'Lo he perdido todo, pero no me rindo'
El investigador explica la crisis que le ha arrebatado el centro en el que trabajaba en una vacuna contra la malaria
Tras sufrir en los ¨²ltimos meses un serio rev¨¦s que le ha llevado a perder gran parte de los frutos del trabajo de muchos a?os, el cient¨ªfico colombiano Manuel Elkin Patarroyo (1946) se declara dispuesto a empezar de nuevo y a permanecer en su pa¨ªs, 'porque creemos en lo que hacemos'. Descubridor de una vacuna candidata contra la malaria que en ensayos cl¨ªnicos arroj¨® una eficacia baja o moderada y que fue donada a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud pero que no se fabrica, Patarroyo atraviesa tambi¨¦n una crisis de credibilidad en la comunidad cient¨ªfica internacional, que no conf¨ªa en sus intentos de conseguir una segunda vacuna perfeccionada contra la malaria, tantas veces anunciada por ¨¦l mismo en los ¨²ltimos a?os. ?l reconoce que est¨¢ siendo m¨¢s dif¨ªcil de lo que pensaba conseguir resultados con esta segunda vacuna, pero se muestra optimista sobre sus avances para llevar a la pr¨¢ctica un m¨¦todo universal para hacer vacunas sint¨¦ticas.
'El narcotr¨¢fico y los vendedores de armas quieren mantener el conflicto vivo en Colombia'
Pregunta. Parece que est¨¢ en crisis.
Respuesta. ?C¨®mo que si estoy en crisis? He perdido todo. Completamente. Totalmente. El problema comenz¨® el 9 de enero con un embargo que hizo el BBVA a los equipos nuestros [en el Instituto de Inmunolog¨ªa en Bogot¨¢] de resonancia magn¨¦tica, supercomputadores, secuenciadores de ADN... por una deuda que no es nuestra. Nosotros est¨¢bamos dentro de la Fundaci¨®n San Juan de Dios porque nacimos all¨ª hace 27 a?os y, aunque ten¨ªamos independencia econ¨®mica y administrativa, no la ten¨ªamos jur¨ªdica. Debido a los problemas de la fundaci¨®n, que ten¨ªa deudas con muy distintas instituciones por un total cercano a los 200 millones de d¨®lares [38.000 millones de pesetas], y aunque hasta entonces ¨¦ramos intocables y nunca hemos debido nada a nadie, se nos embarg¨® por dos millones de d¨®lares. Hubo 19 embargos consecutivos en un solo mes, muchos de empresas farmac¨¦uticas.
P. ?Y qu¨¦ ha pasado con el hospital junto al que estaba el instituto y que hac¨ªa una importante labor asistencial?
R. Cerr¨® mucho antes, por estos mismos problemas de la fundaci¨®n, y no se pudo salvar. Nosotros terminamos pagando los platos rotos del hospital.
P. Es la fundaci¨®n de los Hermanos de San Juan de Dios. ?Cu¨¢l fue la reacci¨®n de la Iglesia cat¨®lica?
R. La Iglesia dijo que ella no ten¨ªa responsabilidad administrativa desde que se cre¨® la fundaci¨®n, que es un ente privado, hace 27 a?os.
P. ?Qu¨¦ ha pasado luego?
R. El BBVA decidi¨® devolvernos los equipos, los instrumentos, lo que yo agradezco mucho, pero el sindicato de obreros inmediatamente los embarg¨® para asegurar el pago de sus salarios atrasados. Hemos perdido todo. Ten¨ªamos tres edificios muy bien dotados, alrededor de 25 millones de d¨®lares. Nuestro presupuesto anual es de dos millones y medio a tres millones de d¨®lares. Del grupo humano, que ¨¦ramos 140 personas, 25 se han ido en los ¨²ltimos meses al extranjero.
P. ?Ha recibido ayuda del Gobierno de su pa¨ªs?
R. El presidente Pastrana quiso colaborar, pero yo le ped¨ª que no lo hiciera, por una raz¨®n muy simple: no vi ni l¨®gico ni justo que Colombia volviera a comprar lo que ya nos hab¨ªa dado para trabajar. El 3 de febrero decid¨ª irme del instituto, con todo el material biol¨®gico y algunos equipos que nos hab¨ªa donado Alemania. Le hemos pedido al Gobierno un laboratorio oficial en desuso, pero hasta ahora no se nos ha entregado. Estamos en el aire. Nos hemos desperdigado por varias instituciones y yo no tengo ni oficina.
P. ?Va a tirar la toalla?
R. ?No! ?Nunca! Estoy muy convencido de lo que estamos haciendo, y adem¨¢s hay una moral muy alta entre la gente, con lo adelantada que est¨¢ la vacuna de la malaria en su segunda versi¨®n, y mal puedo yo ahorita abandonar esto. El pa¨ªs esta tambi¨¦n muy convencido de que debemos seguir adelante y de que nos deben ayudar.
