Los primeros datos oficiales dan ventaja a los partidarios de la independencia de Montenegro
El Gobierno yugoslavo descarta el uso de la fuerza para evitar la secesi¨®n tras las elecciones de ayer
Con un 12% del escrutinio, la coalici¨®n secesionista Victoria para Montenegro, del presidente Djukanovic (en la que est¨¢ incluida su formaci¨®n pol¨ªtica, el Partido de los Socialistas Dem¨®cratas), obten¨ªa un 44% de los votos. Si la tendencia se mantiene, la coalici¨®n se ver¨¢ obligada a recurrir a la matem¨¢tica electoral y pactar con los ultraseparatistas de la Alianza Liberal e incluso con los partidos de las minor¨ªas ¨¦tnicas (albaneses y bosnio-musulmanes) si pretende llevar a buen puerto el refer¨¦ndum para la independencia. Seg¨²n los primeros datos, la Alianza Liberal obtendr¨ªa un 8,1%. Ambos resultados unidos garantizan los dos tercios del Parlamento, que tiene 77 esca?os, para poder convocar la consulta popular.
Desde la vecina Serbia, las autoridades de Belgrado ya s¨®lo esperaban la fecha del funeral. "Tendremos un comportamiento democr¨¢tico y aceptaremos toda soluci¨®n que separe a Montenegro de Serbia", proclam¨® resignado el jefe de Estado yugoslavo, Vojislav Kostunica. El presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, por su parte, deposit¨® el voto y le dio a la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia (RFY, Serbia y Montenegro) el tiro de gracia: "Si nos alzamos con la victoria, tendremos un refer¨¦ndum para la independencia".
Djukanovic hab¨ªa ordenado durante su campa?a desmarcarse de Serbia (ocho millones de habitantes, sin contar con Kosovo). Y as¨ª lo hicieron sus correligionarios. Tras cinco d¨ªas de lluvia, ayer no hubo remisi¨®n.
Endomingadas y tratando de sortear con sus altos tacones los charcos, varias mujeres afirmaban orgullosas haber votado por el hombre que les salv¨® de la guerra fratricida que se ceb¨® con los Balcanes. "Djukanovic evit¨® el desastre en Montenegro y ahora quiere devolvernos el pa¨ªs orgulloso que siempre hemos sido", aseguraba Mira. A su lado, Slavica se declaraba rotunda en favor de la victoria secesionista. "Ma?ana se inicia un nuevo d¨ªa en Montenegro". Una joven pareja de novios esperaba a que se iniciase la marcha nupcial para entrar del brazo en el Ayuntamiento. "Elegimos el d¨ªa a prop¨®sito", confesaba ella. "Nueva vida, nuevo pa¨ªs", respondi¨® ¨¦l.
"Creo que estas elecciones son una contribuci¨®n a la democratizaci¨®n de Montenegro y a la v¨ªa pro europea que emprendi¨® hace varios a?os", manifest¨® Djukanovic. Era el mismo mensaje que el de Mira, Slavica y los reci¨¦n esposados, pero en palabras de un pol¨ªtico que desde 1990 fue uno de los aliados m¨¢s importantes del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y que en 1997 le dio la espalda ali¨¢ndose con Occidente.
"Nos venden el pa¨ªs"
Con el coraz¨®n todav¨ªa en Belgrado, suspiraban los partidarios de permanecer dentro de la Federaci¨®n recordando tiempos mejores. "Estamos vendiendo nuestro pa¨ªs a Estados Unidos", aseguraba hura?o Milojica Mujovic. Y entre dientes invocaba al VII Batall¨®n, esgrimido en tiempos de Milosevic como violento argumento de peso contra cualquier intento de salirse del ritmo establecido. No sab¨ªa este nost¨¢lgico guerrero que ayer el Ej¨¦rcito federal yugoslavo permaneci¨® acuartelado y con ¨®rdenes de no patrullar ni hacer alarde de fuerza en una jornada en que la violencia qued¨® fuera de escena.
"He votado por quien ten¨ªa que votar", dec¨ªa una elegante mujer acelerando el paso. Su hija, Dobrila Ivanovic, m¨¢s conversadora, aseguraba que lo hab¨ªa hecho por el bloque Juntos por Yugoslavia, que, seg¨²n las encuestas, esperaba alcanzar el 30% de los votos. "No le haga caso, se considera m¨¢s serbia que los serbios", se excusaba la joven. Bien es sabido que la esquizofrenia montenegrina es ya hist¨®rica y desde siempre han existido los blancos(proserbios) y los verdes (nacionalistas montenegrinos). Pero, como la madre de Drobila, muchos panyugoslavistas eran los que ayer invocaban a la historia en un intento de parar lo inevitable. "Somos el mismo pueblo, hablamos el mismo idioma y tenemos la misma Iglesia cristiana ortodoxa".
Para los que escuchan tambores de guerra, los votantes de las minor¨ªas albanesa (8% de la poblaci¨®n) y bosnio-musulmana (14%), vinieron ayer a decir que ha llegado la hora de hablar en los Balcanes. La gran mayor¨ªa confesaba haber votado por la lista n¨²mero 13 (de un total de 16), por la coalici¨®n de Djukanovic. "No es hora de hablar de albaneses o musulmanes o serbios, somos todos montenegrinos y ma?ana tendremos nuestro pa¨ªs", aseguraba en la localidad de Tuzi Ibrahim Krnic. Llamando a engrosar las filas de la secesi¨®n, ya lo anunci¨® el portavoz del Gobierno en el cierre de campa?a: "?Buenas noches, Yugosalvia; buenos d¨ªas, Montenegro!".
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