El c¨ªrculo mortal
Los hechos son m¨¢s testarudos y escandalosos que las encuestas. De las 415 mujeres que perdieron la vida en Espa?a a manos de su pareja en los ¨²ltimos seis a?os, la mayor¨ªa muri¨® despu¨¦s de pedir el auxilio del Estado, es decir, tras denunciar en una comisar¨ªa -incluso m¨¢s de dos veces- que estaban siendo maltratadas. El caso m¨¢s dram¨¢tico de desamparo se produjo en 1997. 'Tendr¨¦ que morir para que me protejan', clam¨® una mujer, Ana Orantes. Poco despu¨¦s, su ex marido la quem¨® viva. Ese a?o murieron otras 90 mujeres, dos de ellas tambi¨¦n quemadas, y el resto apaleadas, acuchilladas, estranguladas o precipitadas por la ventana.
El sistema de amparo falla de tal manera que muchas mujeres deciden sufrir en silencio: el 80% de los casos de violencia de g¨¦nero no llega a denunciarse nunca, seg¨²n las organizaciones feministas (la polic¨ªa rebaja el porcentaje al 60%).
Otro dato preocupante: a m¨¢s conciencia social del problema, m¨¢s v¨ªctimas. El porcentaje de muertes ha aumentado el 25% desde el inicio del primer plan oficial contra esa lacra, en 1998.
Otro aspecto del drama, igualmente escandaloso, es que el 85,7% de los casos de agresiones f¨ªsicas dentro de la familia -aqu¨ª se incluye tambi¨¦n el ascenso de denuncias por abusos sexuales a menores- acaba en absoluci¨®n, seg¨²n la Asociaci¨®n Catalana de Mujeres Juristas. Algunos pronunciamientos judiciales, adem¨¢s, han sido motivo de tanta alarma social como los hechos sobre los que deb¨ªan fallar los magistrados. Es el caso de la reciente sentencia de la Audiencia de Barcelona que impuso una pena m¨ªnima al violador de una ni?a de 13 a?os. El agresor, un polic¨ªa nacional, amenaz¨® a la chica con la pistola reglamentaria hasta consumar la tropel¨ªa, pero la joven v¨ªctima ten¨ªa alguna experiencia sexual, explicaron los jueces para avalar la levedad del castigo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.