Cr¨ªtica desmesurada
Si la memoria no me falla, fue el presidente Eisenhower quien, al ser preguntado por un periodista casi al final de su mandato si pod¨ªa indicarle alg¨²n rasgo positivo desde una perspectiva pol¨ªtica de su vicepresidente, Richard Nixon, contest¨® que le diera media hora para pensarlo.
Est¨¢ claro que la iron¨ªa no es el punto fuerte de la presidenta del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez. Parece que esta se?ora no tiene ninguna confianza en la inteligencia de los ciudadanos andaluces y considera que tiene que utilizar palabras gruesas como ¨²nica forma de hacerse entender y de que cale el mensaje que quiere transmitir. Buena prueba de ello fue la rueda de prensa que concedi¨® el mi¨¦rcoles pasado, justo un a?o despu¨¦s del discurso de investidura en el Parlamento del presidente Chaves, para hacer una valoraci¨®n del a?o transcurrido.
En dicha rueda de prensa, la presidenta del PP no s¨®lo hizo un balance demoledor del ¨²ltimo a?o, sino que adem¨¢s dej¨® claro que es imposible que, en lo que queda de legislatura, se pueda esperar algo distinto, ya que el problema est¨¢ en la persona que ocupa la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, que es un 'vago', que se ha apuntado a 'la ley del m¨ªnimo esfuerzo' y que ha encarado este mandato como si fueran 'unas vacaciones tranquilas en el palacio de San Telmo'. Manuel Chaves, ven¨ªa a decir Te¨®fila Mart¨ªnez, contin¨²a siendo formalmente el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, pero materialmente ha dejado de serlo, ya que es 'un elemento decorativo de la autonom¨ªa', que 'no trabaja, ni manda ni coordina su Gobierno'.
Cada uno es muy due?o de utilizar las palabras que le parecen oportunas. Y no ser¨¦ yo quien le niegue a la presidenta del PP el derecho a expresarse de la manera que le parezca conveniente. Pero s¨ª me permito recordarle que la estrategia de descr¨¦dito personal respecto del presidente Chaves ya fue puesta en pr¨¢ctica por el anterior presidente del PP en Andaluc¨ªa, Javier Arenas, con la inestimable ayuda del coordinador de IU, Luis Carlos Rej¨®n, y que el tiro acab¨® saliendo por la culata. La cr¨ªtica pol¨ªtica no debe convertirse en un instrumento de aniquilaci¨®n personal. Hay un m¨ªnimo respeto que no puede perd¨¦rsele al adversario pol¨ªtico, porque si se le pierde, se lo acaba uno perdiendo a s¨ª mismo. El sistema pol¨ªtico democr¨¢tico es uno, tanto si se est¨¢ en el Gobierno como si se est¨¢ en la oposici¨®n. Y esto es algo que los ciudadanos saben valorar y mucho. En Espa?a hemos tenido, antes de la Constituci¨®n de 1978 y durante casi dos siglos, sistemas pol¨ªticos en los que la peri¨®dica aniquilaci¨®n personal del adversario ha sido bastante frecuente y esto permanece en la memoria colectiva. Vencer pol¨ªticamente al adversario no debe traducirse en la humillaci¨®n de este ¨²ltimo.
Pero es que, adem¨¢s, no se entiende muy bien que se utilice este tipo de discurso cuando hay materia suficiente para hacer una cr¨ªtica pol¨ªtica sin tener que caer en descalificaciones personales. A lo largo de este primer a?o de legislatura el Gobierno y el grupo parlamentario socialista han dado motivos para que se los critique 'pol¨ªticamente', es decir, en t¨¦rminos objetivos y no personales.
En este primer a?o de legislatura el presidente Chaves ha tenido que gastar mucho tiempo en problemas internos, primero como presidente de la comisi¨®n gestora nacional, tras la dimisi¨®n de Joaqu¨ªn Almunia, y despu¨¦s en la organizaci¨®n de un congreso regional muy complicado. De dicho consumo de tiempo y energ¨ªas se ha resentido la propia formaci¨®n del Gobierno y la gesti¨®n pol¨ªtica de la comunidad. Ha habido fallos clamorosos en la aplicaci¨®n de la Ley de Cajas y resbalones lamentables como el comentario del vicepresidente socialista en la Mesa del Parlamento y la reacci¨®n posterior del partido. Se ha producido una crisis muy profunda en el PA, que arroja dudas sobre la solvencia de la mayor¨ªa parlamentaria en la que descansa el Gobierno. (El domingo pasado escrib¨ª sobre esta crisis y los acontecimientos parece que se precipitan y que vienen a confirmar el diagn¨®stico. Como informa EL PA?S hoy mismo, la direcci¨®n regional ha acordado disolver la agrupaci¨®n del PA en Jerez). Y muchas cosas m¨¢s.
Por eso no se entiende el ataque personal al presidente. Centrar toda la cr¨ªtica pol¨ªtica en la presidencia es comprensible. Es lo que se suele hacer por los partidos de la oposici¨®n cuando se considera que el Gobierno est¨¢ lo suficientemente desgastado, como para que no haya que seguir con la tarea de desgaste de los ministros o de los consejeros, sino que es el momento de dirigir todos los tiros a la cabeza del Gobierno.
Es razonable que, tras casi veinte a?os de mandatos socialistas y cuando el presidente Chaves se encuentra en su cuarto mandato, el PP haya considerado que no se tiene que perder ni un minuto en criticar la gesti¨®n de los consejeros y haya decidido desgastar directamente al presidente. Est¨¢ en su derecho y casi en su obligaci¨®n al obrar de esta manera. La raz¨®n de ser de un partido pol¨ªtico es conquistar el Gobierno para poder poner en pr¨¢ctica su proyecto de direcci¨®n pol¨ªtica de la sociedad. Y el desgaste del presidente del Gobierno es una condici¨®n sine qua non para conseguirlo. El acoso en pol¨ªtica como en los toros es un paso previo para el derribo.
Ahora bien, en esta tarea hay l¨ªmites. Un presidente que ha ganado unas elecciones democr¨¢ticamente no puede ser calificado como un 'okupa', para el que habr¨ªa que volver a poner en vigor la tristemente famosa ley de vagos y maleantes del franquismo. Se le podr¨¢ decir que es un inepto o que se est¨¢ equivocando en todo lo que hace. Pero lo que no se puede aceptar es que se lo califique de vago.
Repito que no pongo en duda el derecho que asiste a la presidenta del PP a expresarse en los t¨¦rminos en que lo ha hecho. Preferir¨ªa que el debate pol¨ªtico caminara por otros derroteros, pero esto es algo que no puede imponerse. Lo malo es que todav¨ªa quedan tres a?os de legislatura y si en este momento, en el que no hay a la vista ninguna campa?a electoral, ya se empieza a utilizar este lenguaje, ?qu¨¦ es lo que no se acabar¨¢ diciendo cuando se aproximen las elecciones?
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