83 a?os despu¨¦s
El repentino deterioro de armas de la I Guerra Mundial en el polvor¨ªn de Vimy, en el norte de Francia, ha obligado a las autoridades a sacar de all¨ª, extremando los cuidados, millares de proyectiles con gases mortales, como el fosgeno o la iperita (el tristemente famoso 'gas mostaza'), evacuando a los vecinos en tres kil¨®metros a la redonda, salvo una treintena que se resisti¨® a abandonar sus hogares. Ayer, en la manipulaci¨®n de los proyectiles para trasladarlos a una base militar m¨¢s segura, a unos 250 kil¨®metros de distancia, se produjo una breve fuga de gas t¨®xico, pronto controlada. El peligro que supone esta operaci¨®n se pod¨ªa haber evitado si estas armas qu¨ªmicas y otras se hubieran depositado antes en un lugar m¨¢s seguro y se hubieran desactivado y destruido. Ha habido tiempo de sobra para haber prevenido esta intervenci¨®n de urgencia. Ni m¨¢s ni menos que 83 a?os han pasado desde el final de lo que los franceses llamaron la Gran Guerra, y el polvor¨ªn de Vimy se construy¨® en 1967.
Lo ocurrido pone tambi¨¦n de relieve lo dif¨ªcil que resulta a veces deshacerse de los arsenales no utilizados, pero obsoletos, en este caso armas qu¨ªmicas, a las que hoy d¨ªa han renunciado una mayor¨ªa de Estados. El Convenio de 1993 sobre Prohibici¨®n de Desarrollo, Producci¨®n, Almacenaje y Uso de Armas Qu¨ªmicas ha sido suscrito por 165 Estados (de los que 143 ya lo han ratificado). Los que poseen este tipo de armas deben haberlas destruido antes de 2007. La alerta de Vimy deber¨ªa servir para empujar a los que a¨²n fabrican y poseen armamento qu¨ªmico a unirse a su total prohibici¨®n y a perseguir a los reg¨ªmenes que lo han usado o amenazado con hacerlo, como el de Irak.
Vimy trae el horrible recuerdo de aquella guerra. Pero el traslado de los proyectiles, as¨ª como de otros desechos peligrosos en el mundo, como los nucleares, es un nuevo ejemplo de la sociedad de riesgo en la que vivimos, con unos peligros que no vienen de la naturaleza, sino de algunos horrores o errores cometidos por los propios seres humanos.
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