis d¨ªas) encaj¨® con naturalidad y respeto la decisi¨®n del capit¨¢n. Varios de sus ex compa?eros de vestuario (Zubizarreta, Begiristain, ya retirados, Amor, en el Villarreal, y el t¨¦cnico azulgrana Carles Rexach), futbolistas de otros equipos como Redondo y Kiko y el m¨¦dico de la selecci¨®n cuentan en estas p¨¢ginas an¨¦cdotas e impresiones sobre el jugador que ha marcado una ¨¦poca en el Bar?a.
ZUBIZARRETA Los 33 escalones
'Era la v¨ªspera de la final de la Copa de Europa, en mayo de 1992. Estaba a punto de comenzar el entrenamiento en Wembley. Vi c¨®mo Pep y Julio Salinas discut¨ªan mirando a la tribuna principal. Era un momento especial para todos, pero especialmente para Pep, siempre tan pendiente de la mitolog¨ªa del f¨²tbol'.
-'Ah¨ª est¨¢n los 33 escalones hacia la fama', le dijo a Julio, m¨¢s interesado en llevar la contraria a la gente que en discutir de mitos.
-'Que no, que no son 33, que te lo digo yo', contest¨® Julio.
-'33, son 33', volv¨ªa Pep.
-'No', repet¨ªa Julio.
'Como la cosa segu¨ªa, me empezaban a poner enfermo, as¨ª que les dije: 'Mirad, la mejor manera de resolver esto es ganar ma?ana. Cuando subamos a por la Copa contamos los escalones y acabamos con la discusi¨®n' '.
'Despu¨¦s del partido, ni se me ocurri¨® pensar en las escaleras. Ten¨ªa mejores cosas que hacer. Llegu¨¦ arriba, levant¨¦ entusiasmado la Copa y, de repente, escucho la voz de Pep detr¨¢s de m¨ª: 'Son 33, que los he contado uno a uno' '.
'A veces creo que ganamos la Copa de Europa para saber cu¨¢ntos escalones hay en Wembley'.
REDONDO Agarr¨®n de pantalones
'En un partido con el Tenerife, en el Camp Nou, Guardiola me baj¨® los pantalones. Le hice un chicle -ese regate en el que engancho el bal¨®n hacia un lado y luego lo saco por el otro-, me le fui, y ¨¦l me agarr¨® del pantal¨®n por detr¨¢s para frenarme. Me lo baj¨® hasta el muslo y se me vieron hasta los calzoncillos. Tengo la foto en casa y lo considero un buen recuerdo. Es un momento que retrata a Guardiola como jugador, un ejemplo de c¨®mo se toma los partidos. Es el tipo de jugador que me recuerda al futbolista argentino. Porque en el fondo, Guardiola siente el f¨²tbol como nosotros. Porque lleva el f¨²tbol en la sangre, porque este juego le afecta el sistema nervioso y se le nota. Siempre me pareci¨® interesante observarlo, porque adem¨¢s juega en mi puesto. Hay algo de ¨¦l que me llam¨® la atenci¨®n por encima de todo y es la forma en que preparaba los partidos. La dedicaci¨®n mental que pon¨ªa en los detalles, en el rival, en cada situaci¨®n. Creo que, en este momento de la competici¨®n, es el medio centro m¨¢s inteligente que hay. Otra cosa es su estilo de juego. Se trata de un futbolista que da claridad, que ilumina las jugadas y que mueve los equipos con sencillez. Uno mira su toque y ve que cuando el bal¨®n pasa por ¨¦l sale limpio. Siempre. Si le llega sucio, lo saca limpio. Tiene una forma muy pura de golpearlo. Y no creo que haya que dramatizar su anuncio. No est¨¢ dejando el f¨²tbol. Seguir¨¢ un tiempo m¨¢s y jugar en el extranjero le aportar¨¢ mucha experiencia'.
KIKO '?Ya c¨¢llate, cojones!'
