Palestinos
Hace a?os, cuando empec¨¦ a trabajar en Oriente Medio, sobre todo en L¨ªbano y en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, advert¨ª que una de las palabras m¨¢s utilizadas por los periodistas de habla inglesa destacados en la zona era retaliation. Mi diccionario Collins de bolsillo le atribuye dos acepciones: pagar (o devolver lo cobrado) con la misma moneda, y venganza.
Israel nunca paga con la misma moneda. Se venga. Con su compinche, Estados Unidos, el Estado israel¨ª tiene en com¨²n, adem¨¢s de intereses econ¨®micos y estrat¨¦gicos, un par de caracter¨ªsticas que se han revelado nocivas para sus contrincantes. La soberbia (se creen pueblos elegidos) y la paranoia (piensan que el resto de la humanidad conspira en su contra). F¨ªjense en c¨®mo se parecen las recientes y fulminantes retaliations del Ej¨¦rcito israel¨ª contra Gaza y Siria (esta ¨²ltima, con el nuevamente martirizado L¨ªbano como escenario) a otras acciones b¨¦licas no menos repentinas y desproporcionadas ejecutadas por Estados Unidos contra Sud¨¢n o Irak. Es el zarpazo del m¨¢s fuerte.
Pero el Gobierno de Israel tiene m¨¢s delito. Mantiene, por la fuerza de las armas y de la propaganda, un pa¨ªs en ocupaci¨®n, y ni siquiera consiente en respetar las m¨ªnimas concesiones de un tratado de paz hecho a su medida, no a la de las justas reivindicaciones del pueblo oprimido; por el contrario, utiliza todos los medios para destruirlo, f¨ªsica y moralmente. Colonizaci¨®n y lento pero inclemente genocidio.
Gema Mart¨ªn Mu?oz nos recordaba el lunes, en este peri¨®dico, que los palestinos llevan '33 a?os luchando contra una ocupaci¨®n militar asociada a una despiadada represi¨®n y segregaci¨®n'. La profesora de Sociolog¨ªa del Mundo ?rabe e Isl¨¢mico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid clama contra la indiferencia internacional, que a?ade soledad y desesperanza a la tragedia palestina. Pero, ?acaso todos los genocidios, incluido el que sufrieron las v¨ªctimas del nazismo, no se perpetraron por la lentitud con que la comunidad internacional de turno abandon¨® sus interesadas indiferencias? ?No es el propio Estado de Israel el producto del desprecio de las potencias hacia los habitantes del territorio usurpado?
Qu¨¦ verg¨¹enza, amigos.
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