Batalla judicial en California por las pel¨ªculas de Cantinflas

Cuando Mario Moreno, Cantinflas, firm¨® un contrato con Columbia Pictures en 1946, cambi¨® el curso del cine latinoamericano y ascendi¨® a la fama internacional. Comparti¨® protagonismo con Frank Sinatra y Debbie Reynolds y gan¨® dos Globos de Oro -uno de ellos, por su papel en la mejor pel¨ªcula de 1956, La vuelta al mundo en 80 d¨ªas-, todo ello apoy¨¢ndose en un sencillo personaje cuyas frases disparatadas y parrafadas sin sentido confund¨ªan a los ricos y poderosos. El actor, que muri¨® hace ocho a?os, sigue siendo muy rentable para Hollywood. Se calcula que en 2000 Columbia se embols¨® Los abogados de Columbia han afirmado en documentos judiciales que el estudio se asegur¨® la propiedad de 26 pel¨ªculas mediante varias de esas maniobras financieras, en 1959, 1960 y 1968. Columbia dice que Cantinflas renunci¨® a los derechos sobre ellas a cambio de obtener dinero para producir nuevos filmes.

El actor mand¨® construir en M¨¦xico una sala especial para almacenar los negativos de sus pel¨ªculas

Los directivos del estudio aseguran que cumplieron su compromiso de pagar los derechos de autor al actor y, posteriormente, a su embarullado patrimonio. Hay casi 360 millones de pesetas que aguardan a la familia, un dinero que no se repartir¨¢ hasta que el caso est¨¦ resuelto y los tribunales mexicanos decidan sobre otra demanda sobre si el heredero de las pel¨ªculas es el hijo de Cantinflas o su sobrino.

Sin embargo, los argumentos de Columbia tienen un problema t¨¦cnico: ni Cantinflas ni su productor firmaron jam¨¢s el crucial documento de marzo de 1960 que seg¨²n Columbia plasmaba el traspaso de la propiedad de las pel¨ªculas a la subsidiaria brit¨¢nica del estudio. El nombre de Cantinflas no aparece en ning¨²n lugar del intrincado documento.

Adem¨¢s, el hijo de Cantinflas asegura que s¨®lo ¨¦l est¨¢ en posesi¨®n de los negativos originales de las pel¨ªculas. Explica que los tiene guardados en unas latas y en una habitaci¨®n alicatada y climatizada en Ciudad de M¨¦xico, que su padre mand¨® contruir para almacenar las pel¨ªculas. Un t¨¦cnico de laboratorio va de vez en cuando para quitar el polvo de los negativos y limpiarlos con sustancias qu¨ªmicas que mantienen la frescura.

'Mi padre siempre dijo que Columbia era la distribuidora de las pel¨ªculas. Nunca jam¨¢s dijo que las hubiera vendido. Si mi padre viera todo esto, volver¨ªa a morirse de rabia', dice Moreno.