Un interno del reformatorio El Pinar intenta fugarse saltando la valla
En el centro El Madro?o se ha producido ya una evasi¨®n este a?o
El reformatorio El Pinar (Fuencarral), el ¨²nico de la regi¨®n regentado por una entidad privada, la Asociaci¨®n Cicer¨®n, ha tenido ya un primer intento de fuga desde su apertura el 13 de enero. El pasado martes, hacia las seis de la tarde, un interno madrile?o de 17 a?os trat¨® de escaparse del centro saltando a la carrera una de las dos vallas que lo rodean, mientras otros seis internos y tres educadores jugaban un partido en el patio. El chaval, internado desde hace tres semanas por orden judicial por un delito de robo con violencia pendiente de juicio, no logr¨® su objetivo, ya que fue interceptado por un vigilante antes de franquear la segunda valla. V¨ªctor Garc¨ªa, coordinador de los centros de reforma del Instituto Madrile?o del Menor y la Familia (IMMF) de la Comunidad, explica que el chaval 'no lleg¨® a salir del recinto'. 'Depuso su actitud sin problema, pero luego, una vez dentro del edificio, con la frustraci¨®n de no haber logrado su meta, se mostr¨® agresivo. Es un chico con un car¨¢cter algo dif¨ªcil', a?ade.
En los otros dos centros cerrados para menores autores de delitos graves -El Madro?o (15 plazas) y Renasco (12 plazas)-, ambos de gesti¨®n p¨²blica, se ha producido desde enero una fuga (en El Madro?o) y tres tentativas (dos de ellas en El Madro?o).
Garc¨ªa considera, sin embargo, 'suficientes' las medidas de seguridad de los reformatorios. 'En ellos debe primar el car¨¢cter educativo. La seguridad es importante porque las fugas a los primeros que perjudican es a los propios chicos que vuelven a la calle, pero no podemos cargar tanto las tintas en el control que impida la tarea formativa', apostilla.
Un intento de fuga se considera una falta muy grave que la Ley del Menor castiga con la separaci¨®n del chaval del grupo, durante las actividades de ocio, por periodos de tres a siete d¨ªas o de tres a cinco fines de semana. El joven debe permanecer en su habitaci¨®n aunque sale para clases, para recibir visitas y para disponer de, al menos, dos horas diarias de actividades al aire libre.
El Pinar tiene 40 plazas, aunque s¨®lo est¨¢n ocupadas la mitad.
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