Un reformador que promete cambiar la econom¨ªa ser¨¢ primer ministro en Jap¨®n
Joichiro Koizumi llega al poder con el lema de renovar el partido liberal y todo el pa¨ªs
El reformista Joichiro Koizumi rompi¨® ayer los pron¨®sticos en Jap¨®n al vencer de manera imprevista las elecciones al Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD, conservador), que le dan autom¨¢ticamente el cargo de primer ministro. Su triunfo da pie a algunas esperanzas de cambio en el primer partido del pa¨ªs, que ha permanecido en el poder durante casi medio siglo, salvo un par¨¦ntesis de diez meses a comienzos de los noventa. Koizumi, que ha prometido renovar la ejecutiva con la entrada de j¨®venes y mujeres, ha conectado con una ciudadan¨ªa harta de su clase dirigente.
'Creo que esto podr¨ªa calificarse como una revoluci¨®n pac¨ªfica', se?al¨® tras obtener una victoria que le convierte en el nuevo jefe del Gobierno nip¨®n tras la dimisi¨®n del d¨¦bil y pastichero Yoshiro Mori, que ha estado menos de un a?o al frente de la segunda potencia econ¨®mica mundial. Koizumi, de 59 a?os, moderadamente reformista, dos veces ministro y diputado desde 1972, hijo y nieto de pol¨ªticos, economista de formaci¨®n, destroz¨® los pron¨®sticos de la v¨ªspera al derrotar al gran favorito y hombre del aparato, Ryutaro Hashimoto (63 a?os, primer ministro entre 1996 y 1998 y jefe desde el pasado verano de la mayor facci¨®n del PLD). Su triunfo fue bastante holgado: 298 votos frente a 155 de Hashimoto y 31 del ministro de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Fiscal, Taro Aso. El cuarto candidato, Shizuka Kamei, jefe de pol¨ªtica del partido, decidi¨® al final dar su apoyo al ganador.
El resultado es calificado por los analistas locales como una 'bofetada' para la vieja guardia liberal y un acto de sensatez si el PLD quiere frenar el declive en las elecciones a la C¨¢mara alta el pr¨®ximo julio. Coinciden los observadores en la opini¨®n de que el retorno de Hashimoto, a quien se le culpa de acentuar la recesi¨®n cuando estuvo en el Ejecutivo, hubiera supuesto el suicidio pol¨ªtico del primer partido nip¨®n en los pr¨®ximos comicios.
Los caudillos del PLD tuvieron que cambiar de estrategia al ver c¨®mo un d¨ªa antes de la elecci¨®n los compromisarios de las 47 provincias (tres por cada una), que por primera vez votaban, se decantaban mayoritariamente por Koizumi, lo cual forz¨® a los senadores y diputados a seguir esa actitud, que, por otra parte, est¨¢ en sinton¨ªa con el sentir ciudadano. M¨¢s de dos terceras partes de los japoneses no comprenden ni se interesan por sus pol¨ªticos, a quienes consideran corruptos y sin capacidad intelectual.
Cambiar Jap¨®n
'Cambiar el PLD, cambiar Jap¨®n' es el lema de Koizumi. No es un rostro nuevo -se present¨® en dos ocasiones anteriores a la elecci¨®n- el de este pol¨ªtico que con un aparente lenguaje desenvuelto y rebelde ha logrado comunicar con una ciudadan¨ªa tradicionalmente harta y desinteresada de su clase dirigente (11 primeros ministros en los ¨²ltimos 14 a?os) y a la que le resulta gracioso que lleve una cabellera revuelta y ligeramente abundante, est¨¦ divorciado, le guste el rock y conteste en un debate en televisi¨®n que si tuviera que decidir entre legalizar la Viagra o frenar la emisi¨®n de gases t¨®xicos se decantar¨ªa por la p¨ªldora sexual masculina.
Koizumi, que formaba parte hasta hace escasas fechas de la capilla del jefe de Gobierno Mori, sugiere acabar con las corrientes dentro del partido y abrir un amplio debate a fin de que el primer ministro de Jap¨®n sea elegido directamente por sufragio universal. En su programa de acci¨®n ha levantado ampollas la propuesta de privatizar las cajas postales de ahorro, fuente de financiaci¨®n del partido. Tambi¨¦n defiende medidas r¨¢pidas de desregulaci¨®n y de reforma estructural, incluido el cierre de bancos y empresas en quiebra -el volumen de cr¨¦ditos fallidos representa actualmente m¨¢s de la cuarta parte del PIB- , la mejora del seguro de desempleo y el fortalecimiento de las relaciones con EEUU.
Koizumi, que ha anunciado una profunda renovaci¨®n de la ejecutiva del partido y la entrada de gente m¨¢s joven y de m¨¢s mujeres en el nuevo Gobierno -en el que continuar¨¢n los budistas del Komeito y el min¨²sculo partido Nuevo Conservador-, necesitar¨¢, en cualquier caso, del apoyo de la vieja guardia para poner en marcha nuevas pol¨ªticas. Su estabilidad pende de un hilo y sobre todo del resultado que obtenga el PLD en las elecciones de julio. No es improbable una nueva escisi¨®n de los liberales, como ya sucedi¨® a mitad de los noventa, si sufren un rev¨¦s electoral. Y hay algunos que apuestan que a medio plazo una mujer gobernar¨¢ por primera vez uno de los pa¨ªses m¨¢s machistas del planeta. Su nombre es Makiko Tanaka, de 57 a?os, muy popular, diputada del PLD en las tres ¨²ltimas legislaturas e hija del fallecido y controvertido l¨ªder liberal y ex primer ministro Kakuei Tanaka. Koizumi podr¨ªa darle una importante cartera en este nuevo Gobierno.
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