'Guardiola no paraba de hablar. Fue en uno de esos partidos a muerte que jugamos contra el Bar?a el a?o posterior al doblete [del Atl¨¦tico]. Se hab¨ªa pasado todo el partido hablando el t¨ªo. Que si el ¨¢rbitro, que si los rivales, que si los compa?eros, que si ¨¦sto y aquello. 'S¨²be t¨² que yo te cubro... qu¨¦date que me voy... vete que yo esto y lo otro...'. Lo cog¨ª y le dije: '?Pero ya c¨¢llate cojones! ?De qu¨¦ est¨¢s hablando sin parar todo el partido? ?Para ya de una vez que me est¨¢s poniendo la cabeza como un bombo!'. ?l se me qued¨® mirando un rato asombrado y luego me pidi¨® disculpas. 'Perd¨®name t¨ªo', me dec¨ªa; 'pero ya sabes que aqu¨ª cada uno guarda por sus intereses'. El pobre se me puso a pedir perd¨®n. Y tampoco era eso. As¨ª es que le di un abrazo y nos abrazamos en medio del campo'.
BEGIRISTAIN Pisotones para Pep
'Tengo un recuerdo metido en la cabeza: c¨®mo Pep se cabreaba conmigo cuando yo le pisaba expresamente para robarle el bal¨®n en los juegos de posici¨®n, de siete contra cinco. No hab¨ªa forma de quitarle la pelota y yo siempre hac¨ªa lo mismo. Y ¨¦l, que entonces era muy joven y acababa de llegar al equipo, se enfadaba much¨ªsimo conmigo. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de lo que realmente val¨ªa. Y eso que todos hab¨ªamos sido muy esc¨¦pticos cuando Cruyff le hizo debutar en el equipo en 1990. Yo no le conoc¨ªa: Se hablaba de ¨¦l como ahora de Yniesta (el mediocentro juvenil del Bar?a) pero nada m¨¢s. Y pens¨¢bamos: 'Pero ¨¦ste t¨ªo, con esa pinta, con ese cuerpecillo, delgadito, lleno de granos...'. Pero empez¨® a entrenarse con nosotros y no perd¨ªa el bal¨®n, no lo perd¨ªa, no lo perd¨ªa... Siempre he tenido la sensaci¨®n, sea casualidad o no, de que el Bar?a jugaba bien si Guardiola lo hac¨ªa. Cruyff, por ejemplo, le exig¨ªa una barbaridad. Siempre hac¨ªa lo mismo: a veces se centraba dos semanas en un jugador y no le dejaba en paz. Y yo siempre le dec¨ªa lo mismo: eso es buena se?al. No creo que con Pep se cierre una ¨¦poca: ya se cerr¨® de hecho en la final de la Liga de Campeones que pedimos en Atenas. Pero con ¨¦l, s¨ª que se va algo trascendente en el vestuario. Alguien que lo tiene todo: car¨¢cter, liderazgo, t¨ªtulos y una experiencia de Mundiales y Eurocopas. El brasile?o o argentino de turno que llegue hace m¨¢s caso a alguien con ese bagaje. A ver qu¨¦ va a pasar ahora'.
