El Madrid se anuncia campe¨®n
Ra¨²l y Savio dan la victoria al l¨ªder, que pas¨® graves apuros en Zaragoza
Con un excelente ejercicio de punter¨ªa en el ¨¢rea, el Madrid venci¨® la tenaz oposici¨®n del Zaragoza, que jug¨® desesperadamente, como si le fuera la vida en ello. Y con raz¨®n, porque el Zaragoza se cre¨ªa a salvo del descenso y ha vuelto a meterse en problemas. Pero no ser¨¢ por dejadez. Frente al Madrid, apret¨® con firmeza durante una hora, con un juego r¨¢pido y profundo que puso en evidencia a los mediocampistas y centrales madridistas. Le falt¨® el porcentaje de acierto que le sobra a Ra¨²l, por citar a uno que no falla en el ¨¢rea. En el escenario de su famoso debut, Ra¨²l marc¨® dos espl¨¦ndidos goles que sirvieron para inutilizar el abnegado acoso del Zaragoza. Savio, que record¨® sus d¨ªas como delantero picante, termin¨® el trabajo cuando a los locales no les quedaba aire.
ZARAGOZA 2| REAL MADRID 3
Zaragoza: Juanmi; Pablo (Gurenko, m. 46), Aguado, Paco, Lanna; Acu?a, Jos¨¦ Ignacio, Juanele (Ferr¨®n, m. 78), Jamelli (Peternac, m. 80), Mart¨ªn Vellisca; y Yordi. Real Madrid: Casillas; Salgado, Karanka, Helguera, Roberto Carlos; Flavio, Celades, MacManaman (Figo, m. 66), Ra¨²l, Savio (Munitis, m. 87); y Guti. Goles: 0-1. M. 15. Ra¨²l cabecea un centro de Savio. 1-1. M. 26. Juanele aprovecha el despiste de la zaga y marca junto al poste. 1-2. M. 32. Ra¨²l, de cabeza, a pase de McManaman. 2-2. M. 60. Jamelli, en jugada individual. 2-3. M. 67. Savio recoge en corto un saque de esquina de Figo, se da la vuelta y sorprende a Juanmi con un zurdazo. ?rbitro: Carmona M¨¦ndez. Amarilla a Jamelli, Juanele, Salgado, McManaman, Karanka y Celades. 32.000 espectadores en La Romareda.
S¨®lo los ¨²ltimos veinte minutos vieron a un Madrid solvente, con paciencia para mover el bal¨®n y desactivar el esfuerzo de sus rivales para recuperar el bal¨®n. Fueron los ¨²nicos momentos de juego colectivo, si por tal se entiende la cohesi¨®n entre las l¨ªneas y la facilidad para tocar y moverse, para no sentirse arrinconados por la presi¨®n rival. Hasta entonces, el Madrid hab¨ªa aprovechado la excepcional intuici¨®n de Ra¨²l en el ¨¢rea y los detalles de Savio. De hecho, el partido confirm¨® que Hierro es capit¨¢n general en este equipo.
La l¨ªnea defensiva se situ¨® tan atr¨¢s como siempre, y esta vez no serv¨ªa Hierro como excusa. Su ausencia fue definitiva en varios aspectos: el Zaragoza gan¨® sistem¨¢ticamente en el juego a¨¦reo y se aprovech¨® de la falta de contundencia de los defensas en numerosas acciones. El Madrid nunca atendi¨® a ciertas cuestiones b¨¢sicas, y descuid¨® el segundo palo, por donde lleg¨® el primer tanto y unos cuantos remates de Aguado. Cualquier centro se convert¨ªa en un problema. A veces bastaba un saque largo de banda para provocar el caos en el ¨¢rea, donde todo el mundo andaba nervioso. Los delanteros del Zaragoza, porque no acertaban frente a Casillas, y los defensas del Madrid, porque fracasaban en el intento de detener la marea.
Tampoco funcionaron Flavio y Celades, v¨ªctimas de la timidez, de la inactividad, de la presi¨®n de los centrocampistas locales, o de lo que fuera. Acu?a, un excelente futbolista, mov¨ªa el partido con claridad y un punto de fiereza. El Zaragoza hac¨ªa su trabajo perfectamente, pero el Madrid hizo los goles en dos cabezazos impecables de Ra¨²l. Savio tuvo mucho que ver con el primer tanto. En un equipo con poca chispa para el contragolpe, Savio se maneja bien en las contras. Ra¨²l concret¨® una de ellas, no sin dejar rastro de su astucia. Amag¨® a Paco, que se comi¨® el enga?o, y gan¨® el metro necesario para cabecear con limpieza.
Empat¨® Jamelli, libre en el segundo palo, por supuesto. As¨ª fueron casi todas las oportunidades del Zaragoza, incapaz de aprovecharlas. Para eso Ra¨²l es un manual. Otro cabezazo, en esta ocasi¨®n tras un centro desde la derecha de McManaman, volvi¨® a recordar su impagable contribuci¨®n al Madrid. El arranque del segundo tiempo no modific¨® nada. El Zaragoza empujaba con coraje y el Madrid aguantaba con dificultades. No lograba mantener el bal¨®n ante un equipo que no le conced¨ªa respiro. El partido se alborot¨®, y por el camino se protest¨® un penalti de Casillas a Juanele. De otra jugada llena de errores y confusi¨®n naci¨® el gol del empate, anotado por Jamelli y concedido por Helguera, Celades y Karanka.
Ah¨ª termin¨® el empuj¨®n del Zaragoza. Por la parte simb¨®lica que tiene el f¨²tbol, result¨® interesante que el ingreso de Figo tuviera consecuencias inmediatas. Entr¨®, sac¨® un c¨®rner y Savio lo resolvi¨® con un golazo. El Madrid no desperdici¨® esta ¨²ltima ventaja. Celades sac¨® un poco la cabecita, Guti comenz¨® a colaborar con el centro del campo, y los minutos fueron pasando ante la evidencia de que el partido casi decretaba al nuevo campe¨®n de Liga.
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