Beber es un gran placer

Estamos sumergidos en una sinraz¨®n. Nuestro af¨¢n por conocer m¨¢s y m¨¢s en lo concerniente al mundo del vino no tiene l¨ªmite. Queremos saber de d¨®nde procede el vi?edo, su edad, el tipo de injertos que se han utilizado, en qu¨¦ terrenos est¨¢ asentado, el sistema de poda que emplea y cu¨¢l es el sistema de plantaci¨®n que se ha seguido. Nuestra inquietud tambi¨¦n llega a su elaboraci¨®n, cu¨¢ntos d¨ªas ha permanecido el mosto con el hollejo, el n¨²mero de remontados diarios, etc¨¦tera. Y llegar, despu¨¦s a la etapa de crianza, qu¨¦ madera utiliza, en qu¨¦ tipo de tostado est¨¢n fabricadas las barricas. Nuestras preguntas podr¨ªan seguir por el tipo de botella o etiqueta, la tipolog¨ªa del corcho, etc¨¦tera, etc¨¦tera. Y, por supuesto, saber qui¨¦n es su elaborador, d¨®nde curs¨® sus estudios de enolog¨ªa, si hace otros vinos apara otras bodegas, en fin, una locura.

Lo queremos saber todo, pero corremos el riesgo de que se nos olvide lo principal: que el vino est¨¢ elaborado para beber y disfrutar.

Detalles

Muchas veces nos perdemos en los detalles poco importantes y con una copa en la mano no caemos en la cuenta que el bodeguero busca nuestra felicidad y que guardemos un grato recuerdo de su vino en nuestra memoria para que repitamos la compra en cualquier otra ocasi¨®n.

Tampoco significa que desde esta columna defendamos los m¨¦todos algo oscurantistas de muchas bodegas, que lo ¨²nico que nos permiten conocer de su vino es su marca comercial, d¨®nde est¨¢ situada la bodega y, por supuesto, su precio de venta al p¨²blico.

Tambi¨¦n en esta oportunidad nos inclinamos por la justa medida que es donde reside la sabidur¨ªa. Lo dem¨¢s es cosa de predicadores, los cuales est¨¢n en el mismo lado que los oscurantistas que tanta informaci¨®n nos han negado. As¨ª este espacio dedicado al vino, sobre todo, aspira a ser un canto al placer, al disfrute y a la libertad, eso s¨ª, siempre recomendando que se comparta con una buena compa?¨ªa una botella de buen vino.