El Alav¨¦s remata a lo grande
El equipo de Man¨¦ impresiona con su nueva goleada al Kaiserslautern
No hubo lugar a la ¨¦pica alemana. El Alav¨¦s entr¨® en la historia y en la final de la Copa de la UEFA dulcemente, tras 15 minutos de p¨¢nico a las alturas y 75 de autocontrol emocional y disfrute de su impresionante trayectoria. El equipo de Man¨¦ inici¨® la competici¨®n a modo de novato y la termina como un grupo sin apenas temblores, s¨®lido hasta en los campos m¨¢s atronadores. El Alav¨¦s ha crecido geom¨¦tricamente en s¨®lo ocho meses. Es el sue?o hecho realidad de un club peque?o y un conjunto con los pies en el suelo.
El Kaiserslautern conoce lo que eso supone, pero esta vez no le ha tocado rememorar viejas haza?as germanas. Ten¨ªa por delante demasiada tarea y un rival muy poco generoso. Necesitaba una noche llena de conjuros y de elementos favorables para aspirar a la remontada. Durante el primer cuarto de hora los tuvo consigo. Se unieron todas las circunstancias da?inas posibles para el Alav¨¦s y el cuadro espa?ol cay¨® en un puro terror, en el miedo esc¨¦nico, en el descontrol. En fin, los peores augurios. Seguramente todo parti¨® de una diferente manera de enfocar el partido. El Kaiserslautern sab¨ªa que cualquier posibilidad de so?ar pasaba por un comienzo arrollador. Al Alav¨¦s no le importaba tanto el inicio como mantener un ritmo constante. El resultado fue una escabechina.
El equipo alem¨¢n, aupado por un grader¨ªo digno de una semifinal de la Copa de la UEFA, arrincon¨® a los alavesistas, temerosos y con el v¨¦rtigo del resultado previo, el 5-1 de Mendizorroza. Ese estado an¨ªmico deriv¨® en su colocaci¨®n desastrosa sobre el c¨¦sped. Empez¨® con la defensa tan numerosa como retrasada. ?se fue el gran pecado del Alav¨¦s en los primeros minutos. Con una l¨ªnea tan agazapada, no ten¨ªa confianza, entreg¨® un hueco gigante a los creadores rivales, Djorkaeff y Ratinho; naufrag¨® por la banda izquierda -Astudillo y, sobre todo, Ibon Bego?a- y s¨®lo pod¨ªa correr tras el bal¨®n.
Tanto desastre tuvo un castigo madrugador. Los alemanes no tardaron en anotarse el primer gol. El Alav¨¦s no se descompuso. Tuvo una ¨²nica mejor¨ªa, pero result¨® b¨¢sica para su supervivencia. Sus cinco defensas dieron diez pasos adelante y con ¨¦se s¨®lo detalle el Alav¨¦s construy¨® su primera ocasi¨®n: un extraordinario gol que mostr¨® la clase de Geli y la capacidad de salto de Iv¨¢n Alonso. Un tanto que vali¨® por varios. Porque obligaba al Kaiserslautern a marcar un m¨ªnimo de cinco, porque dio otro aspecto al encuentro y porque el Alav¨¦s vio desde entonces que le bastaba tomarse la noche con serenidad y orden para poner en dudas a su rival.
M¨¢s que provocarle dudas a Andreas Brehme, el gol invit¨® al entrenador alem¨¢n a mover ficha prematuramente. S¨®lo hab¨ªa transcurrido media hora y el Kaiserslautern aviv¨® la primera hoguera de sus naves. Dej¨® s¨®lo dos defensas natos en el campo y se arriesg¨® con su mejor y ¨²nico reactivo posible: el portugu¨¦s Dom¨ªnguez. Una decisi¨®n loable pero in¨²til. El Alav¨¦s, para entonces, ya hab¨ªa encontrado su sitio en el terreno.
El Kaiserslautern no volvi¨® a encontrar el enloquecido ritmo de la salida. Todo entr¨® en un terreno m¨¢s sosegado. El rugido del Fritz Walter se qued¨® reducido a un leve susurro. El Alav¨¦s tom¨® la iniciativa por completo y esper¨® acontecimientos desde el c¨ªrculo central. Ah¨ª se cocin¨® la jugada de la puntilla. Una recuperaci¨®n de la pelota, una buena combinaci¨®n que descoloc¨® a la defensa roja y un final perfecto entre dos jugadores suplentes. Magno meti¨® un pase adelantado a Vucko, que, en su l¨ªnea de rentabilidad m¨¢xima, marc¨® s¨®lo siete minutos despu¨¦s de sustituir a Iv¨¢n Alonso. La final ya no se le escapaba al Alav¨¦s.
Por delante ten¨ªa media hora para disfrutar del escenario, del buen perder de los seguidores del Kaiserslautern, y para acostumbrar a su o¨ªdo a la pronunciaci¨®n alemana. En menos de un mes visitar¨¢ Dortmund en la final. Incluso le qued¨® tiempo para homenajear a sus suplentes. En los dos ¨²ltimos goles participaron Azkoitia y Ga?¨¢n, dos vizca¨ªnos que resumen los or¨ªgenes humildes del Alav¨¦s. Porque, pese a todos los ¨²ltimos acontecimientos, los alavesistas saben lo que ha sido y lo que son.
![Los jugadores del Alav¨¦s se abrazan para celebrar su clasificaci¨®n para la final.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6VTK6GJVBJSCXSNCS3WP6XREMQ.jpg?auth=7ad5b73dcfdffb9a4f8193a14543e32aae364a30d2107c444b2e410d66f3a014&width=414)
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