REXACH El f¨²tbol en cinemascope
'Oriol Tort, el profesor ya desaparecido, el hombre que conoc¨ªa mejor el f¨²tbol-base del Bar?a, descubri¨® a Guardiola. Y fue qui¨¦n mejor lo defini¨®: 'Ese chico es un sabio del f¨²tbol'. Y ten¨ªa raz¨®n: yo le entren¨¦ en los infantiles y se ve¨ªa que era diferente. Con los ni?os siempre ocurre lo mismo: todos quieren tener el bal¨®n, retenerlo, no pasarlo nunca, hacer mil y un regates. Con Pep, no suced¨ªa eso. Desde muy peque?ito, siempre soltaba r¨¢pido la pelota, al primer toque, con mucha velocidad. Eso es dificil¨ªsimo. Siempre he considerado que es una especie a extinguir por algo: posiblemente, es el ¨²nico jugador de los ¨²ltimos a?os que no ha necesitado de corpulencia f¨ªsica para jugar a f¨²tbol. Tiene una cualidad ¨²nica: la mayor¨ªa ve s¨®lo una parte del campo pero ¨¦l el f¨²tbol en cinemascope. Recuerdo que cuando se supo que Milla iba a dejar el Bar?a, yo le dije a Cruyff: 'Tenemos a un chico en el f¨²tbol-base que quiz¨¢ es el mejor de todos'. Y Cruyff se fue a verlo al B, y Pep no jug¨®; al C, y tampoco y en los juveniles, lo mismo. '?Y este es t¨ªo tan bueno y no juega nunca?', me pregunt¨® extra?adao Cruyff. No lo alineaban en Segunda por su fragilidad f¨ªsica y en las dem¨¢s categor¨ªas -'Vamos a esperar a que crezca, a que se forme, a que est¨¦ m¨¢s hecho', dec¨ªan los t¨¦cnicos-por la misma raz¨®n. Cruyff orden¨® que jugara ya tres partidos en Segunda y lo ascendi¨® a Primera. Poco despu¨¦s, jugamos un partido en Mallorca e intuimos que Nadal, su ant¨ªtesis por corpulencia f¨ªsica, iba a marcar a Pep. Le dijimos: 'Si Nadal se va a la derecha vete a la izquierda, y viceversa'. Guardiola se hizo maestro en eso: en evitar el choque con los zagueros y en soltar el bal¨®n a toda velocidad antes de que le entraran'.
GUILLERMO AMOR 'Un loco del f¨²tbol'
'Pep siempre ha sido un loco del f¨²tbol. Eso lo distingue por encima de todo. Hay muchos jugadores que viven de ¨¦sto, pero que tampoco muestran un inter¨¦s desmesurado por el deporte que practican. Con Pep, es diferente. Le gusta jugar, ver todos los partidos posibles, est¨¢ al corriente de todos los jugadores...En eso es ¨²nico. Su extremada pasi¨®n por el f¨²tbol y su compromiso con el Bar?a est¨¢ fuera de dudas. Yo recuerdo cuando debut¨® ante el C¨¢diz: ese d¨ªa estaba sancionado y vi el partido desde la grada. Yo ya sab¨ªa que iba a dar el salto al primer equipo: era s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. ?Que dice que he sido su espejo, su modelo? Bueno, hemos compartido muchas cosas. ?l lleg¨® a La Masia cuando yo ya llevaba un par de a?os. Era un poco mayor. Siempre he intentado ayudar a todo el mundo. No s¨¦ si fui su cicerone en La Masia y en el vestuario pero no me gustan que me gasten las novatadas y que se las hagan a los dem¨¢s. Pero no s¨®lo yo asum¨ª ese papel: Pep tambi¨¦n es as¨ª y creo que en ese aspecto se le conoce poco. Los jugadores de la cantera ten¨ªamos el sue?o de llegar al primer equipo y retirarnos en el Camp Nou. Yo estoy ahora en el Villarreal pero cada caso es distinto. Supongo que Sergi o el Chapi Ferrer, ahora en el Chelsea, pensaban lo mismo. Guardiola es un hombre muy inteligente y cada uno elige su momento. Los canteranos siempre son necesarios pero su vac¨ªo costar¨¢ enormemente de llenar por su inteligencia y por el simbolismo que representa en el Bar?a'.
GENARO BORR?S Premonici¨®n en la playa
'Yo intu¨ª lo que iba a pasar antes del partido amistoso que jugamos contra Francia, hace un mes, en Mestalla. Est¨¢bamos en El Saler, concentrados, y despu¨¦s de un entrenamiento, por la tarde, vi que Pep se dirig¨ªa hacia la playa a dar un paseo. Decid¨ª acompa?arle. No dijo nada. Camin¨® en silencio. Un silencio extra?o. Por su expresi¨®n adivin¨¦ que se iba a marchar del Bar?a'.
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