P.. ?Qu¨¦ va a pasar ahora?
R. No est¨¢ claro, lo ¨²nico claro es que tenemos unos resultados muy buenos. El a?o pasado mandamos a publicaci¨®n al menos 25 art¨ªculos cient¨ªficos, de los cuales 12 ya han sido aceptados para su difusi¨®n. Y hemos venido liberando en Internet la informaci¨®n de las secuencias de uni¨®n de los p¨¦ptidos.
P. Desde fuera puede parecer que esta crisis es una consecuencia m¨¢s de la situaci¨®n pol¨ªtica de Colombia.
R. Es una consecuencia, s¨ª. Desafortunadamente, ha venido empeorando la situaci¨®n del pa¨ªs, de forma que es que como si estuviera desmoron¨¢ndose. Se siente desde dentro y se ve desde fuera.
P. ?Ha pensado en irse a otro pa¨ªs?
R. He tenido ofertas de los encargados de ciencia y tecnolog¨ªa del Pa¨ªs Vasco y de la Universidad p¨²blica de Navarra. Fuera de Espa?a es que ni siquiera he salido ni he escuchado nada. Mis profesores de Rockefeller University me dijeron que all¨ª ten¨ªa sitio, pero yo no puedo irme sin el equipo. Es un compromiso moral que tengo; as¨ª que pienso quedarme, seguir luchando. Unas cuantas personas, entre ellas el ex presidente Belisario Betancur y el premio Nobel Bruce Merrifield, decidimos organizar la Fundaci¨®n Instituto de Inmunolog¨ªa de Colombia. Aun cuando los fondos [del Gobierno] existen para nuestro funcionamiento, tenemos que volver a adquirir un edificio, los equipos y todo lo dem¨¢s. No tiene sentido esperar varios a?os a que se cumpla el proceso jur¨ªdico o readquirir los instrumentos, sino salir a comprar los nuevos, quiz¨¢ no en la misma cantidad, pero s¨ª de la misma calidad, para volver a reorganizar el instituto.
P. ?Cu¨¢l es el motivo de su visita a Espa?a?
R. Ha sido principalmente para dictar una conferencia en la Casa de Am¨¦rica sobre el m¨¦todo universal para hacer vacunas, pero tambi¨¦n vine para mostrar a su majestad [la reina do?a Sof¨ªa] lo que estamos haciendo y para hablar con algunos colegas para ver si alguna de mi gente puede venir aqu¨ª a hacer trabajos concretos para no quedar paralizados.
P. La reacci¨®n de la comunidad cient¨ªfica internacional ante su crisis ha sido tibia.
R. Hemos tenido apoyo internacional bastante bueno. Nos hemos sentido apoyados por los colegas. Muchos se han manifestado cuando el embargo, entre ellos Rodolfo Llin¨¢s y la premio Nobel Christiane N¨¹sslein-Volhard, pero se dirigieron al banco, y en Colombia.
P. Sin embargo, parece haber poca fe en su trabajo respecto a resultados concretos.
R. En resultados concretos he sido yo quien se ha retirado. No ha sido la comunidad cient¨ªfica la que nos ha excluido. La Spf66 [la primera vacuna] cumpli¨® un ciclo, dio hasta un 31% de eficacia protectora en personas mayores de un a?o y nosotros estamos en mejorarla. Eso es algo que ha llevado un tiempo. Se han ensayado muchas vacunas con resultados totalmente negativos, sobre todo en malaria, de forma que el problema es mucho m¨¢s complejo de lo que todos pens¨¢bamos. Lo que hemos venido elaborando en los ¨²ltimos a?os es la metodolog¨ªa para hacer vacunas, una manera l¨®gica y racional de hacerlas, y ya estamos empezando a aplicarla en monos.
P. ?C¨®mo ve el futuro pol¨ªtico de Colombia?
R. Es preocupante. Es preocupante la situaci¨®n pol¨ªtica del pais, debido a que ha habido una apertura muy generosa de parte del presidente Pastrana que los grupos subversivos, tanto de derecha como de izquierda, no han entendido. Ese mensaje no lo han entendido, y esto se complica enormente debido a los intereses creados, sobre todo de dos partes: el narcotr¨¢fico y los vendedores de armas, que les interesa mantener el conflicto vivo. De manera que hay una apertura extremadamente positiva por parte del Gobierno, pero hay unos intereses creados muy grandes que no permiten que esto vaya f¨¢cilmente para adelante.
P. Hace pocos a?os le ofrecieron ser vicepresidente de Colombia. ?Sigue pensando que la pol¨ªtica no es lo suyo?
R. Yo jam¨¢s intervendr¨¦ en pol¨ªtica. Tengo muy claro que definitivamente lo m¨ªo es la ciencia, independientemente de los altibajos que haya podido tener la primera vacuna. ?se es mi campo, y voy a seguir dentro de ¨¦l. No voy a cambiar lo m¨¢s m¨ªnimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.