Un fijo en todos los p¨®steres
Rexach, el ¨²nico que sobrevive a todas las crisis, vuelve al banquillo con la idea de recuperar un estilo de juego de toque y fantas¨ªa
Vuelve Charly Rexach (Barcelona, 1947). Su seducci¨®n, su optimismo, su audacia y, por qu¨¦ no decirlo, su buena estrella y su dosis de socarroner¨ªa le han permitido sobrevivir a todo y a todos. El club ha cambiado de presidente, de entrenador y, en breve, cambiar¨¢ de capit¨¢n, pero ¨¦l, salvo un peque?o y fracasado par¨¦ntesis en el Yokohama Flugels, japon¨¦s, va a cumplir 42 a?os en el Bar?a, en el que ingres¨® cuando era infantil y triunf¨® como fino, fantasioso y diletante extremo derecho. Luego, como ayudante t¨¦cnico de Johan Cruyff, marc¨® toda una ¨¦poca, la del Dream Team. Su fidelidad al club se demostr¨® de manera fehaciente cuando Gaspart ech¨® con cajas destempladas a Cruyff. Entre la solidaridad con el amigo y el club, eligi¨® el club. Aunque tambi¨¦n hay que recordar que aquel 19 de mayo de 1996 en el que ocup¨® el banquillo del Camp Nou en un partido ante el Celta -precisamente, el equipo que visita el estadio el pr¨®ximo domingo-, se atrevi¨® a lo que nadie se ha atrevido jam¨¢s. En un gesto que represent¨® un desaf¨ªo sin precedentes hacia N¨²?ez, relev¨® a Jordi Cruyff para que el Camp Nou se despidiera del apellido al que vener¨®. Rexach dirigi¨® al equipo aquel dia ante el Celta y despu¨¦s ante el Deportivo. Son los dos ¨²nicos partidos oficiales que constan en su historial como t¨¦cnico de Primera, aunque tambi¨¦n hab¨ªa ocupado el banquillo provisionalmente un par de veces cuando Luis Aragon¨¦s y Cruyff, por diferentes motivos, no pudieron ocuparlo.
La ruptura con Cruyff no comport¨® la renuncia a su ideario. Dice ser partidario de un f¨²tbol basado en la posesi¨®n del bal¨®n y en el toque y la fantas¨ªa. Le gusta traducir su idea a base de aforismos. 'Correr es de cobardes', 'a m¨ª que me den once Pel¨¦s', 'cada temporada hay que inventar algo para que no nos cojan el truco', 'el peor rival del Barcelona es el propio Barcelona, el otro Bar?a, ese que dormita o se acomoda'...
Tras aqu¨¦l traum¨¢tico final del Dream Team, Charly volvi¨® a los despachos, pero pronto se cans¨® de estar relegado y prob¨® la aventura japonesa nueve meses. Era 1998. Fich¨® como jugador a Futre, pero, tras un buen inicio, no pudo impedir que el Yokohama acabara en los ¨²ltimos puestos. Regres¨® a Barcelona y el pasado verano se incorpor¨® a la candidatura de Gaspart como asesor deportivo. El pasado enero, despu¨¦s del episodio del frustrado fichaje del central brasile?o Cris, al que avalaba, pero que fue repudiado por Serra Ferrer, Rexach fue nombrado director t¨¦cnico adjunto.Fue por entonces cuando protagoniz¨® una de las m¨¢s sonrojantes an¨¦cdotas a ra¨ªz de una de las cada vez m¨¢s pesadas bromas de los programas chipiritifl¨¢uticos que cada vez proliferan m¨¢s. En este caso se trat¨® de una emisora de radio canaria. Uno de los locutores se hizo pasar por un directivo de un club italiano y Rexach entr¨® al trapo hasta el punto de que le inform¨® de las fichas anuales que perciben Dani y Zenden sin saber que sus palabras estaban siendo reproducidas en antena y que poco despu¨¦s iban a ser la comidilla en Internet. Pero, a pesar de todo, vuelve. No se ve otra posible soluci¨®n en el universo azulgrana y ¨¦l, como siempre, vuelve a sonreir y, como si nada pasara, admite que es un privilegiado por un mont¨®n de buenos motivos: por no haber pasado nunca por el quir¨®fano como jugador; por haberse pasado la vida en cinco kil¨®metros cuadrados, los que van del Camp Nou a su casa, en el acomodado barrio de Pedralbes; por haber salido en todos los p¨®sters oficiales de la plantilla.
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