'No pienso dimitir'
Serra Ferrer deja su futuro en manos de la directiva en una tarde en la que el Bar?a se desploma
Un final esperp¨¦ntico: expulsi¨®n de Sim?o, luego de Iv¨¢n y despu¨¦s de Sergi. Un clamoroso 3-1 y El Sadar haciendo la ola, pellizc¨¢ndose para creer lo que suced¨ªa en el c¨¦sped. Pamplona, euf¨®rica ya con el balonmano, salud¨® la victoria -la cuarta en casa este a?o- tocando las bocinas mientras el Bar?a se escond¨ªa bajo tierra. Un grupo de aficionados catalanes -'bueno, esta ciudad es bonita y el viaje vale la pena'- esperaban indignados a ver si se consumaba o no la noticia. Mientras tanto, el presidente azulgrana, Joan Gaspart, segu¨ªa encerrado en el vestuario con los jugadores.
'Est¨¢ intentando animar al equipo', aclar¨® despu¨¦s ante los micr¨®fonos el t¨¦cnico Lloren? Serra Ferrer, que sinti¨® ayer como nunca la soledad de quien se sabe acosado por todos. Pero nunca perdi¨® la calma: 'No se trata de saber si tengo las horas contadas o si me echan o no. No es una cuesti¨®n que dependa de m¨ª. No pienso dimitir: s¨®lo puedo trabajar con honestidad y valent¨ªa para recuperar al equipo. Los jugadores no est¨¢n con el entrenador, sino con el club. No tengo la menor duda de que han hecho cuanto han podido. Podemos salir adelante. No hablamos de otra cosa que de f¨²tbol y el Bar?a sabe jugar al f¨²tbol. No creo que por culpa del t¨¦cnico deje de saber jugar al f¨²tbol'.
Serra Ferrer apareci¨® serio, pero exhibi¨® su actual flema y hasta destil¨® humor brit¨¢nico. 'Si quiere, puede quedarse', dijo por la ma?ana el mallorqu¨ªn a un cliente del hotel que, por error, entr¨® en la sala donde los jugadores estaban a punto de ver en una pantalla gigante un v¨ªdeo de Osasuna. Casi parec¨ªa que se lo esperaba: El Sadar no era el mejor lugar para jugarse el puesto. Sab¨ªa que su equipo, fiel a la peor de sus caras, hab¨ªa tropezado este a?o ante los rivales m¨¢s d¨¦biles, como el Racing, fuera o en el propio Camp Nou y que hab¨ªa soportado el envite de los grandes.
Tras la triste imagen ofrecida ante el Liverpool, en Anfield, no cab¨ªa esperar reacci¨®n alguna del Bar?a. Tampoco hab¨ªa nada que ayudase: ni la lluvia, ni el fr¨ªo, ni el cuerpo a cuerpo. Fue como una prolongaci¨®n de la tortura inglesa. Un campo peque?o, la afici¨®n sin parar de cantar y un par de goles a bal¨®n parado que dejaron al Barcelona l¨¢nguido, deshecho, impotente.
El fantasma de la destituci¨®n de Serra Ferrer plane¨® con el primer gol de Iv¨¢n Rosado, se agrand¨® con el de ?lex Fern¨¢ndez y pareci¨® definirse hasta que Gaspart habl¨® tras el tercero. Gaspart, tan poco dado a acompa?ar al Bar?a en sus desplazamientos en la Liga, estaba ayer en el palco arropado por media docena de directivos. Parec¨ªa un juez encargado de se?alar el veredicto. O pulgar hacia arriba en se?al de clemencia o hacia abajo como le hab¨ªa pedido, nada m¨¢s salir de Anfield, un numeroso grupo de directivos, todos vestidos con largos abrigos. Gaspart no hizo de C¨¦sar, pero el tic-tac se puso en marcha en Liverpool. Empez¨® la cuenta atr¨¢s. ?Cuesti¨®n de tiempo? Quiz¨¢ la decisi¨®n se tome hoy.
Acaso temi¨¦ndose lo peor, Serra Ferrer, el chivo expiatorio de un a?o tan mal construido, ya prepar¨® el s¨¢bado el terreno. Olvid¨® su calma tan isle?a y empez¨® a sacar el dedo acusador. Y se?al¨® a Carles Rexach, que se hab¨ªa puesto a disposici¨®n del club para tomar el relevo, record¨¢ndole la traici¨®n a Johan Cruyff en 1996.
Pero esta vez el gui¨®n estaba escrito. Nunca se vio a un Bar?a m¨¢s plano. Tampoco es tan extra?o: Frank de Boer no se sonroj¨® cuando, tras el 4-4 ante el Zaragoza, dijo que a este equipo no le motivaba la Liga. Que la Copa de la UEFA era otra cosa. Pero resulta que el Bar?a fue expulsado en Inglaterra de su segunda competici¨®n europea y est¨¢ comprometiendo seriamente su concurso en la Liga de Campeones del pr¨®ximo a?o. La petici¨®n de un esfuerzo adicional que formul¨® Gaspart cay¨® en saco roto. Lo que sucede es que muchos de los que jugaron ayer no estar¨¢n y el Bar?a est¨¢ acabando este a?o como un alma en pena.
Desesperado por la situaci¨®n, Serra Ferrer quem¨® las velas en el descanso: relev¨® a Guardiola y apost¨® por Iv¨¢n, el jugador que no quiso en julio, que Gaspart le impuso en agosto y que quiso que ayer le ayudara a salvar el puesto. No fue as¨ª: primero Sim?o dej¨® al equipo con diez; Lo Pelat, con nueve, y Sergi, con ocho. El Sadar acab¨® haciendo la ola. El ¨²nico alivio para el Bar?a fue el pitido final.
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